Domingo XXXII del Tiempo Ordinario, Misa Familiar, 6 de noviembre de 2016
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy
buenos días, hermanas y hermanos! Reunidos para celebrar el Día del Señor en
este XXXII Domingo del Tiempo Ordinario, hemos de recordar siempre que Jesús
murió y resucitó. Por lo tanto, nos corresponde también a nosotros pasar por
ahí. Un día nos encontraremos con una nueva vida, llenos de alegría, gozo
perfecto, amor y paz. Y, aunque haya que vivir muchos momentos de dolor, la
esperanza nos conducirá a esta meta, que es la vida verdadera.
Se adelantan varios
niños(as) por la nave central con carteles elevados:
XXXII DOMINGO
ORDINARIO
VIVAMOS EL DOLOR CON
ESPERANZA
¡DIOS ES VIDA!
RESURRECCIÓN, REGALO
DE DIOS
EL GRAN RETO, LA FE
MONICIONES SOBRE LAS
LECTURAS
Dios,
que nos ha llamado la vida, nos enriquece con ciertos ‘regalos’ que nos son muy
necesarios para correr bien la carrera de nuestra existencia. Porque el dolor
nos tocará muchas veces y sólo una fe firme nos posibilita para mantenernos en
sintonía con la vida verdadera. Es que, como bien lo dirá Jesús, Dios no es
Dios de muertos, sino de vivos y la Resurrección es el paso que sigue a la
muerte física.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1.
Oremos por el Papa Francisco, nuestros obispos y sacerdotes y por todos los
bautizados, para que la Iglesia viva muy unida a Dios. Roguemos al Señor.
2.
Por todos los gobernantes, para que sean justos y se esfuercen por servir a
todos los ciudadanos. Roguemos al Señor.
3.
Por nosotros, nuestros catequistas y familiares, para que no perdamos el tiempo
y nos preparemos también para resucitar un día. Roguemos al Señor.
4.
Para que, en medio de las dificultades, vivamos firmes en la fe, llenos de esperanza
en la vida eterna, la vida verdadera. Roguemos
al Señor.
5.
Oramos por todos los difuntos. Para que el Dios de la vida les conceda el gozo
de una eternidad en su Amor, según lo creemos. Roguemos al Señor.
OFERTORIO
1.
Porque debemos ser Luz dondequiera que nos encontremos. Porque la Luz de Cristo
nos lleva a la Resurrección… (Cirio
encendido)
2.
Representamos la vida en estas flores. Diferentes en aroma, color y forma, nuestras
vidas deben mostrar la generosidad del Creador donde nos encontremos. (Flores)
3.
Vivir tiene sus dificultades; pero creemos firmemente que Jesús se hará
presente en las ofrendas del pan y el vino para alimentarnos en el camino de
nuestras vidas, anticipo del Banquete Celestial. (Cáliz,
hostias y vinajeras)
ACCIÓN DE GRACIAS
Gracias,
Señor, por todo cuanto haces para ayudarnos cada día. Amén.
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