XV Domingo Ordinario, Misa Familiar, 16 de julio de 2017
MONICIÓN
DE ENTRADA
¡Muy buenos días a todos! Hoy
venimos a nutrirnos con el pan de la Palabra y con el pan de la Eucaristía,
semillas que requieren ser acogidas por nuestros corazones para que germinen,
echen raíces, crezcan y den frutos, con la Gracia del Espíritu Santo. ¡Recibir
para dar! Interiorizar la Palabra para poder transmitirla.
XV
Domingo Ordinario
La
Palabra de Dios siempre produce frutos de vida
al
caer en tierra buena
PENITENCIAL
1. Porque nos dejamos empapar por muchas
palabras, pero evitamos ser tocados por la palabra vivificadora de Dios. ¡Señor, ten piedad!
2. Porque no esperamos nada bueno de los demás,
ni de Dios. ¡Cristo, ten piedad!
3. Porque buscamos lo inmediato y no damos
espacio ni tiempo a Dios para actuar en nosotros. ¡Señor, ten piedad!
MONICIÓN
SOBRE LAS LECTURAS
La Palabra de Dios no llega y actúa sin nuestra
colaboración. Hoy nos encontramos con el Señor, el Sembrador de la Palabra, que
cae en nuestros corazones y nos motiva a responder como tierra buena donde su Palabra pueda germinar, crecer y producir
frutos. Hoy nos encontramos con la gracia de Dios que nos ayuda y acompaña en
el proceso de fructificar.
ORACIÓN
DE LOS FIELES
1. Por la Iglesia. Por quienes siembran la
Palabra: el Papa Francisco, los obispos, sacerdotes y religiosos; para que no
se desanimen al sembrarla en la sociedad, el mundo, las parroquias o las
familias, transmitiendo la alegría de Jesús muerto y resucitado. Roguemos al Señor.
2. Por los que son padres, auténticos responsables
de la educación cristiana de sus hijos, para que se esfuercen por transmitirles
la fe recibida, profundizada y vivida. Roguemos
al Señor.
3. Por quienes no han descubierto la vida que
late en la Palabra de Dios. Por quienes pueden acercarse a ellos y presentarles
cómo hacer vida y felicidad auténtica esa Palabra Roguemos al Señor.
4. Por quienes trabajan el campo. Para que,
protegidos por políticas adecuadas, cuiden eficazmente nuestra Casa Común y
produzcan el mejor sustento para todos los ciudadanos del mundo. Roguemos al Señor.
5. Cada uno de nosotros vive en lugares
diferentes, según narra la Parábola. Para que encontremos la manera de
acercarnos al Señor y producir frutos de auténtica felicidad, propia y de
quienes nos rodean. Roguemos al Señor.
6. Recordemos a quienes sufren enfermedad
física o espiritual, soledad o abandono, miseria, incomprensión. Para que la
Palabra de Dios toque y transforme esas situaciones, sane sus heridas y les
restablezca. Roguemos al Señor.
OFERTORIO
1. Con el
salmista, hoy queremos ofrendar nuestra acción
de gracias al Señor por todas las bendiciones que se hacen manifiestas en
nuestras vidas y que nos disponemos a poner al servicio de quienes las
necesiten.
2. Y, por
cuanto los contratiempos serán muy numerosos, ofrendamos el pan y el vino que serán nuestra fortaleza en ese camino.
ACCIÓN
DE GRACIAS
Señor, no podemos expresar plenamente nuestra
gratitud por todo el amor y por tu Presencia, que nos entregas en tu Palabra.
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