Domingo de Pasión, Misa Familiar, 14 de abril de 2019

¡Muy
buenos días para todos ustedes! Hoy es día de júbilo y de alegría en el cual se
percibe, además, el amor que llega al más grande sacrificio: la Cruz. Porque nuestro
Señor Jesucristo es proclamado Rey, dando inicio con la bendición de los Ramos a
la Semana incomparable. Evocaremos la Primera Eucaristía y el mandato del amor
y servicio, así como el sacerdocio de los Apóstoles y sus sucesores. Viviremos
el dolor del juicio amañado y la condenación de Jesús, a quien podremos
acompañar en su Camino de Cruz. Ya muerto, consolaremos a María, su Madre;
pero, también descubriremos el sepulcro vacío y nos gozaremos en su
Resurrección. ¡Es la gran semana!
Agradezcamos a Dios tan
grande amor.
PENITENCIAL
1. Creemos que Tú solo estás en las
alegrías, pero nos olvidamos de descubrirte, especialmente, cuando hay dolor. ¡Señor, ten piedad!
2. Nos encanta lograr triunfos sin
sufrimientos; a veces hasta nos deshonramos por obtener lo que nuestro esfuerzo
no ha alcanzado. ¡Cristo, ten piedad!
3. Asistimos a la Eucaristía pero solo
como un rito que cumplimos. Olvidamos que sobre el altar se repite el misterio
de nuestra Salvación y que Tú mismo, Señor, te unes a nosotros. ¡Señor, ten piedad!
MONICIÓN SOBRE LAS
LECTURAS
Inevitablemente,
la vida va acompañada del dolor y llegamos a sentir la ausencia de Dios. Sin
embargo, hasta el Hijo de Dios tuvo que atravesar, en grado sumo, nuestro
sufrimiento, con el cual nos trajo la redención. La cuestión no tiene que ver
con perder o ganar sino, por el contrario, cual lo hiciera Jesucristo, tiene
que ver con hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas, hasta el final. Con su
sufrimiento, Jesús nos acompaña hasta el final, que es nuestra Redención.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1.
Oramos por la Iglesia. Para que, con
humildad, nos presente a todos al Dios de la Vida, sin otro interés que el de
servirlo a Él y a quienes Él ama y llenarnos de esperanza. Roguemos al Señor.
2.
Por el papa Francisco, por los obispos,
sacerdotes, religiosos y diáconos. Por todos los bautizados. Roguemos al Señor.
3.
Para muchas familias la Semana Santa no
es más que un tiempo de necesario descanso. Te suplicamos, Señor, que nos
muevas a todos a entregarte este tiempo con prácticas de piedad y servicio al
prójimo, y que podamos gozar del gran beneficio que esto nos traerá. Roguemos al Señor.
4.
Hay muchas personas que viven en
constante sacrificio debido a su condición de vida, enfermedad o las situaciones
difíciles que atraviesan. Para que puedan fijar su mirada en tu Pasión y
Muerte, pero, más aún, gozarse en tu Resurrección, para que renueven su
esperanza y su alegría. Roguemos al
Señor.
5.
Muchas personas poderosas te odian, Señor, y tratan de destruirte martirizando
y asesinando a quienes te aman y siguen con corazón sincero. Oramos por los miles de cristianos que
sufren y mueren sólo por serlo. Que la Luz del Resucitado mantenga clara su
mirada en Ti, Señor, para que perseveren hasta el final y reciban el premio de
la resurrección. Roguemos al Señor.
6.
Por quienes se alejan de tu fe por medio
de prácticas idolátricas, para que reconozcan que Tú eres el único que nos
da vida verdadera y que eres quien está dispuesto a todo por nuestra felicidad y Salvación. Roguemos al Señor.
OFERTORIO
(Un
matrimonio se acerca hasta el altar con el CÁLIZ y las VINAJERAS, pero se
colocan a cada lado del sacerdote; se escucha la monición del Ofertorio)
Tú
prometiste, Señor, que estarías siempre con nosotros, hasta el final de los
tiempos. Cada día te vuelves a ofrecer a Dios Padre, de manera incruenta, por
amor a nosotros sobre cada altar de la Tierra. Sólo podemos colaborar contigo
en presentarte las especies de PAN y
VINO, lo que nos compromete a dos cosas: a orar para que siempre haya SACERDOTES que consagren tu Cuerpo y tu
Sangre y nos guíen hacia Ti e, igualmente, a llevar tu Palabra y tu
auxilio a quienes lo necesitan. ¡Gracias, Señor, por amarnos de esta
manera! (Ahora
entregan la Ofrenda y se retiran)
ORACIÓN FINAL
Señor,
Dios nuestro, Te agradecemos por hacernos sensibles a tu entrega y sufrimiento
en la Cruz por amor a nosotros. Haz que, por tu sacrificio, nuestra fe sea
renovada y nuestras actitudes te hagan presente dondequiera que nos
encontremos. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario