XVIII Domingo del Tiempo Ordinario 2 de agosto de 2015
MONICIÓN DE ENTRADA ¡Muy buenos días, hermanos y hermana! Sean bienvenidos a la celebración de la Eucaristía de XVIII Domingo del Tiempo Ordinario. A pesar de no haber celebraciones particulares, éste es un Domingo lleno de sabor, sabor a Pan recién horneado, a pan fresco; más aún, a Pan de Vida eterna. Y hemos de estar bien dispuestos a descubrir cómo el Señor nos cuida en el caminar de nuestras vidas, llenándonos de fortaleza, sustento, consolaciones y alegrías. La vida, llena de momentos de tristeza y de alegría, nos ha sido dada para ser feliz. Y no hay mayor felicidad que la de descubrir cómo Dios está muy cerca y nos provee tanto de lo material como de lo espiritual. Agudicemos nuestra vista para ver que es Él quien nos acompaña y socorre a cada instante en nuestra existencia. Es ël quien nos da el verdadero Alimento, el Pan de Vida. Agradezcamos al Señor Su amor infinito y adorémosle con todas nuestras fuerzas y capacidades. PENITENCIAL · Señor, muchas veces cre