VIII Domingo Ordinario, Misa Familiar, 3 de marzo de 2019
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy
buenos días para todos los hermanos! Sean bienvenidos al banquete que Jesús nos
ofrece en este Octavo Domingo del Tiempo Ordinario.
¿Qué
fruto producen nuestras actitudes de cada día? A pesar de que decimos confiar
en nuestro Dios, muchas veces lo que pensamos, decimos o hacemos no revela al
Señor y terminamos dando frutos que no producen vida. Seguimos a cualquiera,
olvidando que Jesús quiere que Le sigamos e imitemos solo a Él para que demos frutos
de vida. ¿Comenzamos ahora?
PENITENCIAL
1.-
Porque revelamos actitudes superficiales y poco cristianas en nuestras
conversaciones. ¡Señor, ten piedad!
2.-
Porque seguimos a muchos personajes famosos para el mundo mientras dejamos de
lado a quien nos ama de verdad y nos trae la Salvación. ¡Cristo, ten piedad!
3.-
Porque aunque decimos seguir a Jesús evitamos hacer lo que Él haría. ¡Señor,
ten piedad!
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
Seguimos
a muchos porque son llamativos o están de moda. Jesús quiere que le sigamos,
que actuemos según Él nos pide, que demos buenos frutos. Que Le agradezcamos
por todo, que transmitamos con palabras y hechos nuestra experiencia de vida
junto a Él. Que nos mantengamos firmes y fieles al Señor que hace nuestra Su
victoria. Que seamos buen ejemplo para todos.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1. Dios
nos ama con ternura infinita y quiere que actuemos como Él. Oramos para que
el Papa, cada consagrado y quienes son ‘gente de iglesia’, nos muestren ese
amor y entrega en lo que digamos y hagamos. Oremos.
2. Los
cristianos deben notarse en las organizaciones de gobierno de los países,
estados, regiones y localidades. Para que las autoridades sepan actuar con
justicia, buscando el desarrollo de cada ciudadano y fomentando una paz
verdadera. Oremos.
3.- Quien
vive feliz y confía en Dios, se lo enseña a los demás, aun sin palabras.
Oremos para que nos constituyamos en mensajeros de la Palabra de Dios con
nuestros actos de cada día. Oremos.
4. Mucha
gente necesita que se le guíe y apoye para que ellos mismos logren sus metas de
vida. Oremos por nosotros, mensajeros de paz, bienestar y amor, para que
llevemos el estímulo necesario a los pequeños del Señor. Oremos.
5.- En
nuestras familias no siempre se vive en unión, alegría, solidaridad o acogida.
Nos enfocamos en lo que falta o en el error. Oremos para que, puesto todo
en el Señor, llevemos a nuestro ‘día a día’ todo lo que hace falta. Oremos.
6. Nos
gustaría comprometernos seriamente con Jesús en conocerlo y vivir según Su
Voluntad. Por nosotros, los padres, encargados naturales de formar a
nuestros pequeños, para que entendamos el gran compromiso que asumimos al
disponerlos a caminar por la vida sacramental. Oremos.
7.
Mucha gente ha venido a vivir aquí, huyendo de las grandes crisis de sus
países. Oremos por los inmigrantes, por las sociedades que les acogen, por
los recursos y estrategias que se implementan para que puedan vivir en paz y
dignamente. Oremos.
8. Por todos los difuntos para que reciban del Señor la vida eterna.
Oremos.
OFERTORIO
1.-
Tecnología, juegos, afanes y modernismos; todo esto es bueno, pero hay algo que
lo debe marcar todo: seguir a Dios, llevarlo a todos. (Varios niños colocan su tecnología sobre un
cartel, en el cual la envuelven. Se lee: “¡Mi vida está en Dios!” Lo
presentan.)
2.-
Tres generaciones, tres estilos diferentes, pero una característica común: quieren
vivir al estilo de Jesús. Te ofrecemos el amor que late en cada una para
hacernos idea de cuán grande es tu amor. Queremos entregarte el amor de
nuestros corazones. (Abuel@,
madre o padre, niñ@, pasan y se inclinan ante el celebrante entregando el
corazón.)
3.-
La naturaleza y el trabajo de muchos en el campo y la ciudad nos hacen posible el
pan y el vino que hoy presentamos, agradecidos, para que Tú, Señor, los
transformes en Ti mismo por la acción sacerdotal.
ACCIÓN DE GRACIAS
Gracias,
Padre bueno, porque nos amas entrañablemente y nos ayudas a reflejarte en todo
lo que hacemos al llenarnos de tu amor. Amén.
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