El Padrenuestro, la gran oración (Extracto del programa “Web of Faith”, padre Vallina)
CONSIDERACIONES EN TORNO AL PADRENUESTRO
El Padre
Nuestro, lo encontramos en los Evangelios de san Mateo 6 y Lucas 11; san Marcos 11 sólo hace una breve
alusión. Los contextos en que están relatados son distintos: Mateo lo hace
después del Sermón del Monte, Marcos hace su alusión después de la entrada mesiánica de Jesús en Jerusalén y,
según Lucas, Jesús enseña esta oración a los apóstoles a petición de éstos,
como el Bautista enseñaba a orar a sus discípulos.
San
Lucas, trae esta oración en forma más breve. Buscando documentación sobre esta
oración enseñada por Jesús, encontramos diversas conclusiones que aseguran cuál
es la versión original y cuál es una ampliación de la otra. El hombre -por lo
general- busca simplificar las cosas y seguramente los antiguos copistas
tendrían la tendencia a suprimir más que añadir. Sin embargo, en lo importante,
el núcleo es el mismo.
Esta
oración evidentemente judía, tiene su originalidad particular, por cuanto las
expresiones presentan vinculado un sentido nuevo y trascendente. La oración
tiene una introducción -Así, pues,
han de orar ustedes-, tres deseos
relativos a la gloria de Dios y cuatro peticiones relativas a los hombres.
San Agustín es el que ha distinguido en el Padre Nuestro introducción y siete
peticiones, sin embargo, actualmente, la sentencia ordinaria es que consta de seis peticiones, ya que las dos últimas
no son más que doble aspecto de una misma. Lo que también puede decirse de las
tres primeras, que, conceptualmente, son una misma y así se puede llegar a
opinar que la oración tiene sólo cuatro
peticiones.
REZANDO
EL PADRENUESTRO EN LA MISA
No
hay nada en las Instrucciones Generales del Misal Romano que diga que cogerse
de las manos al rezar el Padrenuestro durante la Misa sea una opción viable.
Es
algo que se ha metido sigilosamente y
viene de que la gente vaya a diferentes grupos de oración en los cuales -cuando
se reza fuera de la Misa- la gente se coge de la mano, es bueno porque es un
gesto muy emotivo, un gesto muy simbólico. Pero, en la Misa cada gesto es
coreografiado por la Iglesia y sus rúbricas. O sea que, por eso, tenemos partes
particulares de la Misa en las que nos arrodillamos, partes en las que nos
levantamos, partes en las que nos sentamos, y no hay mención en las rúbricas de
una parte en que nos cogemos de la mano al rezar el Padrenuestro.
Claro
que hay gente que dice: “¿Qué importa eso?” Lo que importa es esto: la razón
por la que la gente se coge de la mano durante el Padrenuestro en otras
tradiciones de fe (protestantismo) es que no tienen la Presencia Real (de Cristo). No hay una Comunión real y válida que
en efecto les una, pero los católicos sí
nos unimos en la Comunión, no cuando nos cogemos la mano. Se trata de una
fraternidad que es buena cuando se ve a nivel de la oración privada; pero
cuando se ve en la esfera sacramental, es
el mismo Cristo en su Presencia Real el que nos une. Y como le digo a la
gente, no es sólo un asunto menor porque si empezamos a permitir que pasen
cosas que no están permitidas, ¿entonces qué pasa con las cosas que se deberían
hacer y no se hacen? Da comienzo a un ‘efecto dominó’. Lo que hace falta es una
catequesis apropiada de por qué tenemos la Liturgia.
Y ¿qué
pasa con los enfermos y los que no pueden salir de casa? ¿No están unidos porque no cogen las manos de
nadie? ¡Claro que no! A veces se convierte en una prueba olímpica… ¿Quién puede
estirarse más entre bancos? ¿Por detrás? … Se convierte en una clase de desfile. En
cualquier caso, digo que se haga fuera de la Misa pero no en el contexto de la
Misa. Debemos seguir lo que nos da la Iglesia como rúbricas apropiadas. Están
allí por un propósito. Si quisieran hacer esto los obispos, mandarían una
petición a Roma para que fuera esto una opción viable. No lo han hecho.
Nuestra
atención se debería centrar en Cristo, el sacrificio. La Eucaristía es sobre
todo un Sacrificio y nuestra unión debe ser a ese Sacrificio. Nuestra fraternidad… estamos más en
solidaridad por nuestro sufrimiento y nuestras oraciones que en este contexto
visible.
Otra cosa que se ve mucho en los EE.UU. cuando
se reza el Padrenuestro es que la gente
levanta las manos como hace el sacerdote, lo cual tampoco está bien porque no
corresponde a los laicos durante la Misa hacer los gestos reservados para el
sacerdote, confundiendo el sacerdocio
común con el sacrificio ministerial.
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