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Mostrando las entradas de septiembre, 2017

XXVI Domingo del Tiempo Ordinario, Misa Familiar, 1 de octubre de 2017

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MONICIÓN DE ENTRADA Con alegría profunda comenzamos este mes de octubre reunidos como familia de fe. Estamos ya en el XXVI Domingo Ordinario, iniciando el mes dedicado a realzar la importancia de la Biblia, la cual ha de ser Luz en nuestro camino. Hoy el Señor nos revela una realidad: somos responsables de nuestros actos, que tienen consecuencias. Si estos no coinciden con nuestras palabras podríamos estar actuando poco sinceramente. Sin firmeza y propósitos claros, estaríamos dejándonos llevar por criterios nada cristianos. ¡Jesús, siendo el Señor , llegó hasta el final, a pesar de la humillación de la Cruz!  PENITENCIAL 1. Porque creemos que no hace falta seguir haciendo el bien hasta el final. ¡Señor, ten piedad! 2. Porque olvidamos que seguir a Cristo no es saber mucho o tener cargos importantes sino, más bien, servir con humildad a quien nos necesite, al estilo suyo. ¡Cristo, ten piedad! 3. Porque prometemos hacer el bien, pero no nos disponemos a hacerlo. ¡S

XXVI Domingo del Tiempo Ordinario, 1 de octubre de 2017

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MONICIÓN DE ENTRADA Con alegría profunda comenzamos este mes de octubre reunidos como familia de fe. Estamos ya en el XXVI Domingo Ordinario, iniciando el mes dedicado a realzar la importancia de la Biblia, la cual ha de ser Luz en nuestro camino. Hoy el Señor nos revela una realidad: somos responsables de nuestros actos, que tienen consecuencias. Si estos no coinciden con nuestras palabras podríamos estar actuando poco sinceramente. Sin firmeza y propósitos claros, estaríamos dejándonos llevar por criterios nada cristianos. ¡Jesús, siendo el Señor , llegó hasta el final, a pesar de la humillación de la Cruz!  PENITENCIAL 1. Porque creemos que no hace falta seguir haciendo el bien hasta el final. ¡Señor, ten piedad! 2. Porque olvidamos que seguir a Cristo no es saber mucho o tener cargos importantes sino, más bien, servir con humildad a quien nos necesite, al estilo suyo. ¡Cristo, ten piedad! 3. Porque prometemos hacer el bien, pero no nos disponemos a hacerlo. ¡Señor,

XXV Domingo del Tiempo Ordinario, 24 de septiembre de 2017

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MONICIÓN DE ENTRADA ¡Buenos días a todas y todos! Les damos la bienvenida  a la Eucaristía del Domingo XXV del Tiempo Ordinario, que nos trae profundas enseñanzas. Por una parte, hemos de aceptar que, porque Dios es Dios, sus pensamientos y acciones son diferentes de los nuestros, tan limitados y -muchas veces- alejados de la verdad. Por otra parte, conviene que nos alegremos por la generosidad del Señor, ya que muchas veces somos sus beneficiarios. La envidia por aquel que recibe lo que quisiéramos para nosotros nos aleja de la gracia divina -que reparte para todos con el mismo amor. Conviene, pues, dejarnos llenar de Cristo, vivir su cercanía y confiar en su bondad y amor. PENITENCIAL 1. Porque queremos que Dios piense y se comporte como nosotros. ¡Señor, ten piedad! 2. Porque pensamos que seguir a Cristo es cumplir cultos y hacer largas oraciones, aunque vivamos de espaldas a su Palabra. ¡Cristo, ten piedad! 3. Porque pensamos que Dios está obligado a darnos lo q

XXV Domingo del Tiempo Ordinario, Misa Familiar, 24 de septiembre de 2017

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MONICIÓN DE ENTRADA ¡Buenos días a todas y todos! Les damos la bienvenida a la Eucaristía del Domingo XXV del Tiempo Ordinario cuando se nos invita a dejarnos llenar de Cristo, vivir su cercanía y confiar en su bondad y amor.  Porque Dios es Dios y sus pensamientos y acciones son diferentes de los nuestros, hemos de desechar la envidia ante las bendiciones que otros reciben y alegrarnos porque Él sea tan generoso, ya que también nosotros somos sus beneficiarios. PENITENCIAL 1. Porque queremos que Dios piense y se comporte como nosotros. ¡Señor, ten piedad! 2. Porque pensamos que seguir a Cristo es cumplir cultos y hacer largas oraciones, aunque vivamos de espaldas a su Palabra. ¡Cristo, ten piedad! 3. Porque pensamos que Dios está obligado a darnos lo que queremos y nos molestamos con Él hasta buscarnos ‘otros dioses’ que sí respondan. ¡Señor, ten piedad! MONICIÓN SOBRE LAS LECTURAS Dios, cercano y generoso a más no poder, siempre obra en favor de sus hijos;

XXIV Domingo Ordinario, Misa Familiar, 17 de septiembre de 2017

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MONICIÓN DE ENTRADA ¡Damos la bienvenida a todos los hermanos en este XXIV Domingo del Tiempo Ordinario! Y, ¿cómo no hacerlo si cada vez descubrimos un poco más cuál ha de ser nuestra actitud ante cada persona de nuestra historia personal de Salvación? Hoy somos invitados a perdonar; no de palabra, sino de corazón; porque tenemos todos un mismo Señor -Jesucristo- que murió perdonando la incomprensión a su mensaje de amor y el furor y la humillación de una cruenta muerte, soportada para nuestra Salvación. PENITENCIAL ü Porque esperamos ser perdonados, pero nos gusta ‘perdonar sin olvidar’. ¡Señor, ten piedad! ü Porque nos buscamos ‘otros señores’, dejando de lado al único Señor nuestro, Jesucristo, quien murió y resucitó por nuestra Salvación. ¡Cristo, ten piedad! ü Esperamos ser tratados compasivamente; pero somos duros y rígidos ante las debilidades ajenas. ¡Señor, ten piedad! MONICIÓN A LAS LECTURAS Las lecturas de hoy nos presentan el tema del perdón. Enf

XXIV Domingo Ordinario, 17 de septiembre de 2017

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MONICIÓN DE ENTRADA ¡Damos la bienvenida a todos los hermanos en este XXIV Domingo del Tiempo Ordinario! Y, ¿cómo no hacerlo si cada vez descubrimos un poco más cuál ha de ser nuestra actitud ante cada persona de nuestra historia personal de Salvación? Hoy somos invitados a perdonar; no de palabra, sino de corazón; porque tenemos todos un mismo Señor -Jesucristo- que murió perdonando la incomprensión a su mensaje de amor y el furor y la humillación de una cruenta muerte, soportada para nuestra Salvación. PENITENCIAL ü Porque esperamos ser perdonados, pero nos gusta ‘perdonar sin olvidar’. ¡Señor, ten piedad! ü Porque nos buscamos ‘otros señores’, dejando de lado al único Señor nuestro, Jesucristo, quien murió y resucitó por nuestra Salvación. ¡Cristo, ten piedad! ü Esperamos ser tratados compasivamente; pero somos duros y rígidos ante las debilidades ajenas. ¡Señor, ten piedad! MONICIONES A LAS LECTURAS PRIMERA: Un pueblo bárbaro ha ido superando costumbre

XXIII Domingo Ordinario, Misa Familiar, 10 de septiembre de 2017

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MONICIÓN DE ENTRADA Seamos todas y todos bienvenidos a nuestra Eucaristía del XXIII Domingo Ordinario, cuyas lecturas son muy reveladoras. La felicidad no es algo inalcanzable y la experimentamos en tanto vamos corrigiendo nuestros errores y los de nuestro prójimo, los cuales nos impiden ser cristianos auténticos.  La corrección hecha con amor garantiza que seamos felices y podamos llegar a la patria eterna. PENITENCIAL v Porque nos preocupamos solo de nosotros y dejamos que los demás actúen de manera equivocada, sin aportar opciones vivificadoras. ¡Señor, ten piedad! v Porque no amamos lo suficiente a quienes comparten su historia personal con la nuestra. ¡Cristo, ten piedad! v Porque despreciamos el poder de la oración en comunidad ante nuestros problemas. ¡Señor, ten piedad! MONICIÓN A LAS LECTURAS La corrección a otros es buena cuando no procede de nuestro egoísmo o resentimiento.  No conviene vivir sin interesarnos por las debilidades propias y ajenas.  Si

XXIII Domingo Ordinario, 10 de septiembre de 2017

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MONICIÓN DE ENTRADA Seamos todas y todos bienvenidos a nuestra Eucaristía del XXIII Domingo Ordinario, cuyas lecturas son muy reveladoras. La felicidad no es algo inalcanzable y la experimentamos en tanto vamos corrigiendo nuestros errores y los de nuestro prójimo, los cuales nos impiden ser cristianos auténticos.  La corrección hecha con amor garantiza el desarrollo de conductas pro-felicidad para todos. Dejemos que el Señor nos vaya conduciendo a la patria eterna. Escuchemos la voz de Dios que nos llega por sus profetas. Hagamos los cambios que Él nos pide. Soltemos el lastre que se nos va pegando y crezcamos en el amor. PENITENCIAL v Porque nos preocupamos solo de nosotros y dejamos que los demás actúen de manera equivocada, sin aportar opciones vivificadoras. ¡Señor, ten piedad! v Porque no amamos lo suficiente a quienes comparten su historia personal con la nuestra. ¡Cristo, ten piedad! v Porque despreciamos el poder de la oración en comunidad ante nuestro