Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor, Misa Familiar, 16 de abril de 2017
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Alegrémonos,
hermanas y hermanos! ¡El gran día ha llegado! ¡El Señor ha resucitado! ¡El Señor ha pasado por nuestras vidas
renovándolo todo! Al quitar el pecado del mundo nos restablecido con gran humillación
y sufrimiento, pero, ¡Jesús ha vencido!
Y,
ante el proceso vivificante del Señor, podríamos hacerlo proceso vivificador
para cada uno de nosotros. Podemos hacerle violencia al pecado consentido para
poder, así, vivir en humildad, caridad, respeto y fe.
Cantemos
en este día de alegría. ¡Aleluya! ¡Aleluya!
PENITENCIAL
La
Resurrección de Jesús venció la muerte. Hoy nos reconocemos pecadores y, para
lavar nuestras vidas y reavivar nuestra
fe, recibiremos la aspersión del agua que fue bendecida durante la Vigilia
Pascual.
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS
Ha llegado el momento de anunciar la Salvación que nos trajo Jesús,
por su única bondad, que agradecemos. Jesús Resucitado nos anticipa nuestra propia resurrección y, por
tanto, hemos de vivir a su estilo, en amor y servicio. Como
lo anuncia la Secuencia, es hora de creer, crecer y madurar nuestra fe. Amor, perdón y
misericordia han de caracterizar nuestro nuevo camino.
RENOVACIÓN DE LAS
PROMESAS DEL BAUTISMO (Se responde: ‘Sí creo.’)
·
¿Creen
en Dios Padre todopoderoso creador del cielo y de la tierra?
·
¿Creen
en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen,
murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha
del Padre?
·
¿Creen
en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los
santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la
vida eterna?
Esta es nuestra fe,
esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús,
nuestro Señor.
ORACIÓN DE LOS FIELES
1.
Todos somos Iglesia que nació a la luz de la Resurrección del Señor. Para que
seamos anunciadores valientes y renovados del Mensaje de Salvación que
Jesús nos entregó y cuya Resurrección
confirmó. Roguemos al Señor
2.
Nuestra Iglesia sufre el martirio en cientos de cristianos que son perseguidos
y asesinados. Oremos por ellos y por quienes los persiguen, por quienes
persiguen al Hijo Único de Dios. Roguemos
al Señor.
3.
Presentamos a quienes rigen los destinos de los pueblos, para que la
Resurrección de Jesús ilumine sus proyectos y decisiones, y sea posible la paz
y el desarrollo, la justicia y el perdón en todas las naciones, especialmente
en la nuestra. Roguemos al Señor.
4.
Oremos, también, por toda la gente que sufre,
que no ve solución a sus situaciones de vida, a los que sufren
enfermedad, soledad o prisión. Para que la Resurrección del Señor les llene de
esperanza. Roguemos al Señor.
5.
Necesitamos, Señor, muchos sacerdotes santos, que te adoren y sirvan solo a Ti.
Que sean testigos creíbles de tu amor y tu sacrificio. Que sean capaces de
cambiarlo todo para serte fieles. Por eso, hoy queremos encomendar a todos los
sacerdotes que están presentes en nuestras vidas. Roguemos al Señor,
6.
Por todas las personas que te han desconocido. Por quienes no te conocen. Por
quienes hemos dado testimonio falso de Ti. Para que unos y otros descubramos la
Verdad del Evangelio. Roguemos al Señor.
7.
Recordamos a quienes han pasado por nuestras historias personales y ya no
están, porque se han ‘dormido’ para siempre. Oramos por ellos. Y por cuanto
creemos que Cristo ha Resucitado, entendemos que ellos también resucitarán,
pues en este día nuestra muerte ha sido vencida. ¡Estemos alegres! ¡Nos
volveremos a ver! Roguemos al Señor.
OFERTORIO
Ya
ha pasado la noche oscura de la Muerte de Jesús. Ahora nos gozamos en la Luz
del Resucitado que se abre paso. Jesús ha quedado en nuestros corazones y en la
Eucaristía. Sentado a la derecha del Padre espera que dejemos progresar su
acción vivificadora. El sudario habla
de aquello en que creemos: Resucitó. El
pan y el vino, que se convertirán en Jesús mismo, el Alimento para nuestra
Salvación, representen nuestra decisión de ser transformados con Cristo.
¡Gracias, Señor!
ACCIÓN DE GRACIAS
Gracias,
Padre bueno, porque en el sufrimiento, Pasión y Muerte de Jesús nos perdonaste
nuestro pecado y porque en su gloriosa Resurrección nos hiciste tus hijos,
proyecto de tu amor, capacitándonos para llevar tanto amor a quienes
encontremos y hacer presente, así, tu Reino aquí y ahora. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario