Tu familia y tú:
Simplemente, Isabel: Muchas veces pensé que había familias maravillosas, que jamás tenían problemas y, si los tenían, los sabían resolver de manera ejemplar. Cuando tuve mi primera y gran amiga ―más que eso, una hermana muy cercana― fui descubriendo que algunas familias también tenían situaciones difíciles, que no se solían resolver ejemplarmente. ¡Eran ya dos! No obstante, tuve la dicha temprana de descubrir la realidad: todas las familias tienen problemas que no siempre se resuelven de manera ejemplar. Más aun, hay problemas que se manejan ejemplarmente y hay otros que se manejan desastrosamente. Como en todo lo que es vida, lo bueno, hermoso, gratificante o positivo se alterna de manera constante con lo malo, feo, desagradable o negativo. No obstante cualquier calificativo negativo que tu familia o los integrantes de ella puedan merecer, a eso se le oponen numerosas cualidades (calificativos positivos), las cuales nos toca descubrir y favorecer. Porque, así como la