Último Novenario de Yukensy Velázquez, Misa de Navidad
MONICIÓN DE
ENTRADA

El
mensajero ha hablado. Nos ha anunciado que podremos encontrar la paz verdadera.
Aquel que es el Verbo de Dios ha comenzado a actuar en medio de nosotros. Aquel
que, también, es la Palabra de Dios, ha comenzado a expresarse en medio de
nosotros. ¡Nos ha nacido EL REDENTOR! ¿Será que Le reconoceremos? Vivamos
gozoso la manifestación de Dios hecha Eucaristía y recordemos llevar Su
mensaje, cual ángeles o pastores lo hicieran, a donde quiera que nos
encontremos.
Ciertamente,
en esta noche hemos venido por diferentes circunstancias. Unas se refieren a
alegrías y logros. Otras, en cambio, nos encuentran con el dolor, con algún
tipo de pérdida. Queremos pedir a Dios por todas nuestras intenciones, ya
nombradas. Especial oración les pedimos por Yukensi Velázquez, una joven madre y
profesional que ha partido al encuentro de la Promesa, Promesa que es amor, que
es paz, que es Vida. ¡Eso es lo que
especialmente esperamos en esta Navidad!
Recibamos,
pues, al celebrante, el padre Jesús Antonio León García. ¡No estemos tristes!
¡Nos ha nacido nuestro Salvador!
PENITENCIAL
1. Vino a los suyos y los suyos no Le
recibieron. Pedimos perdón porque cerramos
al Señor nuestro corazón, despreciando Su Presencia. Señor que has nacido, ¡ten piedad!
2. El Verbo se hizo carne. Hoy pedimos
perdón porque nuestras palabras no siempre hablan como nuestras obras y nos
quedamos en palabras muy bonitas, pero nada más. Señor que has nacido, ¡ten piedad!
3. Tanto amó Dios al mundo que nos
envió a Su Hijo único en Navidad. Pedimos perdón porque, nosotros también nos
fijamos en lo que luce, en lo que se ve, en la apariencia, corriendo el riesgo
de olvidarnos del amor que Dios derramó sobre todas y todos en la primera Navidad. Señor que has nacido, ¡ten piedad!
MONICIONES SOBRE
LAS LECTURAS
PRIMERA.-
Hoy es todo alegría: Tal y como lo expresa el profeta Isaías, en la Primera Lectura,
¡qué hermosos son los pies del
mensajero...! Es que ha llegado el Señor que esperábamos. La alegría y el
amor por todo y por todos deben llenarnos hoy, pues ese Niño nos ha traído la
liberación.
SALMO.-
Con el Salmo 97 se adoraba a Dios cuando se esperaba Su venida. Los judíos
piadosos creían que un día el Señor les salvaría. Nosotros sabemos que Dios ha
venido junto a nosotros en la debilidad de un Niño. Sabemos que el Señor está
con nosotros para salvarnos. Pero, ¿creemos realmente? ¡Creamos y alabemos!
Dios se ha humanizado para divinizarnos.
SEGUNDA.-
El comienzo de la Carta a los Hebreos, que es nuestra Segunda Lectura, nos
expone el plan de Dios, trazado desde antiguo,
por medio de los profetas. Hoy, desde hoy, es el Hijo quien nos habla. Él nos
trae nuestra salvación.
EVANGELIO.-
El Evangelio de San Juan nos presenta un importante texto de la Escritura donde se describe de manera muy
completa a Nuestro Señor Jesús, hecho carne y acampado entre nosotros para
mejor conocer al Padre, para darnos la Salvación.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1. Para que la
Iglesia transmita a las futuras generaciones el gran Misterio de la Navidad. Un
Misterio que es Dios en medio de nosotros. Para que sepa expresar en palabras nuestras lo que este Misterio
encierra. Roguemos al Señor.
2. Por todos los que estamos en esta
Eucaristía, atendiendo a nuestras tradiciones cristianas. Para que tengamos el
valor de mostrarnos cristianos ante este mundo que niega a Dios. Roguemos al Señor.
3. Hay muchos
que no estuvieron en nuestras mesas. Roguemos por quienes ya no se relacionan. Por
los enfermos, los que están hospitalizados. Por los presos. Por los que no
pueden vivir la Navidad en familia. Por los que se encuentran en dificultades. Por
los que están en otro país. Para que el Niño Dios esté presente en sus corazones.
Roguemos al Señor.
4. Por
nuestras familias. Para que las reuniones de estos días sean signo de nuestra
fe y de nuestra esperanza en Dios. Para que la bendición de la mesa nunca se
olvide, así como el visitar a nuestros familiares y amigos enfermos, cantar aguinaldos
o expresar nuestra fe con un ‘¡Feliz Navidad!’ Roguemos
al Señor.
5. A veces nos
cuesta entender tanta alegría. Oramos por las personas que están tristes por
situaciones en sus vidas, especialmente en fechas cercanas a la Navidad. Que la
ternura de Dios -nacido en debilidad y necesidad, como cualquiera de nosotros- nos enfoque a superar el dolor.
Roguemos al Señor.
6. Recordamos
a nuestros seres queridos ya difuntos, quienes ¡hoy cantan y gozan ante el Niño
Dios en el cielo! Que nuestras oraciones les ayuden a vivir la paz de Dios, mientras
nosotros nos encaminamos al Señor en medio de nuestras situaciones. Recordamos
a nuestra Yukensy y a quienes hoy se han encomendado. Que Tu Misericordia los
haya llevado a la Presencia del Padre.
Roguemos al Señor.
OFERTORIO
Queremos alabarte, Señor, pues Tu amor es grande:
1. LUCES: ¡Tú eres la Luz
del mundo! Queremos que nuestras vidas estén bañadas por Tu Luz.
2. FLORES: ¡Tú eres la vida
misma! Te damos gracias por la vida y Te pedimos la transformes con el rocío de
Tu Espíritu.
3. ORACIÓN: ¡Tú eres el Hijo de Dios orante! Este
Rosario representa, Señor, nuestras oraciones y nuestro deseo de imitar a
María, dentro de quien Tú viviste.
4. ALIMENTOS: ¡Tú quieres
que demos de comer al que no tiene! Como expresión de sacrificio y donación
personal entregamos estos alimentos que hoy compartimos con nuestros hermanos
más necesitados.
5. PAN Y UVAS (HOSTIAS Y
VINO): El fruto del trabajo del hombre que cultiva y trabaja, se hace presente
sobre este altar; transfórmanos en Ti, Señor.
6. CÁLIZ Y VINAJERAS:
Presentamos y recibimos el pan y el vino donde creemos que Tú, Señor, Te nos
entregarás como alimento para el alma y fortaleza en nuestro caminar.
Por todo esto, ¡GRACIAS,
Señor!
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