Así es la vida

La vida es algo tan común y tan particular a la vez, que nos asombraríamos si lo pensáramos. Hoy sufres, te persiguen, se levantan voces en tu contra pero, mañana, estás alegre, eres reconocido, te va bien. 
Una mujer que da a luz sufre durante un tiempo, pero el día de su parto o de su cesárea lo recordará llena de gozo por la criatura que le ha nacido. Porque toda angustia, toda tristeza, conlleva paz y alegría.
Cuando leía la Palabra correspondiente a este día me remonté unos años en mi historia: pasados tres días de falsas contracciones y dos días y medio en trabajo de parto en el hospital, una chica fue cesareada. Cada año a partir de entonces se recuerda ese momento con una alegría incomparable pues hubo un hermoso fruto para tanto y tan profundo sufrimiento. La hija constituye motivo de ocupación, de gratitud y de sincero gozo. Y queda atrás "lo feo" para permanecer la vida de esa hija.
Un despido, el alquiler de una vivienda que se dificulta, la pérdida de una gran amistad, así como tantísimos eventos más o menos prolongados en nuestras vidas, constituyen valiosos impulsos para experimentar cambios positivos, necesarios para nuestro bienestar y el de quienes nos rodean.
En medio de tantas circunstancias adversas hemos de tener presentes las palabras de Jesús (Juan 16,22-23a): "También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada".
No obstante, lo que más dolor puede provocarnos es estar lejos de Dios, haber tomado otros rumbos donde Él no tiene cabida. Siempre a nuestra espera, el Señor Jesús se hará el encontradizo para transformarlo todo. Solo si se lo permitimos. ¡Ven, Señor Jesús! 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Misa de Grado, XXXII Promoción Bachilleres en Ciencias, C.C.B. 'Haydee Cárdenas', 20 de julio de 2016

Solemnidad de Nuestra Señora del Carmen 16 de Julio de 2015

ACCIÓN DE GRACIAS POR EL CUMPLEAÑOS 80 DE MARÍA NINFA NAVA DE PARRA