XVI Domingo Ordinario, Misa Familiar, 21 de julio de 2019
MONICIÓN DE
ENTRADA
¡Muy
buenos días para todas y todos! (…) Reciban
nuestro más afectuoso saludo en el inicio de la Eucaristía del Domingo Décimo
Sexto del Tiempo Ordinario.
Hoy
vamos a reflexionar sobre nuestra actitud ante el que nos visita; conoceremos personajes
interesantes, como Abraham y las hermanas Marta y María, siempre trabajando
para el Reino de Dios desde la acción o la contemplación. Y, porque la
hospitalidad debe de ser distintivo de un hogar cristiano, también nosotros
hemos de testimoniar que en nuestra cercanía y brazos abiertos es donde
expresamos nuestra vida de fe. Porque acoger al Señor y al prójimo, ser
hospitalarios, son formas de manifestar y ejercitar el amor.
PENITENCIAL
a) Porque
no nos importan los demás sino estar nosotros bien o tener lo necesario. ¡Señor, ten piedad! (Señor,
siempre serás más generoso que yo.)
b) Porque
muchas veces nos acercamos solo a quien la está pasando bien, pero evitamos
hacerlo a quien tiene dificultades. ¡Cristo,
ten piedad! (Señor, te descubrimos
también en el dolor de nuestro prójimo)
c) Porque
nos cuesta intimar con el Señor en
la oración personal o comunitaria, aunque nos afanamos en actos litúrgicos. ¡Señor,
ten piedad! (Señor, tú siempre estás
presente cuando oramos)
MONICIÓN
SOBRE LAS LECTURAS
Pensamos
que damos mucho, pero siempre descubrimos que el Señor nos da mucho más. Acompañar
al que nos necesita, al que sufre, al que pasa por nuestras vidas, eso nos
ayuda a descubrir a Dios, siempre más generoso que nosotros. Lo material y lo
espiritual, el activismo religioso y la adoración al Señor, todo ha de estar en
equilibrio, todo ha de darse a quien nos necesite pues con esas actitudes de
acercamiento y amor profundo se vive el amor, la armonía y el respeto mutuo, para
construir un ambiente de paz que nos anticipe la casa de Dios.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1) Por
la Iglesia, casa de acogida, con sede en cada uno de nuestros hogares y
ambientes de trabajo o actividad. Para que nos alimentemos
de tu Gracia, Señor, y seamos fuente de vida. Oremos.
2) Por
el Papa Francisco, los obispos, sacerdotes religiosos y diáconos,
para que primero procuren las cosas del Señor y las enseñen así a los fieles. Oremos.
3)
Por los gobernantes que creen que el mundo se puede conducir sin Dios. Para
que Lo busquen para que les ayude en las tareas que les corresponden. Oremos.
4)
Para que hombres y mujeres entendamos que todos debemos ser Martas y Marías en
nuestros hogares, haciéndolos activos y orantes. Oremos.
5)
Cuando el Señor llama a nuestras puertas hemos de responder generosamente y dar
auxilio a quien lo necesite. Hoy entregamos al Señor las intenciones que nos
han sido confiadas y las nuestras, pues Él nos escucha y responde. Oremos.
6)
Hay enfermos que ya no pueden visitar a sus amistades o familiares. Para
que recordemos acercarnos a ellos, escucharles, contarles cómo va el mundo y
llenarlos de esperanza. Oremos.
7)
Finalmente, oramos por todos los
difuntos. Agradecemos al Señor por habernos enriquecido con la presencia en
nuestras vidas de aquellos que ya no están. Le suplicamos a Dios los colme de
amor en la eternidad. Oremos.
OFERTORIO
· Nuestra casa representa un espacio de seguridad donde normalmente
cubrimos nuestras más elementales necesidades. Esta casa representa ‘el
hogar’, lugar de
acogida para nosotros mismos y para quienes se acercan. Sabemos, Señor, de tus
bendiciones.
· Gracias, Señor, por ser nuestro Alimento. Al disponernos para Ti, en
acogida y necesidad, te entregamos las especies en que
te harás presente para colmarnos de tu amor.
ORACIÓN
FINAL
Padre Bueno, que te haces presente en nuestras vidas de
tantas maneras, danos un corazón sensible y disponible para recibirte siempre,
en quienquiera que te hagas presente. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario