¿Cómo va tu día?

  

Hay mucha gente a quien siempre ves alegres: El acólito de tu parroquia, el panadero, la costurera… Sin embargo, hay muchas otras a quienes siempre encuentras agobiados, apesadumbrados, inquietos y, normalmente, tristes.

Unos y otros ven la vida de forma diferente; situaciones idénticas parecieran causar en ambos efectos distintos, hasta opuestos. Entonces, nos preguntamos por qué y llegamos a ‘detalles’ importantes, los cuales justifican una u otra reacción.

Así, la persona que perdió a un ser muy amado en un día nublado probablemente tienda a sentirse mal en un ambiente así, a pesar de que pueda tener otras muchas razones para sentirse feliz y tranquilo. Esto ocurrirá en tanto no analice y comprenda que no fue ese día nublado el que le llevó a la persona tan amada lejos de sí. Al hacerlo su actitud irá siendo ‑más pronto que tarde- mucho menos severa al percibir el clima como causante de buenos o malos días.

Si atesoramos el dolor, la tristeza, la amargura, el desaliento… eso será lo único que encontraremos en nuestra vida; pues buscaremos confirmar, a cada instante, cómo vemos la vida: ¡Cuánto dolor!, ¡El mundo es tan triste!, ¡Mi boca sabe a hiel!, ¡Ni ganas tengo de vivir!

  Si, por el contrario, lo importante en nuestra vida es vivir alegres, el perdonar, el tener entusiasmo… así será nuestra vida. Ninguna circunstancia exterior lo cambiará. El dolor, el trago amargo, todo pasará, pero seguiremos siendo personas que disfrutan la vida.

No vivamos en la historia, ¡construyamos nuestra historia y seamos felices! Para eso se nos dio la vida.


 

¡Dios te bendiga!                                                    

 

Simplemente,

                   Isabel

 

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Misa de Grado, XXXII Promoción Bachilleres en Ciencias, C.C.B. 'Haydee Cárdenas', 20 de julio de 2016

Solemnidad de Nuestra Señora del Carmen 16 de Julio de 2015

ACCIÓN DE GRACIAS POR EL CUMPLEAÑOS 80 DE MARÍA NINFA NAVA DE PARRA