Solemnidad de Nuestra Señora del Carmen 16 de Julio de 2015
Monición de Entrada
¡Muy
buenas noches para todas y todos! Hoy nos hemos reunido para celebrar la Fiesta
de la Virgen María bajo la advocación del Carmen. A María la invocamos como
Madre y nos sentimos apoyados y protegidos por ella. Su cariño y su ternura
llenan nuestras vidas y por eso ponemos en Ella nuestra confianza.
Refiere
la tradición carmelita que un día de Pentecostés, ciertos piadosos varones que
habían seguido el modelo de vida de los Profetas Elías y Eliseo, abrazaron la
fe cristiana; ellos levantaron un templo a la Virgen María en la cumbre del
Monte Carmelo, en el lugar mismo desde donde Elías viera la nube, que figuraba
la fecundidad de la Madre de Dios. Estos religiosos se llamaron Hermanos de
Santa María del Monte Carmelo, y pasaron a Europa en el siglo XIII, con los
Cruzados, aprobando su regla el papa Inocencio IV en 1245, bajo el generalato
de San Simón Stock. Seis años más tarde, el 16 de julio de 1251, la Virgen
María se apareció a ése su fervoroso servidor, y le entregó el hábito que había
de ser su signo distintivo. El papa Inocencio bendijo ese hábito y le otorgó
varios privilegios, no sólo para los religiosos de la Orden, sino también para
todos los Cofrades de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Llevando éstos el
escapulario, que es la reducción del que llevan los Carmelitas, participan de
todos los méritos y oraciones de la Orden y pueden esperar de la Santísima
Virgen verse pronto libres del Purgatorio, si hubieran sido fieles en observar
las condiciones impuestas para su uso.
También
en un día como hoy, pero de 1849, hace 166 años, nació la Congregación de los
Hijos del Inmaculado Corazón de María con seis sacerdotes integrantes, uno de
ellos San Antonio María Claret. Desde entonces los Misioneros Claretianos han
llegado a muchísimos rincones del mundo entero, llevando el ardor misionero de
Claret y la protección del Inmaculado Corazón de María a sus feligreses.
Puestos
de pie, recibamos al celebrante e iniciemos esta acción de gracias por María
del Monte Carmelo.
PENITENCIAL
Es el momento de reconocernos
pecadores. No hacen falta muchas palabras, pero Jesús quiere que lo hagamos
ante Dios y los demás. María se alegra, porque una madre se siente feliz si sus
hijos hacen las paces.
* Somos interesados,
nos olvidamos de nuestro Padre-Dios y de nuestra Madre del Cielo, y nos
preocupamos muy poco de nuestros padres de la tierra: Señor, ten piedad.
* Somos
poco solidarios, no nos portamos como hijos de Dios, ni tenemos un gesto de
amistad para nuestros hermanos necesitados, ni hacia las personas mayores: Cristo, ten piedad.
* Somos
egoístas de corazón, porque pensamos que el cariño hacia los padres y hacia los
mayores, es sólo cosa de niños y olvidamos los pequeños detalles que hacen
felices a los demás: Señor, ten piedad.
Dios Misericordioso es nuestro Amigo
que tiene piedad de nosotros, perdona nuestros pecados y nos invita a la vida
eterna. Amén.
MONICIONES A LAS
LECTURAS
PRIMERA LECTURA
MONICIÓN: En su propósito de animar al pueblo que permanece aún en el exilio,
Zacarías presenta la ciudad de Jerusalén ya reconstruida. Es que, además, el Señor
vendrá a habitar en ella y será de nuevo su morada, lo cual llenará de gozo tanto
a sus ciudadanos como a los habitantes
de otros pueblos, pues todos están llamados a formar parte del Pueblo de Dios. Escuchemos.
PRIMERA LECTURA (ZA 2,
14-17)
Lectura del libro del profeta Zacarías
“Canta
de gozo y regocíjate; Jerusalén, pues vengo a vivir en medio de ti, dice el
Señor. Muchas naciones se unirán al Señor en aquel día; ellas también serán mi
pueblo y yo habitaré en medio de ti y sabrás que el Señor de los ejércitos me
ha enviado a ti. El Señor tomará nuevamente a Judá como su propiedad personal
en la tierra santa y Jerusalén volverá a
ser la ciudad elegida”. ¡Que todos guarden silencio ante el Señor, pues él se
levanta ya de su santa morada. Palabra
de Dios.
MONICIÓN DEL SALMO
El
salmo 84 formaba parte de los que eran considerados como oraciones personales,
íntimas. En realidad, eran un tanto diferentes de los que se utilizaban para la
oración en común, para la liturgia. El salmista expresa su ternura y confianza
en Dios. Hagamos, hoy, nosotros lo mismo.
SALMO RESPONSORIAL (SALMO 84)
Todos: Muéstranos,
Señor, tu misericordia y danos tu salvación
ü Voy a escuchar lo que dice el Señor:
“Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.” La salvación está ya cerca de
sus fieles y la gloria habitará en
nuestra tierra.
ü La misericordia y la fidelidad se
encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra y la justicia mira desde el cielo.
ü El Señor les dará la lluvia, y
nuestra tierra dará su fruto. La justicia marchará ante él, la salvación
seguirá sus pasos.
MONICIÓN DE LA SEGUNDA LECTURA
La segunda lectura -de la Carta de Pablo a los Efesios- es una
alabanza salida de un corazón que ha experimentado a Dios. Parece como si el
hombre, fiel a la Palabra de Dios –profeta en definitiva- hubiera explotado en
un canto al Señor por el que vive.
SEGUNDA LECTURA (EF 1, 3-14)
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Efesios
Bendito
sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo. Él nos eligió en la Persona de
Cristo -antes de crear el mundo- para que fuésemos consagrados e irreprochables
ante Él por el amor. Él nos ha destinado en la Persona de Cristo -por pura
iniciativa suya- a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan
generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su Sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los
pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para
con nosotros, dándonos a conocer el Misterio de su Voluntad. Este es el plan
que había proyectado realizar por Cristo, cuando llegase el momento culminante;
recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra. Por su medio
hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del
que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que esperábamos en
Cristo, seremos alabanza de su gloria. Y también ustedes -que han escuchado la
Verdad, la extraordinaria noticia de que han sido salvados y han creído- han
sido marcados por Cristo con el Espíritu Santo prometido, el cual, es prenda de
nuestra herencia para liberación de su propiedad, para alabanza de su gloria. Palabra de Dios
MONICIÓN DEL EVANGELIO
María
es arca de la alianza, refugio del
pecador, consuelo del afligido, auxilio de la humanidad y causa de nuestra alegría. La veneramos
como mujer sencilla, creyente, Madre,
reina, corredentora e intercesora nuestra. En verdad, María es la criatura
que mejor nos ha enseñado a cumplir la voluntad del Padre celestial.
EVANGELIO (MT 12, 46- 50)
Lectura del santo Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús
estaba hablando a la muchedumbre, cuando su Madre y sus parientes se acercaron
y trataban de hablar con Él. Alguien le dijo entonces a Jesús: “Oye, ahí fuera
están tu Madre y tus hermanos, y quieren hablar contigo”. Pero Él respondió al
que se lo decía: “¿Quién es mi Madre y quiénes son mis hermanos?” Y señalando
con la mano a sus discípulos, dijo: “Estos son mi Madre y mis hermanos. Pues
todo el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi
hermano, mi hermana y mi Madre”. Palabra
del Señor.
ORACION DE LOS FIELES
Invoquemos a Dios nuestro Padre en
esta solemnidad de la Virgen María del Monte Carmelo para que, por su
intercesión, derrame sus gracias sobre toda la humanidad.
·
Por
la santa Iglesia de Cristo que en María contempla su Madre y modelo, para que
aprenda a escuchar la Palabra y a proclamarla a toda la humanidad, roguemos al Señor.
·
Por
todos aquellos que invocan a María como Madre y Protectora, para que encuentren
en Ella refugio en las adversidades y estímulo en la vida cristiana, roguemos al Señor.
·
Por
las personas que llevan el santo Escapulario del Carmen, signo de consagración
y de esperanza, para que aprendan a imitar las virtudes de la Virgen y reflejen
en sus obras una vida evangélica, roguemos
al Señor.
·
Por
quienes invocan a María, la Virgen del Carmen, en los peligros de la tierra y
del mar, para que por ella lleguen a Cristo, Salvador de la humanidad, roguemos al Señor.
·
Por
aquellas personas que duermen ya el sueño de la paz para que, por intercesión
de la Virgen María, gocen de las alegrías del cielo. Recordamos al padre Arkel,
roguemos al Señor.
·
Por
los Misioneros Claretianos, por sus comunidades en las distintas Provincias,
para que el auxilio de María del Monte Carmelo los asista y guíe, los proteja
de los peligros del mundo y sepan poner por obra la Palabra de Dios, roguemos al Señor.
·
Por
todos nosotros, para que la participación en el misterio de Cristo, nacido de
la Virgen María, nos ayude a ser en el mundo testigos del amor de Dios, roguemos al Señor.
Escucha, Padre Santo, la oración de
tu Iglesia, y por la intercesión de la Santísima Virgen del Carmen, concédenos
cuanto te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor.
OFERTORIO
ESCALERA: Para encontrarnos con Dios siempre debemos subir, elevar
nuestro espíritu. Solo entonces, abajado nuestro orgullo, podremos llegar a la
Presencia del Señor. Esta escalera represente nuestra oración sencilla y confiada
en la Misericordia de Dios, cuyo mejor modelo es María Santísima.
AGUA: Nuestro ser puede resecarse en medio de tantas ofertas del mundo, que nos
alejan de Dios y nos lo ocultan. A María entregamos en esta ofrenda todas las
necesidades de nuestras vidas, para que sea Ella quien las presente al Señor.
Que el mismo Espíritu de Dios que hizo de María la ‘Madre’, haga fecundos
nuestros corazones con la Gracia de Dios.
FRUTOS DE LA TIERRA / CONGREGACIÓN CLARETIANA: El árbol que no da frutos, debe ser
cortado. ¡Queremos dar los mejores frutos para Dios! Estamos dispuestos a dar
frutos y sabemos que la Gracia de Dios nos ayudará a lograrlo. Hoy entregamos
las CONSTITUCIONES DE LOS MISIONEROS CLARETIANOS en representación de los
frutos evangélicos producidos durante sus primeros 166 años, suplicando las más
abundantes bendiciones del Inmaculado Corazón de María sobre ellos.
EL ESCAPULARIO: Para los que lo visten, el Escapulario es signo de
protección, estímulo de imitación de vida cristiana y promesa de salvación. Tenemos
la certeza de que el Señor nos hará llegar, gracias a la intercesión de la Virgen
María, hasta Cristo, monte de salvación.
EL PAN Y EL VINO: Tú, Señor, quisiste quedarte todos
los días hasta el final de los tiempos en medio de nosotros; y, para eso, te
quedaste en la apariencia del pan y del vino que, transformados en tu Cuerpo y
en tu Sangre, nos transmitirán tu Gracia y nos anticiparán la Vida Eterna. ¡Te
agradecemos, Señor!
Muy buenas reflexiones de las lecturas petiones y ofrendas me llamo mucho la atencion la ofrenda de la escalera es la primera vez que la oigo pero me parece muy buena incluirla y el significado que colocaron me parece muy bueno felicidades y gracias por las enseñanza de parte de ls parroquia nuestra señora del carmen de chichiriviche del edo falcon
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