III Domingo de Cuaresma, 4 de marzo de 2018
MONICIÓN
DE ENTRADA
¡Muy buenos días para
todas y todos! Sean bienvenidos a la Eucaristía del Tercer Domingo de Cuaresma,
momento propicio para reflexionar sobre cómo estamos llevando nuestras vidas.
Porque pudiera suceder que, pensando que seguimos a Dios, estemos realmente
siguiendo lo que el mundo nos plantea como ideales.
Los diez consejos que
da Dios al ser humano para lograr la felicidad –esto es, los 10 Mandamientos-
pudieran parecernos demasiado duros de cumplir en nuestro mundo, donde falta
amor auténtico. Porque nos hemos llenado de ‘quereres’ que nos hacen todo mucho
más cómodo.
Pero la vida que da
frutos conoce la Cruz con su sabiduría, donde los sacrificios rituales o
externos no son el fin, pues solo nos centran en nosotros mismos. Es en Jesús
Resucitado donde encontraremos la Presencia de Dios en medio de nuestras vidas;
es a Él a quien hemos de agradecer tanta misericordia.
PENITENCIAL
1. Porque rechazamos tus Mandamientos por
considerarlos imposición en lugar de descubrirlos como consejos para lograr la
felicidad de todos. ¡Señor, ten piedad!
2. Porque buscamos la sabiduría del mundo y
despreciamos la sabiduría de Dios. ¡Cristo,
ten piedad!
3. Porque en un mundo globalizado, hemos
llegado a pensar que todo sirve para todo, que da lo mismo estar en un templo que
en un centro comercial. ¡Señor, ten
piedad!
MONICIONES
SOBRE LAS LECTURAS
PRIMERA.- Liberado su
Pueblo, Dios les presenta un verdadero pacto de amor en libertad, de modo que
sean posibles el amor a Dios y al prójimo. Como lo afirma el Libro del Éxodo,
es Dios quien nos saca de tierras de esclavitud, para que podamos vivir una
felicidad real.
SALMO.- El Señor es nuestro
Dios. Él ha de ser glorificado por todo creyente. El Salmo 18 glorifica a Dios
como creador de cuanto existe y autor de la Ley. El Señor es grande y poderoso;
nosotros, humildes, hemos de esperarlo todo de Él. Y hemos de escucharlo, pues
Sus Palabras son siempre ciertas.
SEGUNDA.- Jesús es la fuerza y
la sabiduría de Dios. En Él se inició nuestra redención. De la I Carta de san
Pablo a los Corintios escucharemos una breve lectura, donde el Apóstol refiere lo
que llama la ‘locura de Dios’: hacerse semejante a nosotros para salvarnos.
EVANGELIO.- Nos
encontramos ante el relato del evangelista San Juan cuando Jesús expulsó del
templo de Jerusalén a quienes allí comerciaban. ¡Tenía autoridad para hacerlo! Él,
‘Dios verdadero de Dios verdadero’,
es la morada plena de Dios entre los hombres. Aunque sería destruida, en tres
días resucitaría. Ellos no comprendieron lo que Jesús quiso decir. Y el culto
que Él quiere ha de ser auténtico y profundo, ha de dar la gloria a Dios.
ORACIÓN DE
LOS FIELES
1.- ¿Cómo quiere Dios que vivamos nuestra fe? Oramos
por la Iglesia toda, para que sepa presentar los Mandamientos como el camino
para lograr la felicidad. Oremos.
2.- La Iglesia de Cristo ha tenido 266 papas.
Francisco fue electo el 13 de marzo hace casi cinco años. Oramos por él, por lo que hace y cómo lo
hace. Que la Luz del Espíritu Santo guíe su Pontificado por el camino del amor,
la autenticidad y la renovación eclesial. Oremos.
3.- El mundo entero es el ‘gran templo de
Dios’. Para que se manifieste la necesaria corrección a todo lo que lo daña.
Para que no hagan falta calamidades naturales sino un descubrir a Cristo y su
gran amor por todos nosotros para que nos decidamos a ser mejores cada día. Oremos.
4.- En el Bautismo cada uno de nosotros fuimos
consagrados como templos vivos. Oramos por quienes pueden dañarlos física o
espiritualmente. Oramos por quienes utilizan su cuerpo como si fuera poco
importante. Oramos por quienes siembran violencia. Oremos.
5.- Descuidamos la importancia de la oración,
la caridad y la confianza en Dios. Oramos para que lo descubramos y comencemos,
aunque sea poco a poco, a encontrarnos contigo, Señor, y descubrirte en las
personas. Oremos.
6.- Hay muchas familias de nuestra comunidad
que están participando, a través de sus niños y jóvenes, en los diferentes
niveles de Catequesis. Oramos por las situaciones de dolor o necesidad que
puedan estar viviendo y suplicamos que este proceso constituya para todos ellos
un avivamiento de su fe. También oramos por la salud de nuestros catequistas y catequizandos.
Oremos.
8. Muchas personas han muerto con la esperanza
de resucitar. Oramos por ellos y por nosotros para que, un día, todos tengamos
un cuerpo resucitado y gocemos la Presencia plena del Señor y Le adoremos. Oremos.
OFERTORIO
Señor, con nuestra ayuda o sin ella hemos
desarrollado muchas formas de dolor y muerte en el mundo. ¡Hemos dañado lo que
tan sabiamente hiciste para la humanidad! Con el pan y el vino queremos
entregarte los dolores de la humanidad, de nuestro país, de nuestras familias,
de nuestros más pequeños, porque Tú eres la Vida verdadera y entendemos que
sólo Tú puedes transformarlos sobre este altar. ¡Gracias, Señor, porque siempre
nos escuchas!
ORACIÓN
FINAL
Señor, Tú lograste para nosotros la Salvación a
través del sacrificio en la Cruz de tu Hijo amado, Jesucristo. En Él hemos sido
constituidos Iglesia, templo del amor de Dios. Danos el valor de ser cristianos
auténticos dondequiera que nos encontremos. Amén.
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