Misas de grados, 2, 3 y 8 de diciembre de 2015
Miércoles, 2 de
diciembre de 2015
MONICIONES A LAS LECTURAS:
Primera: El Señor camina junto a nosotros. Del fragmento del libro del profeta
Isaías escucharemos cómo Dios en su generosidad y amor nos libra del poder
destructor de la muerte eterna que el pecado causó en la humanidad y se dispone
a llenarnos del gozo de su Presencia liberadora. Solo pide que actuemos con
amor hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Salmo: Es elocuente la hermosura del salmo 22, con el que oraremos
seguidamente. El Señor toma la figura del pastor bueno que vela afanosamente de
cada una de sus ovejas y las va conduciendo. Aún cuando estas atraviesen
lugares oscuros, la vara y el cayado de su Pastor las protegerán. Él mismo
prepara el suculento manjar con que las alimentará mientras llegan a su destino
final.
Evangelio: Jesús es, realmente, ese Buen Pastor a quien
le preocupan nuestras realidades personales y comunitarias, pero que, además,
se ocupa en solucionarlas. El
evangelista san Mateo nos relata seguidamente cómo Jesús, conmovido por la
realidad que Él mismo intuye en quienes tenía cerca, les ayuda sin más; y con
nuestra pequeña colaboración y el poder de su Palabra satisface las
necesidades de todos ellos. ¡Hemos de
estar dispuestos a imitarlo!
MISA DE GRADO
Jueves, 3 de
diciembre de 2015
MONICIONES A LAS LECTURAS
Primera: Solo desde la simplicidad y la verdad podrá cada persona la exaltación
humana. Jesús es nuestra real fortaleza. Él doblega la soberbia y nos hace
caminar por la sencillez que nos hará descubrir la esperanza y volver a
comenzar lo que hemos perdido en nuestra torpeza.
Salmo: Oraremos con el salmo 117. El Señor es bueno
y de Él recibimos su Misericordia. Quien ha sido bendecido debe agradecer. Es
por ello que la gratitud al amor providente y salvador de Dios debe estar
siempre en nuestros corazones.
Evangelio: Muy a propósito de la intención que nos
reúne viene la lectura del evangelio de san Mateo que se proclamará
seguidamente. El ser humano ha sido creado libre para tomar sus propias decisiones.
La sensatez o la insensatez puede ser la característica que defina nuestras
actitudes. Buscar afianzarnos en el Señor es obrar sensatamente nuestra vida
personal, social y profesional. De esta manera lograremos sobreponernos a
cualquier dificultad que hayamos de encontrar cada día.
MISA DE GRADO
Martes, 8 de
diciembre de 2015
MONICIONES A LAS LECTURAS:
Primera: Nos encanta ser víctima cuando somos descubiertos en falta. El libro
del Génesis nos muestra tal actitud en Adán y en Eva, quienes acusan,
respectivamente, ante Dios a la mujer y a la serpiente por la falta que cada
uno había cometido. Indudablemente tanto quien ha incitado a la falta como
quienes la han cometido tendrán consecuencias. Y allí queda establecida la
supremacía de ‘la Mujer’ –María- sobre la serpiente –el Maligno- a quien Ella
dominará.
Salmo: Si reconocemos que el pecado domina nuestra naturaleza, hemos de
alegrarnos ante otra realidad: el Señor, generoso a más no poder, ha triunfado
sobre el mal y ha dejado que su amor y su lealtad transformen esa nuestra
debilidad. Por eso nos corresponde estar alegres.
Segunda: Escucharemos la carta del apóstol san Pablo a los Efesios Estamos
llamados a ser alabanza para nuestro Dios. En Jesucristo nuestro pecado ha sido
transformado en santidad. Él es bendición nuestra, pues nos hizo hijos en Él
para gloria de Dios Padre. De ahí nuestras bendiciones y nuestro constante
agradecimiento a su bondad.
Evangelio: La decisión divina de salvarnos necesitaba
contar con la colaboración nuestra. María es la representante de la humanidad
que fue escogida por Dios para colaborar con Él en su plan de Salvación. Colaboración
brindada en libertad -como escucharemos en el relato evangélico de la Anunciación
del ángel a María- quien acepta ayudar desde su pequeñez.
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