XII Domingo Ordinario, Eucaristía Familiar, 21 de junio de 2020
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy
buenos días para todas y todos! Sintámonos bienvenidas y bienvenidos al
encuentro dominical con el Señor, con la Iglesia, con los hermanos y con la
Palabra.
Hay
en este XII Domingo Ordinario una invitación a ser creyentes valientes,
identificados con nuestra fe; a no temer hablar de lo que creemos, de la fe
recibida; a vivirla con confianza en Dios y su amor y a mostrarnos hombres y
mujeres de fe, sabiendo que lo que hagamos por Él, Él lo hará por nosotros ante
su Padre.
PENITENCIAL
*
Porque nos da miedo lo que piensen de nosotros los demás y preferimos callar
nuestra experiencia de Cristo. ¡Señor,
ten piedad! (A Ti me encomiendo, Señor)
*
Porque no nos hemos apropiado de la Salvación que Cristo ganó para nosotros. ¡Cristo, ten piedad! (Como
criatura salvada actuaré)
*
Porque negamos nuestra relación con Cristo para quedar bien con las personas. ¡Señor, ten piedad! (Me
pongo de tu parte, Señor Jesús)
MONICIÓN A LAS LECTURAS
La
persona que ha sido llamada por Dios ha de ser valiente, pues su seguimiento no
nos hace estar cómodos. Sin embargo, el que se acoge a Dios, no debe temer,
pues su protección le da Su fuerza. Por eso agradece y alaba. El que reconoce a
Cristo ante los hombres será reconocido por Él ante su Padre.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1.
Por la Iglesia. Por el Papa Francisco. Por nuestros obispos, …. Para que
se identifiquen con Cristo y proclamen sin miedo la Buena Noticia del
Evangelio. Oremos.
2.
Oremos por nosotros, los cristianos. Para que sepamos a quién seguimos.
Para que no tengamos pena ni miedo de ser de los suyos. Oremos.
3.
Por quienes piensan que seguir a Cristo es solo adorarlo. Para que todos
descubramos que Jesús ejerció su Reinado en la cruz de la entrega y del
sacrificio, por todas y todos. Que aprendamos a ser servidores. Oremos.
4.
Por todos los evangelizadores; por quienes, habiendo descubierto la
Persona de Cristo, saben comunicar esa vivencia a otros y por los que lo siguen
hasta muerte. Oremos.
5.
Oramos por quienes nos han pedido que oremos, aunque no lo recordemos;
para que el Señor, que sí conoce sus necesidades, impere sobre sus situaciones
de salud, economía o de relación y traiga abundantes bendiciones sobre sus
vidas y un despertar de su fe. Oremos.
6.
Te presentamos a todos los difuntos, Señor; que nuestras oraciones
confiadas en tu Misericordia les lleven a la plenitud de su descanso. Que sus
familiares queden en paz. Oremos.
7. Por
los niños y jóvenes de catequesis que no han podido recibir el sacramento que
se preparaban a recibir. Para que aprovechen
este tiempo para acercarse a Jesús, aprender mejor sus oraciones y descubrir al
Señor en las personas y lo que sucede. Oremos.
OFERTORIO
Con
el PAN y el VINO, como cada Domingo,
damos gracias a Dios por el alimento de cada día y por estas celebraciones, en
las que el Señor se hace presente sobre el altar y los convierte en su Cuerpo y
en su Sangre. Ellos nos representan a todos nosotros, que queremos ser
transformados también en otros Cristos para llenar con su Misericordia todos
los lugares donde nos encontremos.
ORACIÓN FINAL
Nuevamente,
Padre amado, queremos rogarte por medio de Jesús nos fortalezcas en la fe
recibida en el bautismo y nos capacites para testimoniar tu amor en el servicio
desinteresado al más necesitado. Amén.
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