Domingo XXI del Tiempo Ordinario, 25 de agosto de 2019
MONICIÓN
DE ENTRADA
¡Muy buenos días para todas y todos! Les damos una muy cordial
bienvenida: nos alegra que estén aquí, con nosotros, en el Banquete del Señor.
Este es el XXI Domingo del Tiempo Ordinario. ¿Por qué no expresamos a quienes
tenemos cerca esta alegría por su presencia aquí? (…)
Cuando hacemos un viaje necesitamos tener idea de cuál ruta
tomaremos, qué necesitaremos para el camino, cuánto tardaremos o quién nos
esperará. Así también ocurre con nuestra vida de fe. El Señor nos ha dado la
Salvación, pero hay un recorrido que hacer. Pero el recorrido trae instrucciones:
debemos escoger el camino angosto; camino de sacrificio y de esfuerzo, camino
de solidaridad y entrega, camino de servicio y misericordia, de humildad y
amor. ¡Es por ahí por donde debemos andar!
Que este tiempo vacacional, de menos esfuerzo, no nos impida
acercarnos al estilo de vida de Jesús.
PENITENCIAL
1. Nos cuesta aceptar y anunciar que el Señor es nuestro
Dios y que su sacrificio nos vale la Salvación. Ocultamos nuestra fe. ¡Señor, ten piedad!
2. Nos peleamos con Dios, a quien culpamos de nuestras
situaciones dolorosas, olvidando que nuestras decisiones tienen consecuencias. ¡Cristo, ten piedad!
3. Somos cómodos y pensamos que, porque somos católicos y
creemos en Dios y la Virgen, podemos hacer lo que sea. ¡Señor, ten piedad!
MONICIONES
SOBRE LAS LECTURAS
PRIMERA.-
La primera lectura es del profeta Isaías, quien vislumbra el día en que todos podrán
conocer el mensaje de la Salvación. La gloria de Dios, manifestada en la señal
del Madero, ya se nos reveló y nos dio la Salvación. Anunciemos esta novedad
del Evangelio a todo el mundo.
SALMO.-
Ante Dios, todo misericordia y fidelidad, nosotros hemos de alabar y aclamar.
Esto lo plantea el salmo más breve del salterio -formado por dos versos-, el
116, muy en sintonía con la lectura anterior. Con san Marcos responderemos en
torno a nuestra misión: ir y proclamar la Buena Nueva.
SEGUNDA.- La Carta a los Hebreos nos invita a permanecer firmes en
las situaciones duras de la vida pues vienen a constituir una corrección de
nuestro Padre Dios. Ante la equivocación, humildes y confiados en Él, corrijamos
el camino pues, más allá de todo eso, está Dios, cuidando de los suyos con amor.
EVANGELIO.-
Se proclamará, seguidamente, el Evangelio de Lucas. No es lo mismo preguntar
cuántos se salvarán que aclarar cómo lograrlo. Aquella nos puede llevar a
criticar y calcular cantidades, mientras que esta nos ayudará a comprender que
hay algo que hacer para lograr la Salvación: entrar por la puerta angosta,
sacrificándonos, sirviendo y amando al estilo de Jesús.
ORACIÓN
DE LOS FIELES
1. Oremos por todos los bautizados, especialmente por
aquellos que se han alejado de la Iglesia. ¡Que experimentemos las
bendiciones del Señor! Oremos.
2. Oremos, además, por el Papa Francisco, por los
obispos, sacerdotes, religiosos y diáconos. Para que trabajen
incesantemente por la unidad de esta y todas las Iglesias. Oremos.
3. Por tantos niños y niñas que ya no creen en Dios, que
han sido absorbidos por una tecnología que no requiere de Dios. Que
nuestras oraciones y ejemplos de vida los ayuden a volverse a Ti, Señor, con
una fe renovada. Oremos.
4. Por los animadores pastorales, miembros de grupos y
allegados a la Iglesia, para que su ejemplo de vida y de servicio
evangelice a todos. Oremos.
5. Oremos por nuestro país y por aquellos que estén
atravesando situaciones difíciles a cualquier nivel. Que se vuelvan a ti,
Señor, y salgan adelante en unidad y progreso verdaderos. Oremos.
6. Oremos por quienes solo viven para divertirse. Que
comprendan que una vida se equilibra con trabajo, servicio, disfrute y Dios. Oremos.
7. Oremos por todos los difuntos y por quienes les
lloran sin consolarse. ¡Dios es la Vida! Oremos.
OFERTORIO
A veces el caminar de fe se vuelve dificultoso y nos
produce temor seguir adelante. A veces nos sentimos tan felices que llegamos a
prescindir de Ti. Señor, al traer hasta tu altar estas ofrendas del pan
y el vino queremos invitarte a caminar junto a nosotros, porque nuestra
vida es tuya y solo tu Presencia puede transformarla. ¡Gracias, Jesús!
ACCIÓN
DE GRACIAS
Gracias, Señor, porque eres el camino que conduce al Padre,
porque nos has alimentado, nos has renovado y fortalecido. Gracias, Espíritu de
Dios, porque nos mueves e iluminas, nos levantas y conduces. Gracias, Padre,
por Jesús, ejemplo y fortaleza nuestra, amor que produce amor. Amén.
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