II Domingo de Adviento, Solemnidad de la Inmaculada Concepción, Misa Familiar, 8 de diciembre de 2019

MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy
buenos días para todos los hermanos! Les damos la más cordial bienvenida a
nuestra celebración del II Domingo de Adviento, que este año coincide con la
Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María. Ella es la Mujer de la
ESPERANZA. ¿Qué podríamos hacer si no tenemos esperanza?
Hay
caminos que debemos enderezar en nuestras vidas, en nuestras propias familias y
entre los más cercanos a nosotros.
¡Seguro que tu Palabra, Señor, será guía y Luz en ese, nuestro caminar! Así
podremos celebrar el cumpleaños de Jesús con alegría profunda.
La
oración, la Palabra de Dios, la vida sacramental y el servicio a quienes nos
rodean, constituyen el camino a recorrer. María, la Madre del Adviento, la
Madre de la esperanza, nos acompaña hasta llegar a Jesús.
PENITENCIAL
1.
Al acercarse la Navidad, preguntémonos: ¿Somos cristianos o simples decoradores
de espacios?, ¿preparamos nuestras vidas al Niño Dios o nos contentamos con ser
acomodadores y utilizadores de las cosas que compramos? Señor, ten piedad (Niños portan un letrero: Jesús está por
nacer)
2.
¡Llega el Señor! ¿Damos sentido a nuestras vidas sirviendo y consolando al que
nos necesita? ¿Nos importa hacer que los que están tristes puedan sonreír? Cristo, ten piedad (Niños portan un
letrero: Junto a Jesús, ayudamos)
3.
¡El Señor se establece en medio de nosotros! ¿A quién adoramos: al Niño que
recordamos en el Pesebre o al viejo bonachón que da regalos? Señor, ten piedad (Niños portan un
letrero: Jesús es mi Señor)
CORONA DE ADVIENTO:
BENDICIÓN DEL SEGUNDO CIRIO (Antes de la Oración Colecta)
Dios
Padre nuestro, que derramas sobre todos tus hijos tu misericordia infinita,
haznos sensibles a la actitud que Tú esperas en nosotros para recibir
adecuadamente a tu Hijo amado, Jesucristo. De manera que, al encender este segundo cirio de la Corona
de Adviento que bendecimos en tu Nombre, renovemos nuestro compromiso de ser
voz para anunciar Su llegada, camino que lleve hacia Él nuestros pasos,
instrumento del gran amor que nos trae el Dios-con-nosotros. Por Jesucristo
nuestro Señor.
ENCENDIDO DEL SEGUNDO
CIRIO / ORACIÓN DE ADVIENTO DE LA FAMILIA
(La
familia designada coloca el cirio verde -cuya llama colocará un niño- y recibe de otro niño el segundo gesto, la
mula y el buey -, que colocarán sobre el primer escalón, algo más alto y cerca
del altar que el primero, que ya estará colocado). Mientras caminan hacia el
lugar de la Corona, algún monitor lee la Oración)
Señor, vivimos tiempos de oscuridad. ¡Ven a nuestros
corazones, a nuestros hogares, para que podamos llevar tu Luz!
Señor,
vivimos nuestra fe con mucha comodidad. ¡Ayúdanos a esforzarnos para que
nuestras vidas se vuelvan productivas para el Reino de Dios!
Señor,
el mundo cree que Dios no hace falta. ¡Toca nuestros corazones con la dulzura
del Niño de Belén de manera que, cada vez más, escuchemos a Dios Padre y lo
entreguemos a todos!
MONICIÓN SOBRE LAS
LECTURAS
Dios
lo ha anunciado. ¡Viene el Señor! Se requiere, pues, nuestra preparación tanto
como lo requirió al pueblo judío en medio de tantos sufrimientos. Ante nuestro
pecado hay una gran esperanza No hace falta comprenderlo todo, solo confiar y
dejarse guiar por la fe n la promesa y la esperanza. Hoy como ayer, Él, Dios
con nosotros, nuestro Salvador, puede transformarlo todo; pero requiere que nos
dispongamos a su encuentro con una vida renovada, en paz, para felicidad de
todos. Imitemos a María, modelo de esperanza.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1.
Jesús es el Camino. Que la Iglesia
nos enseñe y guíe para hacer el recorrido de nuestras vidas sin desviarnos,
atrayendo a todos al Señor, con ternura.
Oremos.
2.
Vemos signos de muerte por todas partes. Que la figura de María nos
motive a vivir con esperanza y pureza cada día, sirviendo sin preguntar, amando
a quien nos rodee, llevando a todos a Jesús. Oremos.
3.
Jesús es la Palabra de Dios. Que las
palabras que salgan de nuestros labios edifiquen, corrijan y proclamen la
grandeza del Dios Uno y Trino, según las posibilidades y necesidades que
tengamos. Oremos.
4.
Jesús es el que sirve. Que dejemos
las actitudes cómodas y nos constituyamos en servidores por amor a Dios y a
quienes comparten nuestras historias personales. Oremos.
5.
Navidad es tiempo de esperanza. Que
se renueve nuestra esperanza ante el misterio del Dios que se hace pequeño para
salvarnos. Que gocemos de las pequeñas cosas y momentos para que, así, pueda
ser transformado lo grande, lo permanente, sin aspirar a grandezas, como María. Oremos.
6.
Navidad es tiempo de cambios. Que
nos decidamos a dejar atrás todo lo que nos daña a nosotros y a quienes nos
rodean. Que asumamos hábitos cristianos que nos permitan conocer y amar más a
Dios y al prójimo. Oremos.
OFERTORIO
1.
Señor, te entregamos nuestra voluntad de proclamar ante el mundo que la Navidad
es la Fiesta de la Natividad de Jesús, a quien hemos de adorar. Este megáfono indique la fuerza y el empeño
que tenemos que ponerle a nuestra tarea.
2. Queremos unirnos a María Santísima, la
Inmaculada, a quien hoy representamos con
este letrero: ESPERANZA. Con
él anunciaremos la grande obra que esta mujer sencilla nos legó al traernos a
quien esperábamos, a Jesús.
3.
Ésta es la Ofrenda por excelencia: el
pan y el vino. Uniéndonos a tu entrega personal de salvación, Señor, te
entregamos nuestras situaciones personales, familiares, laborales y
comunitarias. Gracias por tanta paciencia y misericordia que has tenido y
seguirás teniendo para con todos nosotros.
ACCIÓN DE GRACIAS
Señor, Padre amado, como hijos tuyos queremos darte gracias
por haber cuidado todo para nosotros, hasta el habernos dado una Madre tan
excelente. En María te damos gracias también por cada madre, seguros de tu Presencia
amorosa en ellas y de la protección y guía de la que reconocemos, con justa
razón, Madre Purísima, la Inmaculada. Amén.
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