Solemnidad de Santa María, Madre de Dios 1 de Enero de 2016
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Con alegría, queremos desearles a todas y
todos un Feliz Año Nuevo 2016!
No importa si somos pocos, lo que importa es
que estos pocos que estamos aquí en este día vamos a llevar múltiples
bendiciones a nuestros hogares y espacios. Y lo haremos de manos de María, la
Madre de Dios, la Madre de la Paz, la Madre del amor más puro y universal. Pues
en Ella la benevolencia de Dios se ha hecho mirada de paz. Con María, somos
hijos de Dios. Como Ella, la paz de nuestros corazones ha de llevarnos a ser
constructores de la Paz verdadera mediante la oración –que fortalece- en cada
ambiente y aspecto de nuestra vida, de nuestro cada día, en las relaciones
interpersonales; porque la paz debe comenzar a establecerse mediante la
justicia y el amor verdaderos por quienes nos rodean.
Cuando hemos recibido el Gran Regalo, que es
Cristo Jesús, comprendamos que Él nos necesita para hacer más humano este
mundo. ¡Démosle la oportunidad! Que la mirada de María, la Virgen, vigile y contagie de Luz de Cristo nuestros
pensamientos y acciones para que nos podamos llamar ‘constructores de la paz’.
ACTO PENITENCIAL
1.
Muchas
veces, Señor, no aceptamos la bendición en nuestras vidas y se la negamos a quienes
nos rodean. Maldecimos como si eso no tuviera consecuencias para nosotros
mismos y para los demás. ¡Señor del año
nuevo, ten piedad!
2.
Vivimos
como si no importara ser hijos de Dios. Irrespetamos a las personas como si no
tuvieran dignidad, como si Dios no las hubiera salvado también a ellas. ¡Señor del año nuevo, ten piedad!
3.
Nos
esforzamos en ser como los grandes personajes del mundo público. Olvidamos
imitar a María, la Madre reflexiva, orante, obediente, el Modelo para la
felicidad verdadera. ¡Señor del año
nuevo, ten piedad!
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
PRIMERA.- Es brevísima
la Primera Lectura, del libro de los Números; pero en ella se transmite la
fórmula de bendición dada por Dios a los israelita. ¡Buen momento para aprender
a ‘decir bien’ a las personas!
SALMO.- El salmo 66 se
utilizaba como fórmula litúrgica para dar gracias a Dios por la bondad de las
cosechas. Y es un poema de gran fuerza que expresa el agradecimiento a un Dios
que ayuda siempre y que se ocupa de sus criaturas. En el inicio del nuevo año,
es una buena forma para alabar a Dios.
SEGUNDA.- Nos encontramos con
la Carta de san Pablo a los Gálatas. La plenitud de los tiempos ha llegado de
manos del Hijo de Dios y a través de una Mujer, María, de cuya descendencia
nacería nueva la humanidad, pues el Hijo Unigénito es ahora, además, persona
humana. ¡Tenemos Padre, Hermano y Madre! ¡Razones para agradecer!
EVANGELIO.- San Lucas nos ubica luego del anuncio de los
ángeles a los pastores; ellos se apresuraron para regocijarse en lo que se les
había anunciado, esto es, iluminada su fe. Y el autor hace referencia a la
Madre, quien guardaba todo lo que tenía que ver con su Hijo en su corazón. ¡Tan
valioso le resultaba lo vivido, su experiencia de Dios y de la vida!
ORACIÓN DE LOS FIELES
1. Por la Iglesia. Para que la paz que Jesús le dio
y que recibió llegue a cada lugar donde se encuentre aunque sea un pequeño
grupo de católicos. Y que sus oraciones tengan la fuerza del Espíritu para
renovarnos con la paz verdadera.
Roguemos al Señor.
2. Por quienes han sido bendecidos con la
oportunidad de gobernar alguna entidad o nación, para que se hagan conscientes
de la responsabilidad que tienen para que se logre la paz; que el Señor los
guíe con su Misericordia. Roguemos al
Señor.
3. Por los que están soportando la cruz del
sufrimiento, bien sea por enfermedad, carencias o excesos, soledad o vacío de
Dios. Que puedan descubrir en nuestra Madre un camino de alivio y fuente de
esperanza que alivie su dolor. Roguemos
al Señor.
4. Por quienes necesitan de ayuda material. Por
quienes les socorren. Para que haya superación de los miembros de esos grupos
familiares y encuentren la manera de desarrollarse positivamente. Roguemos al Señor.
5. Encomendamos a los enfermos. Te entregamos, Señor,
el miedo que la enfermedad produce. Pedimos Tus bendiciones para que nunca
falten los recursos para su atención adecuada. Suplicamos Tu Luz sobre quienes
les atienden en los hogares, hospitales y clínicas. Roguemos al Señor.
6. Por aquellos que ya no compartieron nuestra mesa
ni nuestro ‘¡feliz año!’, para que el gozo de Tu Presencia sea la recompensa
por la vida vivida en esperanza. Por sus familiares, para que encuentren en Ti
su consuelo y renueven la alegría de seguir viviendo. Roguemos al Señor.
7. Por nosotros, para que nuestro testimonio de
vida demuestre a todos que tenemos una Madre que guía nuestro caminar hacia la
Misericordia de Dios. Roguemos al Señor.
8. Vivir en Misericordia requiere esfuerzo y
disposición. Al agradecerte por este Año Extraordinario de la Misericordia, Te
suplicamos tu ayuda para que obtengamos para nosotros y nuestros difuntos los
beneficios que se nos ofrecen. Roguemos
al Señor.
OFERTORIO
1. El pasado parece conocido pero el futuro nos es
totalmente desconocido. Entregamos dos
calendarios: el que acompañó el año 2015 y el que lo hará durante el 2016.
Bendice nuestros días con Tu Luz, para que los caminemos contigo, en
Misericordia.
2. Tus
planes, Señor, son perfectos. En esta
agenda te entregamos cada instante de nuestro 2016, para que se haga Tu
Voluntad y no la nuestra.
3. Entregamos el
pan y el vino. De María recibimos al Hijo del Padre, en quien todos somos
hijos e hijas. Con Ella queremos ser portadores de Ti, Jesús, y gozar de tu
Presencia Eucarística para ser testimonios vivientes de misericordia y paz
dondequiera que nos encontremos. ¡Gracias por quedarte con nosotros, Jesús!
ORACIÓN FINAL
Señor, nada
tenemos fuera de Ti. Las personas, los eventos y las cosas van y vienen, muchas
veces en contra de nuestra voluntad y experimentando dolor y rupturas
profundos. ¡Sólo Tú permaneces! ¡Sólo Tú estás siempre! ¡Sólo Tú nos has amado
hasta el gran sacrificio! Te damos gracias,
Señor. Al agradecer tu Presencia en nuestras historias personales, Señor, te
entregamos todo lo que somos y tenemos para que Tú seas nuestro Señor.
Confiamos en tus bendiciones abundantes; haz que sepamos descubrirlas y
gozarnos en ellas. Amén.
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