MISA RITUAL TOMA DE POSESIÓN DEL NUEVO PÁRROCO, JOSÉ ANTONIO SANTANA HERNÁNDEZ
ARQUIDIÓCESIS DE MÉRIDA
PARROQUIA “INMACULADO CORAZÓN DE
MARÍA”
MISIONEROS CLARETIANOS
LOS CUROS, MÉRIDA, ESTADO MÉRIDA
MISA RITUAL
TOMA DE POSESIÓN DEL NUEVO
PÁRROCO,
JOSÉ ANTONIO SANTANA HERNÁNDEZ
5
de marzo de 2016
MONICIÓN
DE ENTRADA
Nuestra comunidad
parroquial se encuentra reunida
en esta tarde para acompañar al padre
José Antonio Santana Hernández en la
oportunidad de asumir su condición de nuevo
Párroco de esta parroquia, Corazón de María, hecho que nos llena de
alegría. Lo hará en compañía del presbítero
Jesús Antonio León y del hermano John Jairo Flores, también
Misioneros Claretianos, con quienes trabajará en equipo de servicio parroquial.
No escapan a nuestra
memoria, sin embargo, el esfuerzo y la dedicación de nuestro padre Rubén Darío González, a quien
confiamos al Señor, que todo lo ve, para que le recompense por tanto esfuerzo y
celo pastoral manifestados en el ejercicio de sus funciones como párroco
durante los últimos años.
Es este un día para destacar
y agradecer la Misericordia de Dios en favor de sus hijos e hijas, tanto en lo
particular como en cuanto a nuestra condición de parroquia, por cuanto contar
con un equipo de misioneros que estén dispuestos a atender las necesidades
espirituales y personales que se presentan constantemente, eso es recibir en
abundancia el amor purísimo y transformador de nuestro Señor.
Así mismo, agradecemos
al Señor la presencia entre nosotros del obispo auxiliar de esta Arquidiócesis,
Mons. Alfredo Enrique Torres Rondón,
quien presidirá tan singular momento de la vida parroquial de esta porción de
la Iglesia a su cargo con la solicitud acostumbrada.
Atentos a la
Palabra de Dios
y a los
signos que en
este día se resaltan especialmente,
dejemos que la celebración de esta Eucaristía
aliente nuestra fe y transforme nuestra existencia.
LECTURA
DEL NOMBRAMIENTO
MONICIÓN
El
presbítero José Antonio Santana demostrará su disponibilidad libre y dichosa para
cumplir la voluntad de Dios con la obediencia. Seguidamente se leerá el Nombramiento
de Párroco para la comunidad parroquial del “Corazón de María”, decretado por
el Arzobispo Metropolitano de la Arquidiócesis de Mérida, Mons. Baltazar
Enrique Porras Cardozo.
PROFESIÓN
DE FE Y PROMESA DE FIDELIDAD A LA IGLESIA
MONICIÓN
A
continuación se realizarán dos acciones jurídico-religiosas -la profesión de fe
y el juramento de fidelidad- que han de garantizar la rectitud y propiedad en
la fe y en las costumbres en el ejercicio que nuestro nuevo párroco asume en
este día en que inicia su ministerio en esta parroquia.
Leído el
nombramiento, el Obispo sentado en la sede con la mitra puesta, puede dirigir
al nuevo párroco las siguientes palabras:
Querido
hijo:
Hoy se te
encomienda la misión de dirigir el pueblo cristiano de esta Parroquia y de
enseñarle lo que la Iglesia ha recibido de Jesucristo. Por ello, conviene que
ahora, en presencia de este mismo pueblo que te escuchará, profeses
públicamente aquella misma fe que les debes enseñar.
El nuevo
párroco se arrodilla ante el Obispo y recita la siguiente profesión de fe:
Yo, José Antonio Santana Hernández, creo con
fe firme y profeso, todas y cada una de las verdades contenidas en el Símbolo
de la Fe, a saber:
Creo en un
solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo
visible y lo invisible.
Creo en un
solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado,
no creado, de la misma naturaleza del Padre por quien todo fue hecho; que por
nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del
Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra
causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y
resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y
muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el
Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que
con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los
profetas.
Creo en la
Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo
bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y
la vida del mundo futuro.
Amén.
Creo,
también, con fe firme todo aquello que se contiene en la Palabra de Dios
escrita o transmitida por la Tradición, y que la Iglesia propone para ser
creído como divinamente revelado, mediante un juicio solemne o mediante el
Magisterio ordinario y universal.
Acepto y
retengo firmemente, asimismo, todas y cada una de las verdades sobre la
doctrina de la fe y costumbres propuestas por la Iglesia de modo definitivo.
Me
adhiero, además, con religioso obsequio de voluntad y entendimiento, a las
doctrinas enunciadas por el Romano Pontífice o por el Colegio de los Obispos
cuando ejercen el Magisterio auténtico, aunque no tengan la intención de
proclamarlas con un acto definitivo.
Luego colocando su mano derecha sobre
el libro de los Evangelios que el Obispo tiene sobre sus rodillas, concluye
diciendo:
Que Dios
me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mis manos.
Inmediatamente
terminada la profesión de fe, el nuevo párroco continúa de rodillas y hace el
juramento de fidelidad.
Yo, José Antonio Santana Hernández, al
asumir el Oficio de párroco de la
Parroquia “Corazón de María”, prometo mantenerme siempre en comunión con la
Iglesia Católica, tanto en lo que exprese de palabra como en mi manera de
obrar.
Cumpliré
con gran diligencia y fidelidad las obligaciones a las que estoy comprometido
con la Iglesia, tanto universal como particular, en la que he sido llamado a
ejercer mi servicio según lo establecido por el Derecho.
En el
ejercicio del ministerio que me ha sido confiado en nombre de la Iglesia,
conservaré íntegro el depósito de la fe y lo transmitiré y explicaré fielmente;
evitando por tanto, cualquier doctrina que le sea contraria.
Promoveré
la disciplina común a toda la Iglesia y urgiré la observancia de todas las
leyes eclesiásticas, ante todo aquellas contenidas en el Código de Derecho
Canónico.
Con
obediencia cristiana acataré lo que enseñen los sagrados Pastores como doctores
y maestros auténticos de la fe, y lo establezcan como guías de la Iglesia, y
ayudaré fielmente al Obispo Diocesano para que la acción apostólica que he de
ejercer en nombre y por mandato de la Iglesia, se realice siempre en comunión
con ella.
Luego
colocando su mano derecha sobre el libro de los Evangelios que el Obispo tiene
sobre sus rodillas, concluye diciendo:
Que así
Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mis manos.
Enseguida se
dirige al altar y firma la profesión de fe y el juramente de fidelidad
juntamente con el Obispo.
GLORIA
PRIMERA
LECTURA
(Jeremías
1,4-9)
Aun cuando Jeremías no quería ser
profeta, le correspondió hacerlo y en tiempos de gran dificultad. En la
cercanía que siempre había experimentado con Dios, teme la misión que se le
está encomendando y le advierte al Señor que él no es más que un niño. Sin
embargo, Dios insiste y le tranquiliza, asegurándole que Él mismo estará a su
lado, cuidándolo.
Lectura
del libro del profeta Jeremías
Recibí esta palabra
del Señor: «Antes de formarte en el vientre, te escogí; antes de que salieras
del seno materno, te consagré: te nombré profeta de los gentiles».
Yo repuse: «¡Ay,
Señor mío! Mira que no sé hablar, que soy un muchacho».
El Señor me contestó:
«No digas: "Soy un muchacho", que a donde yo te envíe, irás, y lo que
yo te mande, lo dirás. No les tengas miedo, que yo estoy contigo para
librarte». Oráculo del Señor.
El Señor extendió la
mano y me tocó la boca; y me dijo: —«Mira: yo pongo mis palabras en tu boca». Palabra de
Dios.
SALMO
RESPONSORIAL (Salmo 18, 2-7)
La Iglesia ha nacido para llevar
la Buena Nueva a todos los pueblos; por lo tanto, está llamada a proclamar la
gloria de Dios. Así, cada bautizado y, muy particularmente, sus pastores, han
de pregonar, con ardor del Espíritu, la Palabra de Dios
R.
/ A toda la tierra alcanza su pregón.
El cielo proclama la
gloria de Dios el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa
el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. R. /
Sin que hablen, sin
que pronuncien, sin que resuene su voz, a toda la tierra alcanza su pregón y
hasta los límites del orbe su lenguaje. R.
/
SEGUNDA
LECTURA (1
Corintios 4,1-5)
Muy clara las afirmaciones de san Pablo en su
Primera Carta a los Corintios: los ministros de Cristo, por ser administradores
de los bienes de Dios, han de ser fieles
a la misión que se les encomienda. Y destaca, además, que es Dios el único a
quien deberán dar cuenta de su actuación, por cuanto a Él sirven. Por tanto,
oremos por nuestros pastores y dejemos que Dios sea quien juzgue sus actos.
Lectura
de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios
Hermanos: Procuren
que todos nos consideren como servidores de Cristo y administradores de los
misterios de Dios.
Ahora bien, lo que se
busca en un administrador es que sea fiel. Por eso, lo que menos me preocupa es
que me juzguen ustedes o un tribunal humano; pues ni siquiera yo me juzgo a mí
mismo. Es cierto que mi conciencia no me reprocha nada, pero no por eso he sido
declarado inocente. El Señor es quien habrá de juzgarme. Por lo tanto, no
juzguen antes de tiempo; esperen a que venga el Señor. Entonces él sacará a la
luz lo que está oculto en las tinieblas, pondrá al descubierto las intenciones
del corazón y dará a cada uno la alabanza que merezca. Palabra de Dios.
ENTREGA
DEL LECCIONARIO
Seguidamente y antes de la proclamación del
Evangelio, el nuevo párroco recibirá del Obispo el Leccionario con la siguiente
oración:
Recibe el Evangelio de Cristo, del cual
fuiste constituido mensajero; anuncia su mensaje de salvación con deseo de
enseñar y con toda paciencia, por medio de la catequesis y de la hornilla,
ayudando a tus hermanos a conformar su vida con la Palabra de Dios. En el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
El nuevo párroco responde:
Amén.
En la homilía, el Obispo explica a los
fieles las funciones del párroco e ilustra el significado de los ritos que van
a tener lugar.
EVANGELIO
El evangelista san Mateo referirá la
necesidad de que ‘los más grandes’ mantengan sus realidades interiores en
sintonía con la de Cristo. Es que el Señor quiere que quienes le siguen sean
fieles a su visión de igualdad y servicio de unos a otros y que eviten
alimentar posiciones de autoridad y de poder.
Lectura
del santo Evangelio según san Mateo
En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes
y a sus discípulos: Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen ‘maestros’,
porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún
hombre sobre la tierra lo llamen ‘padre’, porque el Padre de ustedes es sólo el
Padre celestial. No se dejen llamar ‘guías’, porque el guía de ustedes es
solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que
se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido”. Palabra del Señor.
TOMA DE POSESIÓN DE
LOS DIVERSOS LUGARES CELEBRATIVOS
Terminada la
homilía, el pueblo permanece en sus lugares, mientras se organiza una pequeña
procesión. Precede el turiferario, sigue la cruz procesional en medio de dos
acólitos con cirios y finalmente el nuevo párroco y el Obispo asistido por dos
diáconos.
MONICIÓN
Jesús
obra en favor de su pueblo mediante tres realidades eclesiales sobre las cuales
el sacerdote párroco ha de fundamentar su labor, a saber: enseñar, santificar y
gobernar. En virtud de ello, el Obispo procederá a entregar algunos signos y lugares
litúrgico-celebrativos al nuevo párroco, quien los utilizará para desempeñar su
caridad pastoral. De manera ordenada se realizará una procesión con las
personas seleccionadas, mientras nosotros permanecemos, alegres, en nuestros
asientos.
PUERTA DE LA IGLESIA
En la puerta
de la Iglesia el Obispo entrega al nuevo párroco las llaves del edificio
mientras le dice:
Recibe las
llaves de esta Iglesia como signo de autoridad. Cuida de abrirla oportunamente
para que los fieles puedan acudir a celebrar los misterios cristianos y a orar
en la presencia del Señor. Procura también que, en la misma forma que cuidas que
las puertas de este templo estén abiertas, abras también para
Dios, con tu palabra y con tu conducta, el corazón de los fieles.
CAMPANARIO
El Obispo invita al nuevo párroco a
tocar las campanas, diciéndole:
Cristo,
que murió en la cruz para reunir a los hijos de Dios dispersos por el pecado,
te encomienda que seas asiduo en convocar a tus fieles para que, al sonido de
estas campanas, se apresuren a congregarse en esta iglesia. Haz sonar, pues,
las campanas parroquiales para señalar los días de fiesta, los tiempo de
oración y los principales acontecimientos que afectarán, con alegría o con
lágrimas, a esta comunidad o a algunos de sus miembros.
BAUTISTERIO
Llegados a la fuente bautismal el
Obispo dice al nuevo párroco:
Esta es la
fuente de la vida que mana del costado de Cristo y limpia los pecados del
mundo. Este es el seno materno de la santa Madre Iglesia que engendra hijos
para la eternidad. En esta fuente bautismal harás renacer, por el agua y el
Espíritu Santo, tanto a los niños que te presenten los padres cristianos como a
los adultos que se conviertan a la fe.
SEDE PENITENCIAL
Junto al confesionario el Obispo dice
al nuevo párroco:
Dios ha
amado tanto al mundo que le ha entregado a su Hijo para que nadie perezca sino
que todos tengan vida eterna. En este lugar el Señor, a través de tu
ministerio, realizará maravillas en los corazones arrepentidos. Cuida, pues de
reconciliar con Dios a los fieles que después del bautismo hayan recaído en el
pecado y a aquellos que acudan a ti deseando convertirse más plenamente a Dios.
Este es el trono de la gracia para alcanzar misericordia.
El Obispo invita al nuevo párroco a
que se siente en el confesionario mientras el coro y el pueblo entonan un canto
apropiado.
SEDE PRESIDENCIAL
Terminada la procesión por los
diversos lugares de la Iglesia el Obispo sentado en la Sede dice al nuevo
párroco:
En la
persona del Obispo, Jesús, el buen Pastor, está presente en medio de su pueblo.
Es él, en efecto, quien por medio de nosotros, sus ministros, continúa
anunciando el Evangelio y presidiendo la oración de sus fieles. Tú, también, como
cooperador de tu Obispo, ocupando este Sede, serás imagen de Jesucristo,
predicarás su Evangelio y presidirás la oración de la Iglesia que se reúne en
esta parroquia.
El Obispo
entonces se levanta e invita al nuevo párroco a sentarse unos momentos en la
Sede presidencial mientras el coro y el pueblo entonan un canto apropiado.
ALTAR
Finalmente,
los ministros le ofrecen al Nuevo párroco la casulla sacerdotal para que se
revista y pueda así el Obispo invitar al nuevo párroco a besar el altar
diciéndole:
Esta es la
mesa del Señor. Alrededor de la misma congregarás a los hijos de la Iglesia y,
en nombre de Jesucristo, presidirás la Eucaristía para que tus fieles puedan
unirse al sacrificio de Cristo y participen, así, de la Cena del Señor.
MONICIÓN
De
esta manera, el Padre José Antonio Santana Hernández queda jurídica y
litúrgicamente constituido párroco; le brindamos un fuerte aplauso y deseamos
que la gracia del Espíritu le ayude cada día.
Concluido el
rito de toma de posesión, tanto el Obispo como el nuevo párroco van a sus sedes
respectivas. Los acólitos que portaban la cruz alta, los cirios, el turiferario
van a sus respectivos lugares. La celebración prosigue como habitualmente a
partir de la oración universal.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Integrados
a través de la parroquia, en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu
Santo, oremos con fe al Señor que conoce cuáles son las verdaderas necesidades
de su pueblo. (R. Te rogamos,
óyenos.)
1.
Para que la fuerza del Espíritu Santo, que el
Padre derramó sobre Jesús y Él comunicó a sus santos Apóstoles y, por medio de
ellos, a los Obispos, asista a nuestro Obispo Alfredo Enrique Torres Araujo y
le conceda servir a Dios día y noche y apacentar fielmente esta nuestra Iglesia
que le ha sido encomendada. Roguemos al
Señor.
2.
Para que Dios conceda a nuestro párroco, el
Padre José Antonio Santana Hernández, que hoy inaugura su ministerio pastoral
entre nosotros, la fuerza del Espíritu. Le dé un conocimiento profundo de la
Palabra divina, le conceda enseñar a su pueblo con mansedumbre y santidad y le otorgue
ser en todo modelo de su rebaño. Roguemos
al Señor.
3.
Para que el Señor conceda a los religiosos de
nuestra parroquia amar intensamente a Jesucristo, ser testigos del Reino futuro
y atraer así a los demás fieles de nuestra feligresía a cumplir sin desfallecimiento
los deberes de la vocación cristiana. Roguemos
al Señor.
4.
Para que Dios venga en ayuda de las familias
de nuestra parroquia que se ven sometidas a diversas pruebas, dé la salud a los
enfermos, otorgue su fuerza a los ancianos y conceda a los incrédulos que
conviven con nosotros descubrir la riqueza de la fe y a los pecadores la gracia
de la conversión. Roguemos al Señor.
5.
Para que Dios suscite en su Iglesia pastores
que apacienten a los fieles de las diversas parroquias y comunidades diocesanas
y sean celosos dispensadores de los misterios de Dios. Roguemos al Señor.
6.
Para que el Señor dé el descanso eterno a los
Obispos que han regido nuestra Iglesia de Mérida, a los párrocos y demás
sacerdotes que ejercieron el ministerio en nuestra parroquia y a todos los que
forman parte de esta comunidad y han dejado ya este mundo. Roguemos al Señor.
OFERTORIO
Tu
pueblo, Señor, quiere unirse a tu sacrificio. Por eso portamos hasta el altar
nuestros preciados dones, entregándote con ellos la vida de nuestra parroquia:
La
alegría / Flores (Niños/as de Catequesis,
Grupos y Particulares)
El mismo llanto de
una criatura al nacer constituye razón de alegría, a pesar de los dolores
vividos. La vida de nuestra comunidad se entrega en esta ofrenda, con sus
alegrías y sus tristezas, con sus logros y fracasos, con su dicha y su dolor;
todo, como don de la vida misma.
Corazón
de María / La Misericordia (2 matrimonios de la
comunidad)
La Misericordia de
Dios que bajó al mundo en la Persona del Verbo Encarnado, haciendo el Corazón
Inmaculado de su Madre semejante al suyo, es la que mueve nuestros corazones a ver
en las personas más allá de lo aparente, más allá de los actos. Agradecemos y
ofrendamos a través de nuestra Madre los actos de misericordia realizados por
la comunidad.
Planes
y Proyectos / Remodelación (Miembros del Consejo
Económico)
Una comunidad viva
requiere esforzarse ante sus limitaciones; solo así logrará salir adelante,
solucionar y crecer. Estos planes y proyectos constituyen alabanza a Dios por
los dones y capacidades recibidos, y expresión de gratitud por conducirnos al
logro de nobles propósitos.
El
Servicio / Grupos Parroquiales (Un miembro por grupo)
La vida de toda
comunidad se establece y demuestra en el servicio. Los grupos parroquiales
existen en cuanto sirven, expresan misericordia y acciones concretas en beneficio
de los pequeños del Señor. A Ti, Señor, que todo nos lo das, te entregamos
nuestros pequeños y grandes esfuerzos por amar.
Crismeras
/ Vida Sacramental (Cofradía
del Santísimo y Ministerio de la Misericordia)
La vida de Cristo
Resucitado se nos transmite en cada sacramento. Al presentar las Crismeras
estamos entregando la vida sacramental de nuestra parroquia, vida que nos ha de
llevar a vivir más planamente el encuentro con Cristo en el hermano y la
hermana.
Pan
y Vino / Nuestra fe (Catequesis, uno por nivel)
Finalmente
presentamos el pan y el vino, la ofrenda más agradable y santa a los ojos de
Dios. El mismo Jesús los transformará en su Cuerpo y en su Sangre para que
nunca nos falten fuerzas para mejorar y transformar lo que sea necesario. Él siempre
estará con nosotros llamándonos y ayudándonos en el camino de nuestras vidas…
Por todo esto, te damos gracias, Señor.
Al llegar al altar el Obispo y el nuevo párroco, se
acerca un acólito que alcanza al Obispo las crismeras y éste se las entrega al
nuevo párroco diciendo:
José Antonio Santana Hernández, recibe
los Óleos Consagrados para hacer participar al pueblo que te ha sido confiado
del Misterio Pascual. Unge a los catecúmenos para disponerlos al bautismo,
conforta a los enfermos con el aceite destinado para ellos, derrama sobre los
recién bautizados el Santo Crisma para hacerlos participes de Cristo Sacerdote,
Profeta y Rey.
Luego
el Obispo recibe el pan y el vino y se
lo entrega al nuevo párroco, diciendo:
Recibe la
ofrenda del pueblo santo para presentarla a Dios. Considera lo que realizas e
imita lo que conmemoras y conforma tu vida con el misterio de la Cruz del
Señor.
ENTREGA DE LA LLAVE DEL SAGRARIO Y RESERVA DE LA
EUCARISTÍA
Terminada la distribución de la
comunión se deja sobre el altar el copón de la reserva. El Obispo puede hacer
entrega al nuevo párroco de la llave del Tabernáculo donde se reservará el
Santísimo Sacramento diciendo:
José Antonio Santana Hernández, recibe la
llave del sagrario. Conserva con todo cuidado el Pan Eucarístico, para llevarlo
a los enfermos y moribundos, a los ancianos y a cuantos no pueden celebrar la
Eucaristía dominical con la comunidad. Procura también que tus fieles se
dediquen a la adoración eucarística, y cuida que la luz permanezca encendida para
señalar la presencia del Señor.
El nuevo párroco reserva el Santísimo Sacramento. Luego de unos
momentos de silencio el Obispo, desde la sede, reza la Oración después de la
Comunión.
MONICIÓN
Hemos
participado en una Celebración de profundo significado para nuestra comunidad
parroquial. Siendo que el ministerio de la Palabra es una de las tareas y de
las acciones que el nuevo párroco asume al iniciar su ministerio parroquial, dispongámonos
a escuchar las palabras que nos dirigirá el padre José Antonio Santana.
PALABRAS
DEL NUEVO PÁRROCO
BENDICIÓN
FINAL
Comentarios
Publicar un comentario