XXVII Domingo del Tiempo Ordinario, 4 de octubre de 2015
MONICIÓN DE ENTRADA ¡Muy buenos días para todas y todos! Les damos nuestra más cordial bienvenida a esta Eucaristía del XXVII Domingo del Tiempo Ordinario, el ‘Domingo del amor y del matrimonio’. Es que hoy todas las lecturas giran en torno al amor matrimonial, amor que es entrega y que transforma a todos. Sacramento de la Iglesia, la unión matrimonial de los esposos en la fidelidad y entrega mutuas constituye la verdadera voluntad de Dios. Por lo tanto, una decisión en este sentido requiere cuidadosa revisión y reflexión. Hoy, cuando nos cansamos de escuchar el famoso ‘a ver cómo nos va’, debemos reconocer que decidimos más por emociones y sensaciones que por un real deseo de hacer feliz al otro. Conviene, pues, que nos aboquemos a reavivar ese amor que une a los esposos con Cristo, fijándonos en aquello que nos une más que en lo que nos desune, forjando la admiración y la comunicación como herramientas que nos ofrece el Señor para superar las naturales dificultades. (Por