Solemnidad de Santa María Madre de Dios, Misa Familiar, Martes, 1 de enero de 2019


MONICIÓN DE ENTRADA
¡Con alegría queremos desearles a todos un Feliz Año Nuevo 2019!
Hoy hemos venido porque queremos llevar múltiples bendiciones a nuestros
hogares y espacios. Y lo haremos de manos de María, la Madre de Dios, la Madre
de la Paz, la Madre del amor más puro y universal.
Habiendo recibido el Gran Regalo, que es Cristo Jesús, comprendemos
que Él nos necesita para hacer más humano este mundo. ¡Démosle la oportunidad! Con
la mirada vigilante de María, la Virgen, contagiemos de Luz de Cristo nuestros
pensamientos y acciones para que nos podamos llamar ‘constructores de la paz’.
ACTO
PENITENCIAL
1. Muchas veces, Señor, no aceptamos la bendición en nuestras vidas y
se la negamos a quienes nos rodean. Maldecimos, acarreando consecuencias para
nosotros mismos y para los demás. ¡Señor del año nuevo, ten piedad!
2. Vivimos como si no importara ser hijos de Dios. Irrespetamos a las
personas como si no tuvieran dignidad, como si Dios no las hubiera salvado
también a ellas. ¡Señor del año nuevo, ten piedad!
3. Nos esforzamos en ser como los grandes personajes del mundo
público. Olvidamos imitar a María, la Madre reflexiva, orante, obediente, el
Modelo para la felicidad verdadera. ¡Señor del año nuevo, ten piedad!
MONICIONES
SOBRE LAS LECTURAS
Dios ha querido hacernos emisarios de
sus bendiciones. Jesús constituye una verdadera bendición para la humanidad
entera. A través de María Santísima nos ha sido dada esta gracia plena, siendo
que, por Él, nos convertimos en hijos para el Padre. Así como los pastores
vieron a Jesús y le aceptaron con fe, hemos de alabar a Dios y contar a todo el
mundo lo que hemos descubierto para, con María, guardar todos estos
acontecimientos en nuestros corazones.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1. Por la Iglesia. Para que la paz que Jesús le dio y que recibió
llegue a cada lugar donde se encuentre, aunque sea, un pequeño grupo de
católicos. Y que sus oraciones tengan la fuerza del Espíritu para renovarnos
con la paz verdadera. Roguemos al Señor.
2. Por quienes han sido bendecidos con la oportunidad de gobernar
alguna entidad o nación, para que sean conscientes de la responsabilidad que
tienen para logratr la paz. Roguemos al Señor.
3. Por los que están soportando la cruz del sufrimiento, bien sea
por enfermedad, carencias o excesos, soledad o vacío de Dios. Que puedan
descubrir en nuestra Madre un camino de alivio y fuente de esperanza para su
dolor. Roguemos al Señor.
4. Por quienes necesitan de ayuda material. Por quienes les
socorren. Para que haya superación de los miembros de esos grupos familiares y
encuentren la manera de desarrollarse positivamente. Roguemos al Señor.
5. Encomendamos a los enfermos. Te entregamos, Señor, el miedo que
la enfermedad produce. Pedimos Tus bendiciones para que nunca falten los
recursos para su atención adecuada. Suplicamos Tu Luz sobre quienes les
atienden en los hogares, hospitales y clínicas. Roguemos al Señor.
6. Por aquellos que no compartieron nuestra mesa ni nuestro
‘¡feliz año!’, para que el gozo de Tu Presencia sea la recompensa por la vida habida
en esperanza. Por sus familiares, para que encuentren en Ti su consuelo y
renueven la alegría de seguir viviendo. Roguemos al Señor.
7. Por nosotros, para que nuestro testimonio de vida demuestre a
todos que tenemos una Madre que guía nuestro caminar hacia la Misericordia de
Dios y la Paz verdadera. Roguemos al Señor.
OFERTORIO
1. El pasado parece conocido, pero el futuro nos es totalmente
desconocido. Entregamos dos calendarios: el que acompañó el año 2018
y el que lo hará durante el 2019. Bendice nuestros días con Tu Luz, para que
los caminemos contigo, Señor.
2. Tus planes, Señor, son perfectos. En esta agenda te
entregamos cada instante de nuestro 2019, para que se haga Tu Voluntad y no la
nuestra.
3. Entregamos el pan y el vino. De María recibimos al
Hijo del Padre, en quien todos somos hijos e hijas. Con Ella queremos ser
portadores de Ti, Jesús, y gozar de tu Presencia Eucarística para ser
testimonios vivientes de misericordia y paz dondequiera que nos encontremos.
¡Gracias por quedarte con nosotros, Jesús!
ORACIÓN FINAL
Señor, nada tenemos fuera de Ti. Las personas, los eventos y las
cosas van y vienen, muchas veces en contra de nuestra voluntad y experimentando
dolor y rupturas profundos. ¡Sólo Tú permaneces! ¡Sólo Tú estás siempre! ¡Sólo
Tú nos has amado hasta el gran sacrificio! Te damos gracias, Señor. Al
agradecer tu Presencia en nuestras historias personales, Señor, te entregamos
todo lo que somos y tenemos para que Tú seas nuestro Señor. Confiamos
en tus bendiciones abundantes; haz que sepamos descubrirlas, gozarnos en ellas
y portarlas, entregándolas. Amén.
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