XV Domingo Ordinario, Misa Familiar, 14 de julio de 2019


MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy buenos días, hermanos y hermanas! Les damos la más cordial bienvenida a esta Eucaristía del Décimo Quinto Domingo del Tiempo Ordinario.
Nuestra vida debe reflejar y producir el amor de Dios que vivimos para vaciarse en el amor a las personas. Y, así como Cristo es el principio y fin de todo, así el amor desinteresado ha de ser el principio básico de nuestra existencia y el fin último que nos motive. El Mandamiento del amor nos llevará a vivir en plenitud nuestra condición de hijas e hijos de Dios.
Hoy podríamos comenzar así: mira a quien está a tu lado y deja que tu corazón manifieste, desde ya, que el Señor mueve tu existencia.

PENITENCIAL
ü  Pertenezco a la Iglesia Católica por el bautismo, pero soy yo quien decide qué normas cumplir. ¡Señor, ten piedad! (Debo caminar en la Ley del Señor)
ü  Creo en Cristo, pero, por si acaso, me pongo esta ‘contra’, para que nada malo me pase. ¡Cristo, ten piedad! (Cristo es mi Señor, en Él confío)
ü  Yo cuido de mi familia. Que el gobierno ayude a esa gente; a ellos es a quienes les toca.  ¡Señor, ten piedad! (Yo debo ayudar a que los demás sean felices)

MONICIÓN SOBRE LAS LECTURAS
Los Mandamientos, escritos en nuestros corazones, son ‘normas para lograr la felicidad’. También los que nos reconocemos parte de la nueva creación y aceptamos y agradecemos  nuestra salvación, estamos llamados a vivir este camino sujetos a Cristo, comienzo y fin de todo e imagen visible del Padre. De ahí que convenga tener claro quién es nuestro prójimo y cómo debemos amarlo. Y, aunque todos pasamos por momentos duros en la vida, solo Jesús ha de ser nuestra confianza y seguridad.

ORACIÓN DE LOS FIELES
1. Por la Iglesia. Para que nos dé buen ejemplo del amor de Dios en el servicio y la entrega al prójimo sin esperar nada a cambio. Oremos.
2. Por todos los gobiernos, especialmente por los que atraviesan crisis. Para que comprenda que su misión es el servicio a todos sus ciudadanos y, especialmente, a los más necesitados. Oremos.
3. Por los enfermos, los ancianos y los discapacitados y por quienes les atienden. Por quienes son tenidos solo como una carga o una molestia. Oremos.
4. Por los médicos, enfermeros y personal asistencial. Para que comprendan que atienden a personas y traten de comprenderlas y descubrir en ellas el rostro dolorido de Cristo. Oremos.
5. Por quienes necesitan ser escuchados, acompañados, aconsejados o tomados en cuenta. Por quienes sufren por heridas espirituales.  Oremos.
6. Por quienes desvalorizan al necesitado que se le acerca. Por quienes sabiéndose Iglesia dejan de lado el encuentro con su prójimo sufriente. Oremos.
7. Por todos los difuntos. Oremos.

OFERTORIO
La Eucaristía es el gran alimento que nos sana, fortalece y capacita para ser cristianos dentro y fuera del templo. Te presentamos el pan y el vino que Tú mismo prepararás para que nosotros podamos cumplir nuestra misión de bautizados. ¡Gracias, Señor!

ORACIÓN FINAL
Padre Bueno, que nos capacitaste para amar al estilo de Jesús, el Primogénito de la Creación nueva, recibe nuestra gratitud por enseñarnos a vivir la bendición de tu Misericordia. Amén.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

ACCIÓN DE GRACIAS POR EL CUMPLEAÑOS 80 DE MARÍA NINFA NAVA DE PARRA

Solemnidad de Nuestra Señora del Carmen 16 de Julio de 2015

Misa de Grado, XXXII Promoción Bachilleres en Ciencias, C.C.B. 'Haydee Cárdenas', 20 de julio de 2016