II Domingo de Adviento, Misa Familiar 2, 10 de diciembre de 2017
MONICIÓN DE ENTRADA

Y, a fin
de que celebremos el cumpleaños de Jesús con alegría profunda, hay algunos caminos
que debemos enderezar en nuestras vidas y entre quienes son más cercanos a
nosotros. Seguro que tu Palabra, Señor, será guía y Luz en este nuestro caminar,
siguiendo los pasos de María, la Madre del Adviento, para llegar a Jesús.
CORONA DE ADVIENTO: BENDICIÓN DEL SEGUNDO
CIRIO
Celebrante: Dios Padre nuestro, que derramas sobre todos tus
hijos tu misericordia infinita, haznos sensibles a la actitud que Tú esperas en
nosotros para recibir adecuadamente a tu Hijo amado, Jesucristo. De manera que,
al encender este segundo cirio de la Corona de Adviento que bendecimos en tu
Nombre (+), renovemos nuestro compromiso de ser voz para anunciar Su llegada,
camino que lleve hacia Él nuestros pasos, instrumento del gran amor que nos
trae el Dios-con-nosotros. Por Jesucristo nuestro Señor.
ENCENDIDO DEL SEGUNDO CIRIO / ORACIÓN DE
ADVIENTO DE LA FAMILIA
(La familia designada enciende el primer y el segundo cirio y el
niño coloca en el portal el segundo gesto, la mula y el buey -porque el primero
ya estará colocado). Mientras caminan hacia el lugar de la Corona, algún
monitor lee la Oración)
Monitor: Señor, vivimos tiempos de oscuridad. ¡Ven a nuestros
corazones, a nuestros hogares, para que podamos llevar tu Luz!
Señor,
vivimos nuestra fe con mucha comodidad. ¡Ayúdanos a esforzarnos para que
nuestras vidas se vuelvan productivas para el Reino de Dios!
Señor, el
mundo cree que Dios no hace falta. ¡Toca nuestros corazones con la dulzura del
Niño de Belén de manera que, cada vez más, escuchemos a Dios Padre y lo
entreguemos a todos! Amén.
PENITENCIAL
1. Al
acercarse la Navidad, preguntémonos: ¿Somos cristianos o simples decoradores de
espacios?, ¿preparamos nuestras vidas al Niño Dios o nos contentamos con ser
acomodadores y utilizadores de las cosas que compramos? ¡Señor, ten piedad!
2. ¡Llega
el Señor! ¿Damos sentido a nuestras vidas sirviendo y consolando al que nos
necesita? ¿Nos importa hacer que los que están tristes puedan sonreír? ¡Cristo, ten piedad!
3. ¡El
Señor se establece en medio de nosotros! ¿A quién adoramos: al Niño que
recordamos en el Pesebre o al viejo bonachón que da regalos? ¡Señor, ten piedad!
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
La venida
del Señor requiere nuestra preparación tanto como lo requirió el pueblo judío
desterrado, lleno de sufrimientos. ¡Hay una gran esperanza! Él puede
transformarlo todo; pero requiere que nos dispongamos a su encuentro con una
vida renovada, en paz, para felicidad de todos.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1. Jesús es el Camino. Que la Iglesia nos
enseñe y guíe para hacer el recorrido de nuestras vidas sin desviarnos, atrayendo
a todos al Señor, con ternura. Roguemos
al Señor.
2. Jesús es la Palabra de Dios. Que las
palabras que salgan de nuestros labios edifiquen, corrijan y proclamen la
grandeza del Dios Uno y Trino, según las posibilidades y necesidades de este
milenio. Roguemos al Señor.
3. Jesús es el que sirve. Que dejemos las
actitudes cómodas y nos constituyamos en servidores por amor a Dios y a quienes
comparten nuestras historias personales. Roguemos
al Señor.
4. Navidad es tiempo de esperanza. Que se
renueve nuestra esperanza ante el misterio del Dios que se hace pequeño para
salvarnos. Que gocemos de las pequeñas cosas y momentos para que, así, pueda
ser transformado lo grande, lo permanente.
Roguemos al Señor.
5. Navidad es tiempo de cambios. Que nos
decidamos a dejar atrás todo lo que nos daña a nosotros y a quienes nos rodean.
Que asumamos hábitos cristianos que nos permitan conocer y amar más a Dios y al
prójimo. Roguemos al Señor.
OFERTORIO
1. Señor,
te entregamos nuestra voluntad de cambiar
lo que no está bien en nuestras vidas y que depende de nosotros mismos. Esta mula y este buey sean signo de
nuestra decisión de ser más humildes y de hacernos presentes para lograr
nuestro propósito.
2. Ésta es la Ofrenda por excelencia: el pan y el vino. Uniéndose a tu
entrega personal de salvación, Señor, te entregamos nuestras situaciones
personales, familiares, laborales y comunitarias. Gracias por tanta paciencia y
misericordia que has tenido y seguirás teniendo para con todos nosotros.
Comentarios
Publicar un comentario