¿Hipócritas?
La Palabra de Dios nos golpea con este término que, a muchos, les resulta ofensivo. Queremos lucir sinceros pero, en numerosas oportunidades, pareciera que no lo somos. De esta manera Jesús calificaba a los buenos de la sinagoga que se molestaron porque Jesús sanara a una mujer de su encorvamiento de muchos años, el cual casi le impedía caminar, pues lo había hecho en día sábado. Y me pregunto si no somos así también nosotros, que defendemos banderas en nuestra vida y actuamos de manera diferente a aquello que anunciamos. Así, por ejemplo, siendo defensores de la paz, críticos ante las guerras, opuestos a enfrentamientos familiares o sociales …pero, hacemos pequeñas y ocultas guerras cada día en nuestros ambientes privados. Tal vez sea porque no hemos descubierto la similitud entre esa situación que criticamos y nuestra propia actuación y, por lo tanto, nunca recae sobre nosotros mismos la lupa. Conviene, pues, volver a no