Misa de Grado, 15 de marzo de 2017, X:XX am-pm
MONICIÓN DE ENTRADA
¡Muy buenas tardes, hermanos y hermanas! Les
damos la más cordial bienvenida a esta Celebración en la que un grupo de
estudiantes de XXXXXXXXXX daremos gracias a Dios misericordioso, una vez
más, por cuanto Él actúa en cada momento de nuestras vidas, nos transforma e
impulsa para que profundicemos en conocimientos, habilidades y destrezas para
la vida, así como en el desempeño profesional que desarrollaremos dentro del
ejercicio de diversas carreras. Sabemos que el Señor bendecirá en
abundancia a nuestros familiares y amigos, quienes han constituido verdadero
estímulo y soporte para llegar hasta aquí.
La alegría de este triunfo no puede negar que
hay momentos de dolor profundo en nuestras vidas. La enfermedad, la persecución,
la pobreza agobiante, el abandono, nada nos debe perder la perspectiva: Dios
está con nosotros, especialmente en el dolor, y nos restablecerá, pues nos ama
y le importamos.
¡Llenémonos de gozo y demos la bienvenida a
los Graduandos!
MONICIONES A LAS LECTURAS
PRIMERA LECTURA
Dios no dice lo que queremos oír, sino la
verdad. No obstante, a veces escuchamos lo que deseamos oír, en lugar de lo que
Él nos dice. Del profeta Jeremías, escucharemos cómo refiere que él mismo está
en certero peligro de muerte por haber expresado la verdad de parte de Dios y
ha llegado a ser castigado quien es veraz y aplaudido quien engaña. El hombre
recto prefiere sufrir antes que mentir, aunque haya consecuencias.
SALMO RESPONSORIAL
Cual eco de la lectura anterior, el salmista
clama a Dios en medio de su temor. El Salmo 30 es parte de la liturgia del
Viernes Santo en la Iglesia. Jesús, el
inocente perseguido que aceptó el sufrimiento en la plena certeza de que su
Padre estaba a cargo de su existencia, nos enseña a dejar nuestro dolor en Dios
y confiar en que Él nos socorrerá. Enfermos, perseguidos, esos que no cuentan
para nadie, todos pueden unirse al Señor con sus cruces y esperar la liberación.
EVANGELIO
La Cruz fue la respuesta a la propuesta de Jesús.
Las autoridades no entendieron de qué reino hablaba el Señor. Tampoco sus
seguidores comprendieron lo que significaba: ‘No he venido a ser servido, sino
a servir.’ Y dos de sus Apóstoles son propuestos por su madre para ocupar los
asientos de honor junto al ‘Rey Jesús’.
Parece conveniente que nos preguntemos qué posición tenemos ante Él, ante su
propuesta que sigue vigente para el mundo, ante las necesidades de nuestro
tiempo.
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