II Domingo de Cuaresma 12 de marzo de 2017
MONICIÓN
DE ENTRADA

Pero, ¡pendientes! Jesús no se quedará en el
Tabor; bajará a enfrentar sus situaciones de dolor y transformarlas en Gloria
de Dios. Y lo hace con la ayuda del Padre,
siempre dispuesto a fortalecernos a todos.
PENITENCIAL
1. Porque no le creemos a Dios, aunque estemos
dispuestos a cualquier cosa por la promesa de alguien. ¡Señor, ten piedad!
2. Porque nos conformamos con la fe pequeña
recibida en catequesis, olvidando alimentarla y cultivarla para que crezca y dé
frutos de amor. ¡Cristo, ten piedad!
3. Porque nos vamos a los extremos: o nos la
pasamos solo orando y adorando al Señor, o nos quedamos en la comodidad de
quien ha sido salvado, sin hacer nada por el prójimo. ¡Señor, ten piedad!
MONICIONES
SOBRE LAS LECTURAS
PRIMERA.- La
tradición bíblica ha considerado a Abraham como nuestro padre en la fe. Descubriremos cómo este hombre -uno
cualquiera- respondió al llamado de Dios con plena confianza. Él le creyó a
Dios, quien cumplió sus promesas, transformando, así, su historia y su vida,
según escucharemos en el relato del Génesis.
SALMO.- Lleno
de esperanza, el salmista proclama la grandeza y la bondad de quien siempre le
protege y defiende de sus enemigos –externos e internos- y le lleva a vivir la
plenitud de la vida. El Dios de la Misericordia actuará en nuestras vidas en el
momento justo, en la forma correcta, por más grande que sea nuestro dolor.
SEGUNDA.- La
Segunda Carta de san Pablo a Timoteo contiene muchos y buenos consejos. Exhorta
al joven a vivir la doctrina que Jesús nos enseñó, por cuanto constituye vida y
luz para nosotros. Y, aunque pueda resultar duro, la fuerza de Dios nos
ayudará.
EVANGELIO.- De
San Mateo, se proclamará el pasaje sobre la Transfiguración de Jesús. Por si
hubiera dudas y para que la memoria viniera en su auxilio cuando llegara el
momento de la entrega plena al Padre, Jesús se presenta a tres de sus apóstoles
en su majestad. ¡Provoca quedarse! ¡No, hay que dar testimonio de vida!
ORACIÓN
DE LOS FIELES
1. Evangelizar es un duro trabajo, en el cual
se manifiesta la fuerza de Dios. Oremos por la Iglesia, el Papa Francisco,
nuestros Obispos y nuestros sacerdotes, así como por cada bautizado. Roguemos al Señor.
2. Gobernar naciones, dirigir grupos de
personas grandes o pequeños eficazmente requiere cualidades y valores. Oremos por
los gobernantes del mundo para que promuevan la paz y la justicia entre los
hombres. Roguemos al Señor.
3. Hoy se habla mucho del amor, pero este no va
con la confianza. Oremos para que descubramos que Dios es fiel y nos fiemos de
sus promesas, que siempre se cumplen. Roguemos
al Señor.
4. Mucha gente intenta ayudarnos en nuestros
procesos educativos y formativos. Oremos por ellos, para que nos animen a
descubrir los valores de Dios, del amor que sirve y comparte, de la fidelidad a
Dios y la confianza en Él. Roguemos al
Señor.
5. Nuestro Dios está vivo pero, muchas veces,
tenemos cara de tristeza y oscuridad. Oremos para que la oración, los esfuerzos
por atender a las personas que nos necesitan y el amor, nos hagan mostrar a todos el Rostro de Jesús. Roguemos al Señor.
6. La enfermedad, los problemas laborales,
familiares y económicos, nos llenan de oscuridad y pesimismo. Oremos para que todos
ellos puedan subir al Tabor. descubrir el Rostro de Jesús y copiarlo en ellos y
en los suyos. Roguemos al Señor.
7. Oremos por todos los difuntos, especialmente
por aquellos que no tienen quién ore por ellos. Roguemos al Señor.
OFERTORIO
La Eucaristía es la gran demostración de tu
promesa que se cumple: ‘Estaré con ustedes todos los días hasta el fin del
mundo.’ Al entregar las ofrendas de pan
y vino estamos proclamando nuestra fe en tu fidelidad y nuestra decisión de
seguirte siempre. Sabemos que eres la fuerza que nos ayuda a superar las
pruebas y dificultades de cada día. ¡Gracias, Señor!
ACCIÓN
DE GRACIAS
Gracias, Señor, porque nos entregas tu amor
fiel y siempre estás bien dispuesto para ayudarnos a salir de la oscuridad y
encontrarnos con tu Luz. Amén.
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