IV Domingo del Tiempo Ordinario, 31 de enero de 2016
MONICIÓN DE ENTRADA ¡Muy buenos días nos dé el Señor! Sintámonos bienvenidos a esta Eucaristía del IV Domingo del Tiempo Ordinario, último día del mes de enero. El Evangelio de Cristo es una experiencia, más que una palabra. Es asumir con valor una forma de vida que debe producir frutos de justicia y de paz. Sin embargo, ante él muchos se asustan porque temen perder espacios y libertades que, sin ser tal cosa realmente, les mantienen esclavos de mentiras o verdades parciales, prerrogativas o leyes que jamás les darán la felicidad. Porque seguir a Jesús es aceptar a los demás –con lo bueno o malo que tengan-, abrir espacios de entendimiento –aunque nos resulte difícil-, valorar la muy buena creación que Dios ha hecho de todos nosotros; en fin, es descubrirlo en cada persona. Llevar su Evangelio es ser signo del amor de Dios. PENITENCIAL 1) Nos guiamos por patrones sociales más que por nuestra sensibilidad y capacidades. Vivimos en tristeza por no cumplir la volu