Novena de Navidad. Misa de aguinaldos, 24 de diciembre de 2017
MONICIÓN DE ENTRADA
Muy buenos días tengan todas y todos al
encontrarnos reunidos hoy en la Casa del Señor, con motivo de dar gracias a
Dios en este último día de la Novena preparatoria para la Navidad.
Cuando el ser humano perdió conciencia de cómo
llegar a Dios Padre, el Señor
supo que debía venir Él mismo al mundo para
enseñarle cuál era el camino. Por eso nos ha nacido el Niño que es el Camino,
la Verdad y la Vida, el que nos habría de rescatar de la muerte y restablecer
nuestra amistad con Dios. Esta promesa se renueva cada día y, muy
particularmente, hoy, a través de todo aquello que nos llena de paz y
esperanza ¡El Dios-con- nosotros ya
llega! Cada niño, cada niña, es expresión del Emmanuel.
Por esto, hoy pediremos particularmente por
nuestros niños y niñas. Porque son ellos quienes nos han de explicar –a su
manera- qué significa esta Fiesta que nos engalana. El “hoy” ya ha llegado.
Ésta es la Noche santa.
PENITENCIAL
* Nos gusta actuar como la gente importante y
hacer cosas grandiosas, que todos noten, olvidando qué es lo que Dios quiere
que hagamos. ¡Señor, ten piedad!
*
Pensamos que el amor es un gusto o un sentimiento pasajero. Olvidamos que, más que
eso, el amor es una decisión de vida. ¡Cristo,
ten piedad!
* Nos corresponde transitar por caminos de paz
y, sin embargo, sembramos guerra, desunión y discordia en nuestros ambientes. ¡Señor, ten piedad!
PRIMERA LECTURA (2Sam 7,1-5,8-
12.14.16)
La lectura del segundo libro de
Samuel nos refiere cómo David es bendecido por medio del profeta Natán, y recibe
la promesa de paz y de permanencia de su descendencia en el tiempo. Dispongamos
nuestros corazones al nacimiento gozoso del Hijo de Dios.
Lectura del segundo libro de
Samuel
Tan pronto como el rey David se instaló en su
palacio y el Señor le concedió descansar de todos los enemigos que lo rodeaban,
el rey dijo al profeta Natán: “¿Te das cuenta de que yo vivo en una mansión de
cedro, mientras el Arca de Dios sigue alojada en una tienda de campaña?” Natán
le respondió: “Anda y haz lo que te dice el corazón, porque el Señor está
contigo”. Aquella misma noche habló el Señor a Natán y le dijo: “Ve y dile a mi
siervo David que el Señor le manda decir esto: “¿Piensas que vas a ser tú el
que me construya una casa para que yo habite en ella? Yo te saqué de los apriscos
y de andar tras las ovejas, para que fueras el jefe de mi pueblo, Israel. Yo
estaré contigo en todo lo que emprendas, acabaré con tus enemigos y te hará tan
famoso como los hombres más famosos de la tierra. Le asignaré un lugar a mi
pueblo, Israel; lo plantaré allá para que habite en su propia tierra. Vivirá
tranquilo y sus enemigos ya no los oprimirán más, como lo han venido haciendo
desde los tiempos en que establecí jueces para gobernar a mi pueblo, Israel. Y
a ti, David, te haré descansar de todos tus enemigos. Además, yo, el Señor, te hago
saber que te daré una dinastía; y cuando tus días se hayan cumplido y descanses
para siempre con tus padres, engrandeceré a tu hijo, sangre de tu sangre, y
consolidaré su reino. Yo seré para él un padre y él será para mí un hijo. Tu
casa y tu reino permanecerán para siempre ante mí, y tu trono será estable
eternamente. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL (Salmo 88)
Dios hizo alianza de amor y de
fidelidad con David, su elegido. En Él se funda un trono que no tendrá final.
Ellos se constituirán en Padre e hijo por medio de esta Alianza, que será
perpetua. A pesar de las dolorosas situaciones de vida que atravesará el
elegido, Dios le será fiel y se manifestará.
/R. Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.
* Proclamaré sin cesar la misericordia del
Señor y daré a conocer que su misericordia es eterna, pues el Señor ha dicho:
“Mi amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos”. /R
* Un juramento hice a David, mi servidor, una
alianza pacté con mi elegido: “Consolidaré tu dinastía para siempre y afianzaré
tu trono eternamente”. /R
* Él me podrá decir: “Tú eres mi padre, el
Dios que me protege y que me salva”. Yo jamás le retiraré mi amor, ni violaré
el juramento que le hice”. /R
SEGUNDA LECTURA (Romanos 16,25-27)
El apóstol invita claramente a
glorificar a Dios, quien se ha revelado a sí mismo en Jesucristo. Si bien es
cierto que las Escrituras habían manifestado muchos detalles sobre Él, es Jesús
quien nos trae Su presencia, la Buena Noticia.
Lectura de la carta del
apóstol san Pablo a los Romanos (16,25-27):
Al que puede fortaleceros según el Evangelio
que yo proclamo, predicando a Cristo Jesús, revelación del misterio mantenido
en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en los escritos
proféticos, dado a conocer por decreto del Dios eterno, para traer a todas las
naciones a la obediencia de la fe al Dios, único sabio, por Jesucristo, la
gloria por los siglos de los siglos. Amén. Palabra
de Dios.
EVANGELIO (Lucas 1, 26-38)
Muchas veces pedimos la Voluntad de
Dios sobre una situación determinada, pero solo queremos que Dios cumpla
nuestra voluntad. Hemos de imitar a María, quien aceptó en humildad y docilidad
cumplir lo que Dios le proponía.
Lectura del santo Evangelio
según san Lucas
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado
por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un
hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se
preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has
encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y
le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el
Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob
para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues
no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo
vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el
Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel,
que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que
llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del
Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel. Palabra del Señor.
ORACIÓN DE LOS
FIELES
A Dios Padre, que se he revelado en la persona
de Jesús como “Dios-con-nosotros”, le presentamos nuestra oración por nuestra
comunidad y por sus niños, así como por todos los pueblos del mundo. (Respondemos:
Que el nacimiento de Jesús traiga paz y
felicidad a todos los pueblos del mundo)
1. Dios y Padre nuestro, que el nacimiento de
tu Hijo sea Buena Noticia para las personas de toda raza, cultura y nación. Oremos. R/
2. Dios y Padre nuestro, que la Iglesia y
nuestra comunidad sepan anunciar a
todas las personas el misterio de la Salvación
que se ha manifestado al mundo
en el nacimiento de tu Hijo Jesús. Oremos. R/
3. Dios y Padre nuestro, que todos los niños
reciban con gozo en sus corazones la venida de tu Hijo y sean portadores en el
mundo de esta Buena Nueva. Oremos. R/
4. Dios y Padre nuestro, que acojamos con gozo
el mensaje de paz de la Navidad y que lo hagamos realidad en nuestros hogares y
en cada niño que encontremos. Oremos. R/
5. Dios y Padre nuestro, te suplicamos por
todos los niños para que tengan una formación en la fe cuidadosa, de manera que
les capacite para ser buenos ciudadanos. Oremos.
R/
6. Dios y Padre nuestro, que has movido a
todos los vecinos que han preparado esta Eucaristía, has que lleven el gozo del
Nacimiento del Hijo de Dios a sus calles, veredas y edificios. Oremos. R/
7. Dios y Padre nuestro, te recordamos a los
familiares, amigos y conocidos de este sector que ya han partido al Reino de
los Cielos, para que les permitas interceder por todos nosotros y por la
comunidad parroquial en general ante Ti, Señor. Oremos. R/
8. Dios y Padre nuestro, te suplicamos por los
grupos familiares aquí representados, por sus niños, para que nos sintamos
posaderos y sepamos dar respuesta de acogida a Dios, que quiere ser dado a luz
en nosotros. Oremos. R/
MONICIONES DEL
OFERTORIO
Señor, en esta mañanita de la Nochebuena
queremos unirnos a tu sacrificio dándote gracias:
Te damos gracias porque Tú eres la Luz del
mundo (luces), porque eres la Vida (flores) y te has hecho vida en una
Familia (Familia de Nazaret).
Te agradecemos el pan de cada día (alimentos) y, finalmente, por ser Tú nuestro
Alimento de Vida Eterna (pan, vino,
cáliz y vinajeras).
Por todo esto, ¡GRACIAS, Señor!
ORACIÓN FINAL
Señor, que hiciste perdurable la familia y el
trono de David en tu Hijo Jesucristo, haz que nos llenemos de gozo por su
presencia en medio de nuestras historias personales y le permitamos
transformarlas. Amén.
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