Misa de Grado, 27 de junio de 2017
¡Muy buenas tardes, hermanos y hermanas! Les
damos la más cordial bienvenida a esta Celebración en la que un grupo de
estudiantes de XXXXXXXXXX agradeceremos a Dios misericordioso, una vez
más, por sus intervenciones en cada momento de nuestras vidas para transformarnos
e impulsarnos en conocimientos, habilidades y destrezas para la vida, así como
en el desempeño profesional que desarrollaremos dentro del ejercicio de
diversas carreras. Sabemos que el Señor bendecirá en abundancia a
nuestros familiares y amigos, quienes han constituido verdadero estímulo y
soporte para llegar hasta aquí.
Y, muy a propósito de este camino recorrido y
la meta alcanzada, la liturgia de este día nos recuerda que hay dos caminos
para lograr cualquier proyecto de vida:
desde la comodidad o el esfuerzo. Muchas veces verificamos que quien tiene la
comodidad no saca provecho a sus posibilidades y quien tiene estrechez se
esfuerza y alcanza lo que parecía difícil de lograr.
¡Llenémonos de gozo y demos la bienvenida a
los Graduandos!
MONICIONES A LAS LECTURAS
PRIMERA LECTURA
Del libro del Génesis se narrará el establecimiento y constitución del
Pueblo de Dios. Abraham y su sobrino, Lot, esclarecen el camino a seguir por
las dos familias, ahora demasiado numerosas. Abraham da a escoger a su sobrino,
quien no duda en tomar la mejor parte, con tierras fértiles. A Abraham, en
cambio, le queda la tierra pedregosa. No obstante, el Señor, siempre fiel a su
palabra, confirma su promesa: esta tierra será suya y de sus descendientes, que
serán numerosos e incontables.
SALMO RESPONSORIAL
El que se hospeda en la Casa del Señor ha de
ser sólidamente honesto. Así lo enseñaba la catequesis que recibían los que
peregrinaban al templo de Jerusalén, condensada en el Salmo 14, con el cual
oraremos seguidamente. El buen cristiano ha de ser buen ciudadano, respetuoso
de las leyes de justicia, equidad, moral y fraternidad que construyen la
sociedad. Porque lo que se hace en el templo hay que practicarlo en el cada
día.
EVANGELIO
¿Qué camino debemos seguir para lograr la
verdadera felicidad? Lo fácil no suele resultar lo mejor. El Evangelio según
san Mateo nos presenta una serie de dichos del Señor Jesús, muy bien hilados,
que nos motivan a vivir nuestra condición de hijos de Dios, de hermanos,
tratando a otros como nos gustaría ser tratados. Porque es cómodo vivir
exigiendo, aunque sea el camino angosto, el de esforzarse por otros, el de
ahondar y vivir nuestra fe, el que da vida verdadera.
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