Sábado Santo, Vigilia Pascual, 11 de abril de 2020
b- Países en
cuarentena
OBSERVACIÓN: Muchos países se encuentran en situaciones muy
especiales debido a la pandemia causada por el Covid-19. En el presente Guión se
mantienen las siguientes moniciones y contenidos para una situación regular,
como ocurre en algunos otros países; y se refiere al Decreto “En tiempo de
Covid-19” para aquellos que se encuentren afectados por la pandemia en
cuestión.
LUCERNARIO
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy buenas noches hermanas
y hermanos, invitados muy especiales a nuestra más grande celebración, la
Vigilia Pascual! De ella nacen todas las celebraciones y vigilias, por cuanto
esta es la noche santa en que Jesús ha pasado de la muerte a la vida: ¡Cristo
ha resucitado!
Comenzaremos la Vigilia
Pascual con la Bendición del fuego, del cual se enciende el Cirio Pascual, que
simboliza a Cristo Resucitado, presente en medio de su Iglesia. Queremos que
Cristo sea nuestra luz, que nos encienda en el fuego de su amor para que
nuestra fe en Él ilumine cada aspecto de nuestras vidas. Así, recibiremos y
comunicaremos la luz del cirio porque somos testigos de la Resurrección del
Señor.
(Podemos encender un
pequeño cirio)
MONICIÓN AL PREGÓN PASCUAL
El pregón pascual nos
invita a descubrir la entrañable misericordia de nuestro Dios, capaz de
transformar el pecado en gracia, la muerte en Resurrección y Vida.
MONICIÓN A LAS LECTURAS
(A continuación se dará
comienzo a la celebración de la Palabra de Dios. Ahora podemos apagar las velas
y sentarnos.)
Por cuanto el Señor siempre
ha gustado de comunicarse con nosotros, comenzaremos escuchando lecturas del
Antiguo Testamento y alabando con los respectivos salmos. A las lecturas de los
libros del Génesis, Éxodo, Isaías y Ezequiel continuarán -luego del canto de
Gloria- dos lecturas del Nuevo Testamento: la Carta a los Corintios y el
Evangelio de san Lucas. Todas estas lecturas corresponden a momentos claves de
la historia de la Salvación
ANTIGUO TESTAMENTO: Creados con amor extremo,
descubriremos cómo se manifiesta la fuerza siempre sanadora, liberadora y
transformadora de Dios. Al crear, liberar de la opresión y rescatar de la
muerte, Dios está apostando a la vida.
GLORIA: Hermanos: ¡Dios ha obrado
maravillas a favor de cada persona! Corresponde, entonces, expresar llenos de
júbilo nuestra gratitud y nuestra alegría a Dios, siempre fiel, cuyo amor es
eterno. En esta noche de luz y de gozo, unámonos a la Iglesia universal y,
puestos de pie, volvamos a encender nuestras velas y entonemos todos juntos el
himno de nuestra alegría. (Se canta o reza el Gloria)
EPÍSTOLA: Pablo lo explica muy bien a
la comunidad de Corinto: Cristo resucitado nos trae vida nueva. El pecado ha
sido destruido y, por lo tanto, debemos morir al él y vivir para Dios. Es
momento, pues, para nosotros, de vivir la fraternidad y la solidaridad más
auténticas. ¡Vencer con Cristo!
EVANGELIO: Nos encontramos ante el
misterio gozoso y en proceso de la vida construida y por construir. Las mujeres
serán las primeras en descubrirlo: ¡Cristo ha resucitado! Su luz ya no tiene
ocaso. Nada hay que buscar entre los muertos: debemos buscar la vida en Dios,
sin miedos, pues con nosotros está Aquel que ha vencido hasta la muerte.
LITURGIA BAUTISMAL
RENOVACIÓN DE LAS PROMESAS
BAUTISMALES
Con ocasión de La Pascua
del Señor, vamos a renovar los compromisos bautismales que nuestros padres y
padrinos hicieron en su día por nosotros.
Celebrante: ¿Renunciáis a Satanás?
Todos: SÍ, RENUNCIO
Celebrante: ¿Y a todas sus obras?
Todos: SÍ, RENUNCIO
Celebrante: ¿Y a todas sus seducciones?
Todos: SÍ, RENUNCIO
Celebrante: ¿Creéis en Dios, Padre
todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra?
Todos: SÍ, CREO
Celebrante: ¿Creéis en Jesucristo, su
único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu
Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue
crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día
resucitó de entre los muertos, subió a los cielos, está sentado a la derecha de
Dios, Padre todopoderoso, y desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos?
Todos: SÍ, CREO
Celebrante: ¿Creéis en el Espíritu
Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los
pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna?
Todos: SÍ, CREO
Celebrante: Esta es nuestra fe, esta es
la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor
nuestro.
Todos: AMÉN
ORACIÓN DE LOS FIELES
La Creación toda ha sido renovada con la Resurrección de Cristo. A Él
presentemos nuestras oraciones, llenos de confianza. (Respondemos: Cristo Resucitado, escucha nuestra oración)
1. Todos somos Iglesia que
nació a la luz de la Resurrección del Señor. Para que seamos anunciadores
valientes y renovados del Mensaje de Salvación que Jesús nos entregó y
cuya Resurrección confirmó. Oremos.
2. Nuestra Iglesia sufre en
sus hijos enfermos, en la sociedad confinada, en los servidores que lo arriesgan
todo, en las familias que han quedado incompletas o en las que temen un futuro
incierto. Oremos.
3. Presentamos a quienes
rigen los destinos de los pueblos, para que la Resurrección de Jesús ilumine
sus proyectos y decisiones, y sea posible la paz y el desarrollo, la justicia y
el perdón en todas las naciones. Oremos.
4. Oremos, también, por quienes
sufren sin ver solución a sus situaciones de vida. Para que la Resurrección del
Señor les llene de esperanza. Oremos.
5. Necesitamos, Señor,
muchos sacerdotes santos, que te adoren y sirvan solo a Ti. Que sean testigos
creíbles de tu amor y tu sacrificio. Que sean capaces de cambiarlo todo para
serte fieles. Por eso, hoy queremos encomendar a todos los sacerdotes que están
presentes en nuestras vidas. Oremos.
6. Por todas las personas
que te han desconocido. Por quienes no te buscan. Por quienes hemos dado
testimonio falso de Ti. Para que unos y otros descubramos la Verdad del
Evangelio. Oremos.
7. Recordamos a quienes han
pasado por nuestras historias personales y ya no están, porque se han ‘dormido’
para siempre. Oramos por ellos. Y por cuanto creemos que Cristo ha resucitado,
entendemos que ellos también resucitarán, pues en este día nuestra muerte ha
sido vencida. ¡Estemos alegres! ¡Nos volveremos a ver! Oremos.
OFERTORIO
(Cada grupo unido a la
Celebración presenta la ofrenda del pan y del vino)
La Iglesia toda se goza
ante la ofrenda de amor permanente que es el pan y el vino, por cuanto
se convertirán en Jesús mismo, el Alimento para nuestra Salvación, del cual
participaremos en gesto fraterno y como memorial del Misterio Pascual que hemos
estado celebrando. ¡Gracias, Señor!
ACCIÓN DE GRACIAS
Señor Jesús, Sumo y Eterno
Sacerdote, a Ti dirigimos nuestra mirada agradecida por el misterio redentor
que acabamos de celebrar. Al hacerlo, Te damos gracias, también, por cada
sacerdote que, sobre la tierra, ha consagrado tu Cuerpo y tu Sangre. Suplicamos
para ellos tus bendiciones y la fuerza que viene de lo alto. Y a nosotros aquí
presentes y a cada una de las Pequeñas Iglesias Domésticas que se han unido para
celebrar tu triunfo sobre la muerte, infúndenos el amor y la caridad necesarios
para transformar nuestro entorno y dar gloria a tu Nombre dondequiera que nos
encontremos. Amén.
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