El Bautismo del Señor, 13 de enero de 2019
MONICIÓN
DE ENTRADA
¡Muy buenos días a
todos los hermanos y hermanas! Reciban una muy cordial bienvenida a la Eucaristía
de este día, muy singular. Hace sólo unos pocos días veíamos a Jesús Niño
recostado en el pesebre de Belén, visitado por los pastores y por los Reyes de
Oriente, siendo adorado, asombrando a todos, recibiendo sus regalos. Hoy, sin
embargo, nos encontraremos con ese mismo Jesús convertido en un hombre, junto
al Jordán, y esperando el turno -como uno más- para ser bautizado por Juan
Bautista. En pocos días hemos dejado al Divino Niño para encontrarnos con este
Hombre que sabe muy bien que tiene una misión que cumplir y se decide a
hacerlo.
En la Epifanía, Dios se
manifestó, por medio de un Niño, a los pueblos gentiles; en su Bautismo, Dios
ofrece a la humanidad a su Hijo Único para nuestra salvación.
PENITENCIAL
1. Porque olvidamos que en nuestro Bautismo Tú
también te manifiestas al mundo proclamando que somos hijos e hijas tuyos. ¡Señor, ten piedad!
2. Porque sólo valoramos el Bautismo de alguien
por la fiesta que se haga, despreciándote como Padre que, porque nos amas,
esperas ser amado. ¡Cristo, ten piedad!
3. Porque olvidamos que nuestro Bautismo nos
compromete a hacer el bien, a seguir los pasos de oración, servicio, presencia
de tu Palabra, perdón y amor que Tú mismo nos enseñaste. ¡Señor, ten piedad!
MONICIONES
SOBRE LAS LECTURAS
PRIMERA.- El capítulo 42 del Profeta
Isaías describe al Mesías, el Siervo de Dios, como todo suavidad, llama que
sigue ardiendo sin dejarse apagar. Jesucristo, quien ha sabido amar y servir
hasta el extremo, será nuestro liberador e iluminará nuestros ojos. Y lo hará
desde la más absoluta humildad.
SALMO.- El Salmo 28 nos invita
a tomar una actitud de profunda y confiada adoración a Dios. Al temor y al
miedo ante la fuerza de la naturaleza, el salmista contrapone la glorificación
adorante de Dios en el templo de Sión.
SEGUNDA.- El amor de Dios es
universal. De los Hechos de los Apóstoles escucharemos la referencia que Pedro
hace de Jesús de Nazaret, quien desde Galilea comenzó su misión, fue bautizado
por Juan e hizo el bien, con un amor que no excluyó a nadie. Es que se trata
del Ungido de Dios, otro título que le es propio.
EVANGELIO.- Juan cumple su misión
de anunciar al Mesías y deja claro que él no lo es. Sin embargo, lo reconoció
en Jesús, a quien el Padre llama ‘mi Hijo’, ‘mi predilecto’ el día en que,
humildemente, como uno más, se acerca a recibir el Bautismo de agua con que
daría inicio a su misión a favor de la humanidad toda. Este Evangelio de san Lucas debe llamarnos a
vivir la unción del bautismo en fuego y Espíritu Santo que nos ha sido dado.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1. El Bautismo señaló la misión
de Jesús. Para que derrames tu Misericordia sobre tu
Iglesia, sobre cada bautizado, sobre cada consagrado; para que vivan la
plenitud de la vocación a la que los has llamado. Roguemos al Señor.
2. Cada persona ha de vivir su
misión. Te rogamos por los gobernantes del mundo
entero, para que aprovechen la gran oportunidad de ser servidores que buscan el
bienestar, la paz y la unidad de sus pueblos. Roguemos al Señor
3. Te recordamos a quienes
necesitan recibir tu Misericordia, Señor, desde su condición de vida.
Te suplicamos por quienes tienen el poder, la capacidad o la responsabilidad de
atenderlos. Que se manifieste tu gloria en medio de ellos. Roguemos al Señor.
4. La plenitud del Bautismo ha de
manifestarse en la familia, cúmulo de vocaciones y misiones que han de estar al
servicio de la sociedad, de quienes los requieran. Que
tus bendiciones pongan fuego y Espíritu en lo que hagan. Roguemos al Señor.
5. Queremos agradecerte, Señor,
el día de nuestro bautismo. Queremos agradecerte porque
nos hiciste hijos e hijas tuyos. Queremos agradecerte porque te complaces con
cada uno de nosotros. Ayúdanos a que se nos note la unción recibida. Roguemos al Señor.
6. Para que el Bautismo de Jesús
nos haga preguntarnos sobre el nuestro.
¿Quién me bautizó? ¿Cuándo? ¿Qué sacerdote? ¿Quiénes fueron mis padrinos? ¿Soy
cristiano(a) de verdad? Roguemos al
Señor.
7. Cada adulto en nuestras
familias, a ejemplo de Juan Bautista, ha de preparar a los niños para asumir la
misión de vida que Tú, Señor, les has dado. Que
sepamos enseñarles cómo debe vivir un cristiano. Roguemos al Señor.
8. Oramos por cada niño, joven o
adulto de la catequesis parroquial, para que vivan en
plenitud su bautismo dando cada día gloria al Padre. Roguemos al Señor.
OFERTORIO
a) El agua
bautismal nos restableció como hijos de Dios. Te estamos agradecidos por
nuestro bautismo, Señor. Te entregamos, además, a nuestros padres y padrinos,
al sacerdote que nos bautizó y a quienes presenciaron ese momento de compromiso
de vida.
b)
Nuestra alma quedó limpia por las aguas bautismales, como este pañito. Te entregamos cada confesión
hecha con el deseo y el propósito de buscar siempre mantenerla.
c) Finalmente traemos hasta el altar el pan y el vino que han de mantener
encendida en nosotros la Luz de tu
Espíritu. Con ellos queremos simbolizar nuestro deseo de alimentar nuestra vida
cristiana con la Eucaristía, la oración y la fe, para no caminar en tinieblas.
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