Solemnidad de la Ascensión del Señor, Misa Familiar, 24 de mayo de 2020
MONICIÓN DE
ENTRADA
¡Muy buenos días,
hermanos y hermanas! Sintámonos bienvenidos a este gran día, Día del Señor, en
el cual celebramos la Solemnidad de la Ascensión de Jesús a los cielos.
El Señor ha cumplido su
misión y corresponde a su Iglesia llevar el mensaje del amor de Dios a todo el
mundo. Es día de mirar al cielo y a los hermanos, con sus situaciones tan
diversas. Muy pronto Jesús enviará al Otro Defensor, el Espíritu que procede
del Padre y del Hijo, que nos ayudará a dar gloria a Dios y ser testimonio de
amor verdadero.
PENITENCIAL
1. Porque nos encanta soñar con un mundo más
humano, hecho con el esfuerzo de … los otros. ¡Señor, ten piedad!
2. Porque olvidamos que somos Iglesia, esto es:
Cuerpo glorioso de Cristo, quien lleva todo a su plenitud. ¡Pero no confiamos
en su poder! ¡Cristo, ten piedad!
3. Porque dejamos de lado el envío recibido
como bautizados de llevar la Palabra de Jesús y de amar a Dios y al prójimo. ¡Señor, ten piedad!
MONICIONES
SOBRE LAS LECTURAS
La vida terrena de Jesús concluye con su
Ascensión gloriosa a los cielos. Aunque no lo veamos físicamente entre
nosotros, permanece mediante Su Espíritu, el cual enviará a Su Iglesia para
santificarla. Ha sido glorificado y exaltado sobre cuanto existe, como
corresponde al Hijo Único de Dios y nos envía a amar y servir, a llevar su
Palabra a todos.
ORACIÓN DE
LOS FIELES
1. La
Iglesia necesita -al mismo tiempo- mirar al cielo y ponerse en camino de
evangelización y servicio constante. Para que los bautizados acompañemos a
los consagrados en las actividades de evangelización, adoración y encuentro
sacramental, ayudando a toda la comunidad. Oremos.
2. La
Iglesia de Cristo ha de contar con Su presencia en medio de cualquier
circunstancia. Para que aprendamos a misionar al estilo del Espíritu Santo.
Oremos.
3. La
evangelización camina con la vida sacramental y el servicio comunitario.
Para que descubramos el gozo de vivir los sacramentos en el servicio. Oremos.
4. Muchas
personas han perdido la ilusión de vivir por el sufrimiento físico o
espiritual. Encomendamos a todos los que sufren enfermedad, dificultades
familiares o económicas, opresión o encarcelamiento físico o espiritual. Oremos.
5. Necesitamos
al Espíritu Santo para seguir amando y descubriendo el rostro del Padre y la
Presencia de Cristo entre nosotros. Para que nos acojamos a la fuerza
transformadora del Espíritu de Dios. Oremos.
6. Oramos
por los niños, niñas y jóvenes que han recibido o recibirán por primera vez a
Jesús Eucaristía o el regalo de la Reconciliación o la fuerza de la Confirmación,
para que no te olviden, Señor. Oremos.
7. Recordamos que muchas personas se han
dormido en el Señor, para que reciban aquello en lo que creemos. Oremos.
OFERTORIO
1. Unos lentes
bifocales nos ayudarían a relacionarnos con Dios y con las personas y el
entorno; esto es, ver al cielo y vivir en misión de vida, vida en misión… ¡Es
un compromiso, Señor!
2. Pan y
vino han de ser, muy pronto, Cuerpo y Sangre de Cristo. Queremos expresar
nuestra convicción de que la acción sacerdotal sobre aquellas ha de producir el
Milagro del amor de Jesús que se dona a cada persona que crea en Él y lo busque
con corazón arrepentido.
ACCIÓN
DE GRACIAS
Gracias, Padre, por confiar en tus pequeños hijos para
llevar el Evangelio de la Salvación a todos, acompañados por tu Santo Espíritu.
Amén.
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