V Domingo de Pascua, Misa Familiar, 10 de mayo de 2020
MONICIÓN DE
ENTRADA
¡Muy buenos
días, hermanas y hermanos! Les damos la más cordial bienvenida a nuestra
Eucaristía del V Domingo de Pascua.
¡Hoy es un
gran día! Hoy el amor que se entrega, que sirve, que reconoce la misteriosa y
vivificante Vida del Resucitado en todo cuanto existe, nos impulsa a amar
porque seguimos el Camino de Jesús, quien nos llama a renovarnos en buenas
obras, las cuales siempre sabrán y transmitirán a otros el amor a Dios que nos
mueve.
¡Hoy es el día
de comenzar a hacer un mundo mejor!... (Cuatro niños colocan
en un lugar adecuado:
V Domingo de
Pascua
Yo soy el
Camino, la Verdad y la Vida
PENITENCIAL
1. Porque olvidamos dejar que Dios nos guíe, pues nos gusta
hacer lo que queremos, aunque ni siquiera sepamos qué hacemos. ¡Señor, ten piedad!
2. Porque negamos nuestro bautismo con nuestra forma de
vivir; pareciera que nos avergonzamos de ser cristianos. ¡Cristo, ten piedad!
3. Porque creemos que solo tiene valor lo que se compra.
Elegimos nuestro camino a seguir, pero culpamos a Dios por nuestros fracasos. ¡Señor, ten piedad!
MONICIÓN A LAS LECTURAS
La Palabra nos invita a fiarnos del Señor Jesús que, abandonado en el Padre, venció la muerte y recibió la Gloria que le corresponde desde siempre. Así, bajo el impulso del Espíritu, la Iglesia se extiende y fortalece, a pesar de las dificultades que se encuentren. Hemos de cantar un cántico nuevo, porque somos personas nuevas en Cristo. ¡Hemos encontrado al que es nuestro Camino, la Verdad y la Vida!
ORACIÓN DE
LOS FIELES
1.- Tu Iglesia, Señor, es misionera y se
encuentra en viaje de misión. Haz que cada bautizado, cada bautizada,
entienda que tiene algo que hacer para que se manifieste el Reino de Dios aquí
y ahora. Oremos.
2.- Rogamos por todos los países, en especial
el nuestro. Que el esfuerzo sincero de tantas personas buenas que quieren
ayudar a los demás, dé frutos de vida nueva, renovada en tu amor
misericordioso, Señor. Oremos.
3.- Hay mucha gente sufriendo por la pandemia.
Tú eres el Dios Providente. Ayuda a todos, Señor: da acierto a los
gobernantes, generosidad a los que tienen recursos, humildad a los que necesitan
la ayuda, salud para los enfermos, paz para los que se van, fuerza para los que
sirven Oremos.
4.- Por quienes nos han pedido que oremos por
sus intenciones y necesidades. Recordamos a los enfermos del cuerpo, la
mente o el espíritu y a quienes cuidan de ellos; también a quienes viven
dificultades a nivel familiar, laboral o comunitario; por quienes se sienten
defraudados o en soledad. ¡Bendícelos a todos, Señor! Oremos.
5.- Roguemos por todos los difuntos. Te
agradecemos, Señor, lo que cada uno de ellos nos aportó para que fuéramos
personas buenas. No les tomes en cuenta sus faltas sino tu gran amor y el mismo
amor que los movió a actuar. Prémialos con tu Reino, Jesús. Oremos.
6.- Es sencillo ser amable con mucha gente,
pero nos cuesta serlo en nuestros hogares, con nuestras familias. Hoy te
suplicamos, Señor, que te glorifiques transformando nuestros hogares porque hay
muchas malas actitudes. Oremos.
7.- Por los niños, niñas y adolescentes que se
están preparando para recibir algún sacramento, particularmente los de nuestra
Parroquia. Haz, Señor, que sus corazones se vuelvan centro de adoración a
Ti y motor que transforme sus vidas según tu voluntad. Oremos.
OFERTORIO
* Señor, te
entregamos el deseo de hacernos uno contigo y de regalarte nuestro corazón,
con toda su hermosura, con todo su dolor, pues Tú nos has amado siempre con ese
amor incomparable. (Un niño y una niña)
* En la
familia late por vez primera nuestro corazón espiritual que se va modelando
para el servicio y la entrega. En esta familia entregamos todas las
nuestras para que las transformes con tu Presencia eucarística. (La familia
se acerca a los niños, todos entregan el corazón)
* Solo podemos
entregarte con nuestra pequeñez, el pan y el vino. Esperamos tu grandeza
y tu Misericordia en lo que Tú nos darás: nuestro más necesario Alimento, tu
Cuerpo y tu Sangre. (Otra
familia porta el cáliz y las vinajeras)
ORACIÓN FINAL
Dios Padre
nuestro, que por amor a nosotros llegaste hasta a entregarnos a tu Hijo
Unigénito, enséñanos a amar según tu voluntad y a entregar nuestros esfuerzos
de cada día por nuestro prójimo, glorificando, así tu Nombre y haciendo
manifiesto tu Reino. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario