Domingo XXI del Tiempo Ordinario 23 de agosto de 2015
MONICIÓN DE ENTRADA
Queremos darles la más cordial
bienvenida al inicio de esta, nuestra Eucaristía, correspondiente al Domingo XXI
del Tiempo Ordinario, amigos, hermanos. Conviene que nos dispongamos a
responder una pregunta: ¿Pensamos dejar a Jesús? Porque, muchas veces, no
dejamos que nuestro círculo de amigos o compañeros conozca nuestra condición de
‘cristianos católicos’ y participamos en cualquier chat, tratando a la ligera
cualquier tema delicado, usando argumentos contra Dios y contra la Iglesia.
Ahora, cuando vamos a vivir nuevamente el sacrificio
de Amor que Cristo ofreció a su Padre –y que ofrece en cada Eucaristía-,
trayéndonos la alegría de la salvación, hemos de estar dispuestos a ser
valientes y mostrar, sin pena, en quién
creemos, no importa qué perdamos por hacerlo.
Alegres y agradecidos por la Misericordia de
Dios, vivamos este encuentro con el Señor, Su Palabra, Su tierno amor
vivificador.
PENITENCIAL
1.
Nos importa mucho lo que puedan pensar de nosotros y, en ocasiones, callamos o
llegamos hasta a negar nuestra fe. ¡Te despreciamos por lo que piense la gente!
Señor, ten piedad
2.
Valoramos poco la unión de los esposos; valoramos muy poco nuestra vida de fem
nuestro ‘ser Iglesia’. Cristo, ten
piedad
3.
Pensamos que todo lo que se anuncia como paz, serenidad o bienestar tiene que
ver con Dios y asumimos medias verdades, doctrinas y posturas para las que no
cuenta nuestro Dios. Señor, ten piedad
MONICIONES SOBRE LAS
LECTURAS
PRIMERA.-
La primera lectura es del Libro de Josué, y nos presenta la valentía del
profeta que, ante la posibilidad de servir a otros dioses en lugar del Dios
verdadero, anuncia que tanto él como su familia servirán solo a Dios. Su
ejemplo es, entonces, imitado por el pueblo allí reunido. ¿Somos valientes para
decir en quién creemos y seguirlo? ¿Qué respondemos a Dios?
SALMO.- Este
es el tercer Domingo en que alabaremos a Dios con el Salmo 33. ¡Dios es bueno!
Su bondad lo alcanza todo. Pero tenemos que afinar sentidos para descubrirlo en
las innumerables y pequeñas obras de Su poder y Su amor hacia nosotros.
SEGUNDA.- Tomada
del capítulo 5 de la Carta a los Efesios, en nuestra segunda lectura, San Pablo
nos explica que la relación entre los esposos ha de ser como la que existe
entre Cristo y Su Iglesia. Obediencia y respeto, por una parte; amor como a sí
mismo, por la otra. Hombre y mujer son una sola carne, así como Cristo y Su
Iglesia son una sola cosa.
EVANGELIO.- Hay
momentos en que no podemos ser indiferentes y tenemos que pronunciarnos, así
como hizo Josué ante la asamblea. El seguimiento a Cristo es exigente y no caben
medias tintas. Pedro responderá aquella frase que bien conocemos: “Señor, ¿a quién iríamos? Solo Tú tienes
palabras de vida eterna.”
ORACIÓN DE LOS FIELES
1.
Oremos por la Iglesia que Cristo fundó, por la piedra sobre la que está fundada,
por los ministros responsables de administrar la gracia, por cada uno de los bautizados. Que el Señor
anime a todos a vivir esa Su gracia en plenitud de servicio. Roguemos al Señor.
2.
Oremos por los líderes de este mundo, por quienes dirigen a las naciones, por
los gobernantes de nuestro país, para que se dejen guiar por la Palabra de Dios
y sirvan con recta intención a sus ciudadanos. Roguemos al Señor.
3.
Encomendemos al Espíritu de Dios a los cristianos confundidos en prácticas
populares e inofensivas a su fe, en apariencia; para que se dejen iluminar por
Él y descubran que prácticas como el yoga tienen fundamento religioso y
anticristiano. Roguemos al Señor.
4.
Oremos por nosotros, cristianos de misa dominical, para que recordemos que esta
constituye el inicio de una actividad que dura toda la semana, durante la cual
debemos dejar traslucir nuestra fe y compromiso de perdón y de servicio. Roguemos al Señor.
5.
Por los medios de comunicación. Para que sean más respetuosos con la figura de
Jesucristo. Roguemos al Señor.
6.
Por nuestra Parroquia. Por quienes se esfuerzan para que esté bien arreglada,
de acuerdo a la dignidad del que en ella vive, Cristo, nuestro Señor. Por todos
los que han colaborado para lograr estos trabajos y por los que se disponen
para colaborar en los que faltan. ¡Que el Señor los bendiga! Roguemos al Señor.
7.
Por nuestros familiares o conocidos que han partido de este mundo, para que
gocen de la promesa en la cual creyeron. Roguemos
al Señor.
8.
Por quienes viajan en estas vacaciones, para que puedan disfrutar sanamente y
regresar con bien a sus hogares.
Roguemos al Señor.
OFERTORIO
Señor, hay sufrimientos
y alegrías en nuestras vidas… Este cáliz
y estas vinajeras contienen lo
que Tú necesitas para prepararnos el Banquete celestial por el que permaneces
con nosotros. Te agradecemos y suplicamos la transformación de lo que así lo
requiera, por el poder de Tu Presencia Eucarística. ¡Bendito seas, Señor!
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