XXVII Domingo Ordinario, 13 de octubre de 2019
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy
buenos días, hermanos! Hemos llegado al XXVIII Domingo Ordinario y, nuevamente,
se nos ofrece la mesa de la Palabra y la mesa de la Eucaristía para
alimentarnos y fortalecernos. Aprovechemos este encuentro con el Señor.
Pareciera
evidente que, ante la grandeza y majestuosidad de la naturaleza, debiéramos
exultar de gozo, pues Dios se ha fijado en nosotros, nos protege de
innumerables maneras y se ha quedado en medio de nosotros, nos alimenta y
dirige con amor.
Sin
embargo, actuamos como quien es merecedor de todo, y no nos disponemos ni
siquiera a agradecerle tanto amor. Hoy se nos invita a ser agradecidos con
Dios. ¡Hacerlo nos dará buenos resultados!
PENITENCIAL
1.
Porque creemos merecerlo todo y olvidamos agradecer a quien nos ha concedido lo
que es bueno. ¡Señor, ten piedad!
2.
Porque olvidamos que todo bien, físico o espiritual, proviene de Dios, y somos poco
agradecidos. ¡Cristo, ten piedad!
3.
Porque actuamos como católicos con derecho a todo lo que queramos recibir y no
agradecemos a Dios Sus bondades. ¡Señor,
ten piedad!
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
PRIMERA.- Hay actitudes de vida
fundamentales. La gratitud es una de ellas. Nos encontraremos con Naamán, el
sirio, quien pide al Señor que lo sane de la lepra a través del profeta Eliseo.
Obrada la sanación, agradece prometiendo honrar solo a Dios.
SALMO.- Ante las acciones tan
portentosas de Dios, el universo entero ha de responder en gozosa alabanza. Más
aun, las contagiantes alabanzas han de animarnos ante la venida del Señor, que
ha hecho morada entre nosotros y estamos alegres.
SEGUNDA.- Si estamos llamados a ser
agradecidos, hoy san Pablo nos exhorta con justa razón a darle gracias a Jesucristo, en quien hemos sido salvados; a Él
cantemos alegres, a Él sirvamos gozosos.
EVANGELIO.- Ante diez enfermos con fe,
Jesús obra la sanación deseada. De entre estos, solo un extranjero de anima a mostrar
gratitud, por lo cual se regresa, y lo expresa, causando el elogio de Jesús y
su propia salvación.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1. Por la Iglesia. Por el
Papa Francisco y nuestros Obispos …, y todos los consagrados, para que
siempre se sientan movidos a agradecer a Dios, que los trata con misericordia. Oremos.
2. Por el Pueblo de Dios.
Para que descubramos el gozo de agradecer, especialmente a Dios, todo lo bueno
que disfrutamos en la naturaleza y a través de las personas. Oremos.
3. Por nuestros bienhechores.
Para que nos mostremos agradecidos con ellos y que nuestras oraciones sean la respuesta a sus buenas acciones para con
nosotros. Oremos.
4. Por todos nosotros.
Para que se despierten nuestros corazones en gratitud a Dios por tanto bien que
nos regala. Para que se lo digamos de corazón y con buenas obras para quien nos
necesite. Oremos.
5. Además, en este mes de
octubre, oremos especialmente por todos los misioneros, para que aumente su
presencia en los lugares más pobres y necesitados de la tierra. Oremos.
6. Por las benditas almas del Purgatorio,
para que gocen de tu Presencia, Señor. Oremos.
OFERTORIO
1. Te damos gracias, Señor, por el pan y el vino,
una muestra definitiva de tu ocupación por nuestro bien. Capaz de hacerlo todo
en nosotros una vez convertidas en tu Cuerpo y en tu Sangre por la acción
sacerdotal sobre ellas, te entregamos estas especies agradecidos y bien
dispuestos para hacer el
bien, también nosotros, a quien nos necesite.
ACCIÓN
DE GRACIAS
Nuevamente
queremos darte gracias, Señor, porque no cesas de bendecirnos y animarnos a
obrar el bien. Que cada buena acción que te entreguemos se constituya en
súplica activa por los que sufren y por los que no te conocen. Amén.
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