XXIII Domingo Ordinario, Misa Familiar, 8 de septiembre de 2019
MONICIÓN DE
ENTRADA
¡Muy buenos días, hermanos y hermanas! Les
damos la más cordial bienvenida a la Eucaristía del Domingo XXIII del Tiempo
Ordinario, día de invitaciones y exigencias para ser discípulas y discípulos, amigas
y amigos de Jesucristo.
Y, por cuanto no hay decisión sencilla, debemos
pensar que hemos sido liberados por el Señor en la Cruz. De Dios venimos y Él
constituye nuestro más auténtico y profundo anhelo. Por eso, todo lo que
vivamos debe pasar por Cristo, su Cruz, su entrega, su amor.
Alegrémonos en el Señor y preparémonos para
acompañarle siempre en el camino de la vida.
PENITENCIAL
1. Porque nos gusta iluminar nuestro caminar solo
con lo humano y dejamos de lado lo que Dios nos propone. ¡Señor, ten piedad! (Dios no me dice nada; el
psiquiatra sí lo hace)
2. Porque nos gusta mandar y dirigir, llegando
a creer que las personas son objetos de nuestra propiedad y deben hacer todo
cuanto queramos. ¡Cristo, ten piedad! (Si
digo que mi hija lo hará, lo hará.)
3. Porque nos acomodamos al Jesús bonito y
estilizado que nos presentan muchas imágenes, olvidando que el Cristo real sufrió
inmensamente y que es a Él a quien debemos seguir. ¡Señor, ten piedad! (Seguro que Dios no quiere
que suframos: de esta forma es más fácil, así que es mejor.)
MONICIÓN
SOBRE LAS LECTURAS
Lleno de cualidades y
capacidades, el
ser humano, no puede comprender los planes de Dios y su Voluntad a menos que Él
mismo le ilumine con su Santo Espíritu. Él
es grandeza mientras que, nosotros, somos débiles y necesitados de su Misericordia
infinita para llevar a feliz término cualquier propósito. Creados en libertad,
hemos de respetar la libertad del prójimo, buscando siempre que Jesús sea el
primero en nuestra lista de prioridades. Hay que seguirlo, con Cruz y todo,
resueltamente. Porque no es verdadero cristiano quien toma en cuenta al Señor
solo en las dificultades o los días de ir a misa.
ORACIÓN
DE LOS FIELES
1. La gran riqueza de la Iglesia ha de ser la sabiduría
que viene del Espíritu de Dios. Que sepa pedir y recibir ese don para
ponerlo al servicio de la humanidad. Oremos.
2. Por quienes se disponen a vivir la acción divina con
corazón sincero; por quienes creen que el mundo les puede dar la verdad
absoluta y prescinden de Dios. Oremos.
3. Muchas personas tratan de cargar diversas cruces en
su vida y solo logran arrastrarlas. Para que descubran la Luz de Cristo que
les muestre el camino a seguir, abrazados de sus cruces. Para que encuentren,
además, ayuda de su prójimo. Oremos.
4. Para que descubramos a tiempo que hemos tomado malas
decisiones; y, sabiéndonos débiles y necesitados, nos esforcemos por
corregir a tiempo, siempre tomados de la mano de Dios y de los hermanos. Oremos.
5. Por los enfermos de mente, cuerpo o espíritu. Por los
que viven esclavitudes. Por quienes no tienen libertad física, espiritual o
moral. Por quienes actúan en contra de sus comunidades. Oremos.
6. Por todos los
niños, niñas y adolescentes que rechazan a Dios porque leen páginas de ateos en
Internet. Por sus padres y representantes, para que accedan a esta realidad
y busquen restablecerlos. Oremos.
7. Por quienes viven el sueño eterno y por sus
familiares y amigos. Para que todos reciban la paz que el Señor concede. Oremos.
OFERTORIO (Una
familia con los letreros y, finalmente, el pan y el vino)
Luz, sabiduría, Cruz, entrega, libertad, amor: leyes para
una existencia que produce frutos de vida, como la de Aquel que se ofrendó al
Padre por nosotros y que hará que el pan y el vino se transformen en Pan
de Vida y Cáliz de Salvación para nuestra salud.
ACCIÓN DE
GRACIAS
Gracias, Padre Bueno, porque
te dispones siempre a favor de tus pequeños y haces que no perdamos el impulso
que el Alimento Eucarístico nos ha concedido en este día, de manera que podamos
ser testimonio de tu Misericordia dondequiera y como quiera que estemos.
Comentarios
Publicar un comentario