XIII Domingo Ordinario, 30 de junio de 2019
MONICIÓN DE ENTRADA ¡Muy buenos días, hermanas y hermanos! Sean todas y todos bienvenidos a la Eucaristía de este Decimotercer Domingo del Tiempo Ordinario, momento en que nos corresponde organizar nuestra vida para disponernos a seguir a Dios o al mundo. Esta última posibilidad es tentadora, porque poco pide. En cambio, seguir a Jesús es exigente: ¡nada de medias tintas! Porque a Jesús no le valen personas que digan seguirlo a Él pero que estén pendientes de lo que están dejando de lado. Por lo tanto, seguir a Cristo requiere de nosotros voluntad y corazón firmes, renuncia y sacrificio; esto, porque es lo que necesitamos para llevar su mensaje y su Reino a dondequiera que vayamos. ¡Cantemos y agradezcamos al Señor que nos llama a ser parte de su Reino de amor! PENITENCIAL 1. Decimos que amamos a Dios, pero no estamos dispuestos a sacrificarnos por Él, a honrar su Nombre o servirle. ¡Señor, ten piedad! 2. Decimos que amamos a alguien, pero solo queremos lo que se no