¿Hipócritas?
De esta
manera Jesús calificaba a los buenos
de la sinagoga que se molestaron porque Jesús sanara a una mujer de su
encorvamiento de muchos años, el cual casi le impedía caminar, pues lo había
hecho en día sábado.
Y me
pregunto si no somos así también nosotros, que defendemos banderas en nuestra
vida y actuamos de manera diferente a aquello que anunciamos. Así, por ejemplo,
siendo defensores de la paz, críticos ante las guerras, opuestos a
enfrentamientos familiares o sociales …pero, hacemos pequeñas y ocultas guerras cada día en nuestros ambientes
privados.
Tal vez sea
porque no hemos descubierto la similitud entre esa situación que criticamos y
nuestra propia actuación y, por lo tanto, nunca recae sobre nosotros mismos la
lupa.
Conviene,
pues, volver a nosotros la mirada para descubrir si nuestra posición coincide
con nuestro comportamiento. En caso de no coincidir, hemos de aceptar las
palabras del Maestro. La sinceridad y autenticidad de nuestros actos y palabras
debe ser un combo que selle nuestras
actitudes de vida.
¡Dios te bendiga!
Simplemente,
Isabel
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