Eucaristía de la Presentación del Señor, 2 de febrero de 2017

  
¡Muy buenas noches, hermanos! Nos hemos reunido hoy para celebrar una fiesta muy tradicional, anteriormente conocida como de la Candelaria, en honor a María, que llevaba en brazos a quien es la Luz del mundo. Por cuanto la Ley de Moisés establecía muchas normas, los padres del Niño Jesús acuden al templo a presentarlo. Hoy celebramos la fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo. José y María están conscientes de que el pequeño debe ser ofrecido a Dios. Al hacerlo quedarán sorprendidos por un anciano, Simeón, en quien el Espíritu Santo suscita que le reconozca como al Mesías que trae la Luz para alumbrar a las naciones y es la gloria de Israel; también la anciana Ana profetizará, alegre, en torno a Jesús.
PENITENCIAL
·        Porque vivimos en oscuridad, de espaldas a tu Luz. R/ Señor, ten piedad de nosotros.
·        Porque nos cuesta comprender la debilidad en nuestro prójimo, por lo que lo juzgamos y condenamos. R/ Cristo, ten piedad de nosotros.
·        Porque no hemos educado nuestros sentidos físicos, que nos impiden utilizar los sentidos espirituales para relacionarnos con Dios. R/ Señor, ten piedad de nosotros.

MONICIONES A LAS LECTURAS
PRIMERA: El profeta Malaquías anuncia que el Salvador vendrá a vivir en medio de su pueblo, lo transformará todo, hará agradable lo que no agradaba a Dios. Actuará con poder, purificará los corazones, renovará cuanto existe.
SEGUNDA: Escucharemos una reflexión de san Pablo de su Carta a los Hebreos. Solo Dios nos podía liberar. Desde la vivencia de nuestra condición debilitada y pecadora, Jesús nos comprende, comparte nuestras pruebas y sufrimientos, restablece nuestra condición de hijos de Dios y nos hermana.
EVANGELIO: Las exigencias que acompañan al seguimiento de Cristo son valiosas y aceptables, por cuanto solo así podremos ver su Luz. San Lucas nos presenta a Simeón y Ana, quienes esperaron y vivieron ese día a plenitud. No importó el aspecto de humildad y debilidad de aquel Niño en brazos de sus padres entrando al templo: ¡habían visto al Salvador tan esperado!

ORACIÓN DE LOS FIELES
1.   Oremos por cada bautizado, especialmente por aquellos impedidos de percibir la presencia del Señor cerca de ellos. Roguemos al Señor.
2.   Oremos por los padres y adultos que, en las familias, transmiten la fe recibida y tratan de seguir sus Mandamientos. Roguemos al Señor.
3.   Oremos por quienes nos acompañan a vivir nuestra fe: feligreses, compañeros, amigos, predicadores, consagrados. Roguemos al Señor.
4.   Oremos por quienes nos presentan a Cristo de carne y hueso –en los hermanos- y eucarístico –sobre el altar. Roguemos al Señor.
5.   Oremos por nuestros mayores, que nos enseñan una fe sencilla pero bien arraigada en la esperanza y la caridad. Roguemos al Señor.
6.   Oremos por los que oran por nuestras necesidades y las del mundo. Roguemos al Señor.
7.   Oremos por los difuntos. Roguemos al Señor.

OFERTORIO (Grupos de feligreses se acercan portando las ofrendas)
Comunidad que te sigue (con cirio y el Niño a parar con los padrinos)
         Queremos ir personal y comunitariamente tras de ese Niño que nos salvó en la Cruz y nos señala el camino de la Vida verdadera.
Comunidad orante (con flores)
         Así como Simeón y Ana se acercaban al templo y sacrificaban tiempo y diversión por gozarse en Dios, te entregamos nuestro tiempo de adoración sacramental esperando sea ramillete agradable por nosotros y los hermanos.
Comunidad que actúa (con ofrendas para los pobres)
         Porque siempre nos das lo que necesitamos y quieres que nosotros demos auxilio a los hermanos más pequeños y débiles, Señor, queremos ser comunidad misericordiosa.
Comunidad mariana (con rosario o imagen de María)
Porque es Ella la que nos dirige siempre a su Hijo amado, Jesucristo; porque en Ella tenemos el más excelente modelo de fe, esperanza y amor; porque siempre está ante Él, queremos ser comunidad que ora, intercede y actúa según el corazón maternal más puro y grande.
Comunidad eucarística (con el pan y el vino)
Porque hemos decidido seguirte, conocerte y amarte, adorarte en tu Ofrenda de Amor, nutrirnos y llevarte al mundo; porque te necesitamos y queremos estar siempre contigo, entregamos la ofrenda que, por mandato de Jesús, se convertirá en Él mismo por la acción sacerdotal.

ACCIÓN DE GRACIAS

Gracias, Señor, por enviar a tu Hijo amado a vivir entre nosotros, como si fuera uno más, iluminando nuestras vidas, enseñándonos a amar y perdonar y entregándose totalmente por amor a nosotros. Amén.
(Finalizada la Eucaristía, los fieles prosiguen con la Paradura del Niño y, llegando nuevamente al templo, reciben la bendición final.)

Comentarios

Entradas más populares de este blog

ACCIÓN DE GRACIAS POR EL CUMPLEAÑOS 80 DE MARÍA NINFA NAVA DE PARRA

Solemnidad de Nuestra Señora del Carmen 16 de Julio de 2015

Misa de Grado, XXXII Promoción Bachilleres en Ciencias, C.C.B. 'Haydee Cárdenas', 20 de julio de 2016