XXXII Domingo Ordinario, Misa Familiar, 10 de noviembre de 2019

MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy
buenos días, hermanas y hermanos! Reunidos para celebrar el Día del Señor en
este XXXII Domingo del Tiempo Ordinario, hemos de recordar siempre que Jesús
murió, pero también resucitó. Por lo tanto, nos corresponde igualmente a
nosotros pasar por ahí. Un día nos encontraremos con una nueva vida, llenos de
alegría, gozo perfecto, amor y paz. Y, a pesar del dolor, la esperanza nos
conducirá a esta meta, que es la vida
verdadera.
PENITENCIAL
Porque
Tú, Señor, nos das vida eterna, aunque dudemos tantas veces. ¡Señor, ten piedad!
(Adultos con fe infantil Vs Adultos con fe firme)
Porque
nuestra fe cómoda es vencida por las grandes dificultades. ¡Cristo, ten piedad!
(‘Yo antes creía en Dios’ Vs ‘Cada vez creo más en Dios’)
Porque
creemos en la resurrección de los muertos… y en la reencarnación, el karma y lo
que nos cuenten por ahí. ¡Señor,
ten piedad! (‘Mi marido es mi karma…’ Vs ‘Mi marido
es mi cruz’)
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
Dios,
que nos ha llamado a la vida, nos enriquece con ciertos ‘regalos’ que nos son
muy necesarios para correr bien la carrera de nuestra existencia. Y,
ciertamente, el dolor nos tocará muchas veces y sólo una fe firme nos
posibilitará para mantenernos en sintonía con la vida verdadera. Es que, como
bien lo dirá Jesús, Dios no es Dios de muertos, sino de vivos y la Resurrección
es el paso que sigue a la muerte física.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1.
Oremos por el Papa Francisco, nuestros obispos y sacerdotes y por todos los
bautizados, para que la Iglesia viva muy unida a Dios. Roguemos al Señor.
2.
Por todos los gobernantes, para que sean justos y se esfuercen por
servir a todos los ciudadanos. Roguemos
al Señor.
3.
Por nosotros, nuestros catequistas y familiares, para que no perdamos el
tiempo y nos preparemos también para resucitar un día. Roguemos al Señor.
4.
Ciertamente, encontraremos muchas dificultades en nuestras vidas. Pero vivamos
firmes en la fe, llenos de esperanza en la vida eterna, la vida verdadera. Roguemos al Señor.
5.
Oramos por todos los difuntos. Para que el Dios de la vida les conceda
el gozo de una eternidad en su Amor, según lo creemos. Roguemos al Señor.
OFERTORIO
1.
Porque debemos ser Luz dondequiera que nos encontremos. Porque la Luz de Cristo
nos lleva a la Resurrección… (Cirio
encendido)
2.
Representamos la vida en estas flores. Diferentes en aroma, color y forma,
nuestras vidas deben mostrar la generosidad del Creador donde nos encontremos. (Flores)
3.
Vivir tiene sus dificultades; pero creemos firmemente que Jesús se hará
presente en las ofrendas del pan y el vino para alimentarnos en el
camino de nuestras vidas, anticipo del Banquete Celestial. (Cáliz, hostias y vinajeras)
ACCIÓN DE GRACIAS
Gracias,
Señor, por todo cuanto haces para ayudarnos cada día. Gracias, porque podemos
sentir tu Presencia en medio de nuestros problemas, cuando nos sostienes y nos
animas a seguir adelante, siempre adelante. Gracias, Señor, porque podemos
descubrirte en el que sufre, en el que espera, en el que calla, en el enfermo,
en el castigado injustamente, en todos los que nos rodean. Amén.
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