Domingo de la Sagrada Familia, 30 de Diciembre de 2018

MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy buenos días,
hermanos y hermanas! Concluido el Adviento y en pleno Tiempo de Navidad, se nos
presenta el día de la Sagrada Familia: Jesús, María y José.
Cuando vivimos
algunas tristezas pensamos que hay familias mejores que la nuestra y hasta
desearíamos vivir con ellos. Pero ocurre que descubrimos que también en esas
familias sus integrantes sufren tristezas. ¡Es que la familia humana tiene
altos y bajos que la dinamizan para su crecimiento! Sin embargo, no
pertenecemos a ellas por casualidad: hay algo que aportarles y que recibir de
ellas.
La Familia de Jesús,
María y José es el modelo de la familia en comunión –a imagen de la Familia
Trinitaria- donde cada uno aporta lo que le corresponde. José, el carpintero,
sustento familiar y guía. María, depósito de la fe más pura, obediente y
reflexiva, cuida de ellos. Jesús, obediente, nutriéndose, aporta sus
descubrimientos.
Al encontrarnos hoy
con tan singular Familia, entreguemos a esta todas nuestras familias, para que
sean transformadas por el amor.
PENITENCIAL
1. Porque queremos
vivir sin normas y rechazamos la autoridad que nos ha de guiar. ¡Señor ten piedad!
2. Porque nos olvidamos
del amor y la fidelidad prometidos, destruyendo, así, nuestras familias. ¡Cristo, ten piedad!
3. Porque nos cuesta
perdonar y escogemos vivir en el dolor del recuerdo que las malas acciones de
otros nos causaron. ¡Señor, ten piedad!
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
PRIMERA.- El
Libro del Eclesiástico nos presenta claves del autor sagrado -según la visión
de su tiempo- para que las familias funcionen correctamente. Se destaca el
‘honrar’ como actitud que implica amor, respeto y colaboración hacia la
comunidad familiar.
SALMO.- Alabaremos
al Señor con el Salmo 127 por todas las familias. Confianza y obediencia a Dios
han de caracterizar la vida familiar. Así nos constituiremos en benditos que
bendicen. Es la aplicación del gran mandamiento: amar a Dios y a las personas.
SEGUNDA.- ¿Cómo
debe vivir una familia cristiana? San Pablo, en su Carta a los Colosenses, nos
lo dirá. Según el Apóstol, la misericordia, la bondad, la humildad, la dulzura,
la comprensión y el perdón deben caracterizarla; por supuesto, la paz de Dios
se manifestará en medio de ella. ¡Estamos a tiempo de practicarlo!
EVANGELIO.-
La Familia de Nazaret es respetuosa de los mandatos de la Ley. Por eso, llegado
el momento indicado, peregrinan con Jesús a Jerusalén. Ante la angustia de no
encontrar al Niño en la caravana, José y María le reclaman cuando lo encuentran
en el templo. Pero Él les explica que debía encargarse de las cosas de Su
Padre. ¡Momento de reflexión para estos buenos padres!
ORACIÓN DE LOS FIELES
1.
Oramos
por la familia cristiana, por sus pastores y por cada integrante. Para que,
sustentados unos en otros, se vea fortalecida por el Santo Espíritu. Roguemos al Señor.
2.
Oramos
por la familia humana. Por todos sus miembros. Por todas sus circunstancias.
Por sus posibilidades de ser mejores personas cada día. Roguemos al Señor.
3.
Por
los padres de familia. Para que valoren la fidelidad y el amor mutuo. Para que
reflejen en su día a día el amor, el respeto y la admiración por cada
integrante del grupo familiar. Roguemos
al Señor.
4.
Por los hijos. Para que el respeto, la
gratitud y el deseo de ser útiles enriquezcan su relación familiar. Roguemos al Señor.
5.
Por
los abuelos, fuente de sabiduría, cuya presencia muchas veces desvalorizamos.
Para que esto cambie positivamente, Señor. Roguemos
al Señor.
6.
Por
las familias separadas. Para que el perdón les permita restablecer la
admiración por cada uno de ellos y, así, tengan una relación armoniosa y
nutrida en un amor sincero. Roguemos al
Señor.
7.
Por
los hijos rechazados desde el vientre materno, por los abortados. Para que la
vida se abra paso. Roguemos al Señor.
8.
Por
toda forma de violencia en los hogares. ¡Que desaparezca, Señor! Roguemos al Señor.
OFERTORIO
De manos de Jesús, María y José queremos presentar
estas ofrendas para adorar y alabar el Nombre del Señor:
La familia, como
fuente de nutrición para cada ser humano, es hermoso reflejo de ese Amor de
Dios que se hace vida nueva en cada una de ellas. Al implorar Tus abundantes
bendiciones sobre nuestras familias, te entregamos el vino y el pan. Van con ellos las fatigas, los trabajos, los
éxitos, los estudios, la responsabilidad, las dificultades, las carencias y las
abundancias, en fin, el amor, de todas nuestras familias.
ORACIÓN FINAL
¡Padre
Bueno! Tú quisiste que tu Hijo Único viniera al mundo como Niño y bajo el
amparo de una Familia. Haz que en la Familia de Nazaret –reflejo de la Familia
Trinitaria- sean bendecidas todas nuestras familias. Amén.
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