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Mostrando las entradas de septiembre, 2015

XXVII Domingo del Tiempo Ordinario, 4 de octubre de 2015

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MONICIÓN DE ENTRADA ¡Muy buenos días para todas y todos! Les damos nuestra más cordial bienvenida a esta Eucaristía del XXVII Domingo del Tiempo Ordinario, el ‘Domingo del amor y del matrimonio’. Es que hoy todas las lecturas giran en torno al amor matrimonial, amor que es entrega y que transforma a todos. Sacramento de la Iglesia, la unión matrimonial de los esposos en la fidelidad y entrega mutuas constituye la verdadera voluntad de Dios. Por lo tanto, una decisión en este sentido requiere cuidadosa revisión y reflexión. Hoy, cuando nos cansamos de escuchar el famoso ‘a ver cómo nos va’, debemos reconocer que decidimos más por emociones y sensaciones que por un real deseo de hacer feliz al otro. Conviene, pues, que nos aboquemos a reavivar ese amor que une a los esposos con Cristo, fijándonos en aquello que nos une más que en lo que nos desune, forjando la admiración y la comunicación como herramientas que nos ofrece el Señor para superar las naturales dificultades. (Por

Momiciones de le Misa de Grado 01 de octubre de 2015

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MONICIONES A LAS LECTURAS PRIMERA: He aquí un relato muy aleccionador del profeta Nehemías, quien explica detalladamente cómo los israelitas se reunieron para escuchar el libro de la Ley de Dios. Todos los que podían entender escucharon atentos durante más de seis horas la Palabra y la explicación de los sacerdotes, escribas y levitas. Conmovidos por ésta ante sus propias realidades, la asamblea alabó al Señor y terminó celebrando ese encuentro con los hermanos. Vale la pena preguntarnos cuál es nuestra actitud ante hechos similares. SALMO: Hoy oraremos con el Salmo 18, en el cual nos unimos al clamor del pueblo expresado en la Primera Lectura. La Ley de Dios busca iluminar y alegrar nuestras vidas, porque es plena de verdad y de justicia. Debemos gustar de sus mandatos y conducirnos según su voluntad, que es perfecta. EVANGELIO: Anunciar a Dios es anunciar la vida. Todo bautizado está llamado a esta misión, que no es exclusiva de sacerdotes o religiosos. Hemos de esforz

XXVI Domingo del Tiempo Ordinario 27 de septiembre de 2015

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MONICIÓN DE ENTRADA ¡Muy buenos días a todos los hermanos y hermanas! Sepamos que todos somos bienvenidos al Banquete preparado por el Señor mismo para este Domingo XXVI del Tiempo Ordinario. Todas las personas nos equivocamos, somos débiles ante las tentaciones y, muchas veces, terminamos haciendo el mal. A pesar de esto, todas las personas somos capaces de hacer lo bueno, somos capaces de recibir el mensaje de Dios y responder con el bien que Él espera. ¡Dios cree en el ser humano! No obstante, llegamos a pensar que solo nosotros y los que están con nosotros somos capaces de actuar bien. ¡Grave error que el Señor hoy corrige! Además, debemos alegrarnos cuando alguien que estaba lejos del ‘Camino’ decide escuchar a Dios y se acerca. Debemos entender que el ser humano –imagen y semejanza de Dios.- siempre puede obrar según la Voluntad divina, aunque es libre para hacerlo o no. También en las personas que   viven apartadas del camino de la fe, Dios ha puesto semillas de amor

XXV Domingo del Tiempo Ordinario 20 de septiembre de 2015

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MONICIÓN DE ENTRADA ¡Muy buenos días para todos, hermanas y hermanos! Les damos la bienvenida a nuestro encuentro fraterno con el Señor de la Vida, Jesucristo, con el Padre y con el Espíritu Santo. Nos sentimos a gusto cuando vamos a cualquier lugar y nos atienden bien; sin embargo, pocas veces nos fijamos que hay personas encargadas de hacerlo y admiramos el esplendor de lo que se hace pero menospreciamos a quienes nos han atendido, a quienes nos han servido. Olvidamos, con frecuencia, que mientras más humilde es el servicio, más fundamental es que se haga para bienestar de todos. El Señor nos anima a llenarnos de sabiduría, de esa que nos lleva a servir a los demás, no por lo que vistan o tengan o hagan sino porque son personas, hijos de Dios, no importa cuán humildes sean. Y, como los niños, podremos compartir y servirnos mutuamente con alegría, olvidando ofensas y disponiéndonos a la unidad que deben vivir los hijos de Dios. Que busquemos siempre ser los primeros en l