Accion de gracias por los 50 años de Gabriela Carrillo Villajuana, 28 de octubre de 2018
CAPILLA JOSEFINA MONTES
Mérida, Yucatán, México
Accion
de gracias por los 50 años de
Gabriela
Carrillo Villajuana
XXX
Domingo Ordinario
28 de
octubre de 2018
Primera lectura (Jeremías 31,7-9)
Lectura
del libro de Jeremías
Así dice el Señor: «Gritad de alegría por
Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos; proclamad, alabad y decid: El
Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel. Mirad que yo os traeré del
país del norte, os congregaré de los confines de la tierra. Entre ellos hay
ciegos y cojos, preñadas y paridas: una gran multitud retorna. Se marcharon
llorando, los guiaré entre consuelos; los llevaré a torrentes de agua, por un
camino llano en que no tropezarán. Seré un padre para Israel, Efraín será mi
primogénito.» Palabra de Dios
Salmo Responsorial (Salmo 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6)
R/. El
Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares. R/.
Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos.»
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres. R/.
Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares. R/.
Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas. R/.
Segunda lectura (Hebreos 5,1-6)
Lectura
de la carta a los Hebreos
Todo sumo sacerdote, escogido entre los
hombres, está puesto para representar a los hombres en el culto a Dios: para
ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él puede comprender a los
ignorantes y extraviados, ya que él mismo está envuelto en debilidades. A causa
de ellas, tiene que ofrecer sacrificios por sus propios pecados, como por los
del pueblo. Nadie puede arrogarse este honor: Dios es quien llama, como en el
caso de Aarón. Tampoco Cristo se confirió a sí mismo la dignidad de sumo
sacerdote, sino aquel que le dijo: «Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy»,
o, como dice otro pasaje de la Escritura: «Tú eres sacerdote eterno, se gún el
rito de Melquisedec.» Palabra de Dios
Evangelio (Marcos 10,46-52)
Lectura
del santo evangelio según san Marcos
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con
sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba
sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno,
empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero
él gritaba más: «Hijo de David, ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo.»
Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo,
levántate, que te llama.» Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?»
El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver.»
Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado.» Y al
momento recobró la vista y lo seguía por el camino. Palabra del Señor
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