Eucaristía de la Natividad del Señor, Misa de Gallo, 24 diciembre de 2016
MONICIÓN DE ENTRADA ¡Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres y mujeres que ama el Señor! Llenos de gozo, les damos a ustedes la más cordial bienvenida a esta Eucaristía donde daremos gracias a Dios en la vigilia de la Navidad. El ser humano perdió conciencia de cómo llegar a Dios Padre. (Se apagan las luces) Por eso, el Señor supo que debía venir Él mismo al mundo para enseñarnos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, cuál era el camino. Así, Dios envió a Aquél que es el Camino, la Verdad y la Vida, (entran tres niños con tres velitas) Aquél que nos habría de rescatar de la muerte y restablecer nuestra amistad con Él, en la fragilidad de un pequeño Niño. Esta promesa se renueva cada día y, muy particularmente hoy, a través de todo aquello que nos llena de paz, esperanza y compasión hacia los más necesitados y que mueve nuestra fe en el Dios-con- nosotros, de la mano de María, la primera adoradora y servidora del Dios Redentor. Dispongámonos,