IV Domingo de Pascua 26 de Abril de 2015
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy buenos días tengamos todas y todos!
Estamos ya en mitad de la
Pascua. Por eso, un Domingo más, les decimos: ¡FELIZ PASCUA
DE RESURRECCIÓN!
Hoy celebramos una de las páginas más bonitas
del Evangelio: JESÚS BUEN PASTOR. Las lecturas de hoy nos hablan de un Jesús
Resucitado que, después de sufrir y dar su vida por nosotros, RESUCITA Y –lo sabemos- se constituye en LA PUERTA por la que podemos
entrar para llegar a Dios. Ojalá que todos los domingos recorramos el mismo
camino que Jesús hizo mientras estuvo con nosotros: camino de servicio, de
humildad, de esfuerzo por quienes nos rodean; camino hacia Dios.
Asimismo, en este IV Domingo del Tiempo
Pascual celebramos la Jornada Mundial
por las Vocaciones Sacerdotales y Religiosas. La mies es mucha y los obreros
siguen siendo pocos. Por eso, tengamos una oración y recuerdo agradecido por
nuestros sacerdotes. Recordamos a nuestros Misioneros Claretianos y a nuestras
Hermanas Concepcionistas A todos, les
felicitamos y agradecemos por su misión. Por lo que hacen por nosotros y, sobre
todo, porque intentan llevarnos al encuentro con Dios, a pesar de sus propias
limitaciones.
¡Hermanos, es hora de comenzar esta gran
alabanza a nuestro Salvador!
PETICIONES DE PERDÓN
1.
El Señor dio la vida por todos. ¿Y nosotros? Pidamos perdón por cerrarnos en
nuestra comodidad. ¡Señor, ten piedad!
2.
El Señor conoce cómo somos y cómo pensamos. ¿Por qué, a veces, somos tan duros
en nuestros juicios con los que nos rodean? ¡Cristo,
ten piedad!
3.
Jesús es el Buen Pastor que nos conduce por caminos seguros. ¿Por qué buscamos
otros que nos llevan a la tristeza? ¡Señor, ten piedad!
MONICIONES SOBRE LAS
LECTURAS
PRIMERA.- Recorriendo
los Hechos de los Apóstoles nos centraremos en el Nombre de Jesús, la piedra
angular despreciada y sacada de lado por los poderosos de su tiempo al
crucificarlo. Actualizando la Palabra hemos de preguntarnos qué lugar ocupa
Jesús en nuestras vidas.
SALMO.-
El Salmo 117 se utilizaba en la procesión litúrgica de la fiesta judía de las
Tiendas o de los Tabernáculos. Este hermoso poema del Salterio refleja –de manera
sencilla y muy bien ejemplificada- actitudes del que se sabe acompañado,
sostenido y amado por Dios. De ahí viene su gratitud.
SEGUNDA.- ¡Grande
el amor de Dios! Tanto, que nos llama hijos
suyos, pues en Jesús –el Hijo-
nos convertimos en sus hijos, nos hicimos
semejantes a Él. Por esa razón, un día lo
veremos tal cual es. San Juan nos explicará sobre ese Amor de Dios en el
pequeño fragmento de su Primera Carta que escucharemos como II Lectura.
EVANGELIO.-
El Evangelio de San Juan nos recuerda hoy que el Amor entre el Padre y el Hijo
es mutuo y nosotros podemos vivir ese gran amor. Jesús se nos presenta como
pastor -y no uno cualquiera. Él es el Buen Pastor, que nos cuida y guía por el
buen camino, conoce nuestras debilidades y necesidades tanto como nuestras
fortalezas y posibilidades. ¡Dejémonos conducir por Él! Nada hay que temer.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1.
Cristo nos necesita. Pidamos por el Papa Francisco, por nuestro Arzobispo
Baltazar y su Obispo Auxiliar Alfredo.
Por toda la Iglesia.
Para que sean pastores que conduzcan al mundo al encuentro
con Dios. Roguemos al Señor.
2.
Nosotros les necesitamos. Pidamos al Señor en este día por nuestros sacerdotes.
Para que este día del Buen Pastor y todos los días, les sostengan nuestra
oración, nuestro entusiasmo y colaboración y nuestra alegría por su ministerio
sacerdotal en medio de nosotros. Roguemos
al Señor.
3.
El mundo les necesita. En esta Jornada por las Vocaciones pidamos para que de
nuestra parroquia salgan jóvenes que quieran ser sacerdotes o religiosas.
Necesitamos de personas que nos hablen de palabra y de obra del amor que Dios
nos tiene. Roguemos al Señor.
4.
Por todos los que estamos aquí, en este día del Buen Pastor, celebrando la Eucaristía. Para
que conozcamos más la persona de Jesús. Para que leamos la Biblia. Para que
escuchemos con atención su Palabra. Roguemos
al Señor.
5.
Por los tristes. Por los que han cerrado las puertas de su corazón al amor de
Dios. Por los que se han alejado y por los que ya han muerto. Roguemos al Señor.
6.-
Por nosotros, niños y jóvenes, especialmente por los que vamos a hacer nuestra
Primera Confesión o Comunión, la de Perseverancia o la Confirmación en las
próximas semanas, para que podamos aceptar los ejemplos de Jesús como modelo de
nuestras vidas, y que otros nos imiten. Roguemos
al Señor.
7.
Hoy queremos pedirte, Señor, que nos llames a servirte según Tu Voluntad. Que
podamos responderte con amor para vivir la felicidad de quien descubrió y
atendió su vocación. Roguemos al Señor.
OFRENDAS
1. Jesús
es la puerta para encontrar a Dios. Te
ofrecemos, Señor, nuestro deseo de abrirle de verdad la puerta de nuestro
corazón. (En una cartulina se pega una puerta cerrada donde se escribe
‘Jesús’; al abrirla se leerá la palabra ‘DIOS’)
2. La figura de Jesús, en este IV Domingo
de Pascua, queremos representarla con este bastón.
Necesitamos de Jesús para que nos lleve por las sendas del bien, de la verdad,
de la alegría y –sobre todo- por el camino que va hacia el cielo.
3. Sin
el pan y el vino no hay Eucaristía y
-Tú lo sabes, Señor- la necesitamos para seguir a Jesús. En esta ofrenda te
agradecemos la Salvación que nos ganaste y la existencia de buenos pastores,
nuestros sacerdotes, que consagran el pan y el vino en cada altar, esperando
Tus más abundantes bendiciones para ellos. Por
todo esto, ¡gracias, Señor!
ORACIÓN FINAL
Sólo 'gracias' a quien lo da todo por nosotros. Sólo 'gracias' a quien lo espera todo de nosotros. Sólo 'gracias' a quien permanece en medio de nosotros, cuidándonos y guiándonos, perdonándonos y nutriéndonos. ¡Bendito seas, Señor!
Comentarios
Publicar un comentario