III Domingo de Pascua, 26 de abril de 2020
MONICIÓN DE ENTRADA ¡Muy bendecido Día del Señor! ¡Que nos alegremos ante la Presencia nutricional, sanadora, liberadora y transformadora de Aquél que venció la muerte y nos trae su propia vida! Hoy nos encontraremos con el paso glorioso de Jesús sobre nuestro pecado en este altar, paso con el que se nos entrega incruentamente al Padre para rescatarnos de la muerte, del pecado. Igualmente, se nos invita a reconocer al Señor por la fe. Es más, se nos llamará a recobrar el ánimo ante nuestra propia debilidad –que nos aleja de Dios- para comprender que el Señor siempre estará entre nosotros, transmitiéndonos su propia Vida y recordándonos que sigue esperando que Lo anunciemos a todas las personas, como testigos que somos de su amor y de su poder PENITENCIAL v Nos gusta quedar bien con la gente y, con tal de lograrlo, llegamos hasta a negar nuestra fe en Cristo Resucitado. (El sacerdote exhorta y el niño/a dice… ) ¡Dios de la Vida plena, ten piedad de nosotros! (Niño/a pre