NOVENA DE NAVIDAD: MISAS DE AGUINALDOS Martes 16 de Diciembre de 2014
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy buenos días
para todas y todos ustedes! ¡Ésta es nuestra
primera Misa de Aguinaldos! Durante nueve días hemos de acelerar el paso dentro
del camino preparativo para la llegada del Dios-con-nosotros, el Enmanuel, a
nuestros corazones.
Por eso conviene
apoyarnos en la protagonista del Adviento, nuestra Madre María Santísima, quien
llena de humildad –de esa humildad que agrada tanto a Dios- aceptó formar en
sus entrañas virginales a nuestro Salvador, Jesucristo. A Ella confiemos
nuestros corazones. Con Ella esperemos gozosos a nuestro Dulce Jesús Niño. Por
medio de Ella entreguemos nuestras riquezas y miserias al Señor, seguros de su
poderosa mediación. El Señor se acerca a nosotros para colmarnos de Su amor.
¡Esto es Navidad!
(Donde se comenzó el día 15, cambiar: ‘primera’ por ‘segunda’
y ‘hemos de acelerar’ po ‘estamos acelerando’. Así valdrá como segundo día)
PRIMERA LECTURA (Sofonías 3, 1-2. 9-13)
Sólo el que vive como quien no tiene nada y lo espera
todo del Señor podrá buscar a Dios y encontrarlo. El profeta Sofonías nos
plantea seguidamente la presencia de Dios en medio de los humildes, en medio de
Su Pueblo.
Lectura de la profecía de Sofonías
Así dice el Señor: «¡Ay
de la ciudad rebelde, manchada y opresora! No obedeció ni escarmentó, no
aceptaba la instrucción, no confiaba en el Señor, no se acercaba a su Dios. Entonces
daré a los pueblos labios puros, para que invoquen todos el nombre del Señor,
para que le sirvan unánimes. Desde más allá de los ríos de Etiopía, mis fieles
dispersos me traerán ofrendas. Aquel día no te avergonzarás de las obras con
que me ofendiste, porque yo apartaré a esos jactanciosos prepotentes que están
en medio de ti, y no volverás a gloriarte sobre mi monte santo. Dejaré en medio
de ti un pueblo pobre y humilde, que confiará en el nombre del Señor. El resto
de Israel no cometerá maldades, ni dirá mentiras, ni se hallará en su boca una
lengua embustera; pastarán y se tenderán sin sobresaltos.»
SALMO RESPONSORIAL (Sal 33, 2-3. 6-7. 17-18. 19 y 23)
R/. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha.
Bendigo al Señor en
todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el
Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. R.
Contémplenlo, y
quedarán radiantes, su rostro no se avergonzará. Si el afligido invoca al
Señor, Él lo escucha y lo salva de sus angustias. R/.
Pero el Señor se
enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra su memoria. Cuando uno
grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus angustias. R/.
El Señor está cerca
de los atribulados, salva a los abatidos. El Señor redime a sus siervos, no
será castigado quien se acoge a Él. R/.
ALELUYA
Aleluya / Ven,
Señor, y no tardes, perdona los pecados de tu pueblo. / Aleluya
EVANGELIO (Mateo 21, 28-32)
Mateo nos plantea una realidad de nuestras vidas:
Haciendo uso de nuestra libertad, muchas veces pensamos obrar correctamente
pero terminamos ubicados en la comodidad y nos vamos por el camino equivocado. Sin
embargo, para todos es posible reaccionar y comenzar a actuar correctamente,
según la Voluntad de Dios.
Lectura del santo evangelio según san Mateo
En aquel tiempo,
dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: —«¿Qué les
parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve
hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero
después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le
contestó: "Voy, señor." Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que
quería el padre?» Contestaron: —«El primero.» Jesús les dijo: —«Les aseguro que los
publicanos y las prostitutas les llevan la delantera en el camino del Reino de
Dios. Porque vino Juan a ustedes enseñándoles el camino de la justicia, y no le
creyeron; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después
de ver esto, ustedes no recapacitaron ni le creyeron.» Palabra del Señor
ORACIÓN DE LOS FIELES
1.
La Navidad es
momento para cambiar. Para que el Papa, los obispos, sacerdotes y religiosos,
así como cada miembro de la Iglesia, tomemos conciencia de nuestros propios
actos y nos decidamos a obrar según la Voluntad de Dios. Roguemos al Señor.
2.
La Navidad es
regalo de Dios al hombre. Para que quienes tienen poder para dirigir naciones y
organizaciones se reconozcan como un medio que Dios puede utilizar para servir
a Sus pequeños y se hagan dóciles a Sus inspiraciones. Roguemos al Señor.
3.
La Navidad es
esperanza para la humanidad. Para que el Nacimiento del Redentor traiga paz y
esperanza a todos los hombres de buena voluntad. Roguemos al Señor.
4.
Por los padres
de familia. Para que los padres sean auténticos evangelizadores, transmitiendo
a sus hijos el don precioso de la fe. Roguemos
al Señor.
5.
Navidad es
cumplimiento de La Promesa de Salvación. Para que confiemos en Dios, que
rescata de la muerte a quienes confiaron en Él. Para que nos consolemos ante la
pérdida de un ser querido, pues ya descansa de sus fatigas. Roguemos al Señor.
6.
Por quienes han
organizado esta Eucaristía, para que se dispongan a actuar según la Voluntad de
Dios y puedan gozarse de Su amistad, recibir Sus bendiciones y ser causa de
bendición para toda la comunidad. Roguemos
al Señor.
OFERTORIO
LUCES
Que rompen la
oscuridad del pecado.
FLORES (DE NAVIDAD)
Que engalanan
nuestros hogares como reflejo de nuestros corazones.
DEVOCIONES (Rosario,
imágenes de la Virgen o algún santo)
Que soportan a los
hermanos cuando sufren tribulaciones.
CUNITA PARA EL NIÑO
DIOS
Que representa el
espacio que ofrecemos de nuestras vidas para nuestro Dios.
ALIMENTOS
Que socorrerán a
esos ‘pobres del Señor’ en su día a día.
COLECTA
Que expresa nuestra
voluntad de ser Iglesia, atendiendo a Tu llamado, y ayudarla en sus
necesidades.
EL ALIMENTO: CÁLIZ Y
VINAJERAS
Que se transformarán
en el Alimento para la vida eterna, verdadera manifestación del más pleno amor.
Por todo esto,
¡gracias, Señor!
ORACIÓN FINAL
Oh, Jesús Niño, que
naciste en la mayor pobreza pero bajo la protección de Dios. A Ti acudimos en este
punto de nuestra historia personal para alabarte y bendecirte, para ofrecerte
todo lo que somos y lo que quisiéramos ser, para entregarte nuestros amores y
nuestros desamores… En fin, para decirte, con María, Tu Madre, que Te esperamos
confiados en Tu misericordia. Amén.
excelente muchas gracias
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