Novena de Navidad: Misas de Aguinaldos, IV Domingo de Adviento, 18 de Diciembre de 2016
¡Muy buenos días tengan todas y todos
ustedes! ¡Nos encontramos en nuestra tercera Misa de Aguinaldos! Con suma
alegría nos animamos en la preparación de la llegada del Dios-con-nosotros, el
Emmanuel, a nuestros corazones.
Navidad tiene que ver con muchas cosas,
muchas actitudes de vida. La obediencia ha de ser característica de quienes
reciben la manifestación del amor de Dios; ni el mismo Jesús la dejó de lado
sino que, obedeciendo siempre, nos dio la Salvación. Junto a Él, los grandes
personajes de la fe han aprendido a obedecer la voluntad de Dios, que es
perfecta, aunque pueda no ser comprendida de momento, sobre todo en los de
dolor.
Que la alegría de obedecer a Dios en
nuestras situaciones diarias nos impulse a adorar al que se hizo de nuestra
propia carne y nos cubra de la ternura que tanto necesitamos.
PENITENCIAL
1. Nos justificamos ante Dios,
desestimando que el Señor conoce las intenciones reales de nuestros corazones. ¡Señor, ten piedad!
2. Porque pensamos que la fe
es solo para los consagrados y vivimos al margen de la gracia recibida en el
bautismo. ¡Señor, ten piedad!
3. Porque no escuchamos a
Dios, que nos guía en medio de nuestras situaciones de vida. ¡Señor, ten piedad!
PRIMERA LECTURA (Isaías 7,10-14)
El profeta
Isaías nos presenta la promesa del nacimiento de un Niño que será el signo de
la esperanza de toda una nación. Nacerá de una joven virgen y será llamado
Emanuel, el ‘Dios-con-nosotros’. Sabemos que se trata de Jesús.
Lectura
del libro de Isaías
En aquellos días, el Señor habló a Acaz:
«Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del
cielo.»
Respondió Acaz: «No la pido, no quiero
tentar al Señor.»
Entonces dijo Dios: «Escucha, casa de
David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues
el Señor, por su cuenta, os dará una señal: Mirad: la virgen está encinta y da
a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa
"Dios-con-nosotros".» Palabra
de Dios.
SALMO RESPONSORIAL (Salmo 23,1-2.3-4ab.5-6)
El Dios del universo es nuestro Rey y
Señor; por lo tanto, merece nuestra alabanza. Siendo Dios, Jesús es el Hombre
de manos inocentes y puro corazón que jamás torció ni abandonó su camino ni su
misión. A Él alabaremos con el Salmo 23,
pues es ‘el Señor de la Gloria’.
R/. Va a
entrar el Señor, él es el Rey de la gloria
Del
Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe
y todos sus habitantes:
él la
fundó sobre los mares,
él la
afianzó sobre los ríos. R/.
¿Quién
puede subir al monte del Señor?
¿Quién
puede estar en el recinto sacro?
El
hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no
confía en los ídolos. R/.
Ése
recibirá la bendición del Señor,
le hará
justicia el Dios de salvación.
Éste es
el grupo que busca al Señor,
que
viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.
SEGUNDA LECTURA (Romanos 1,1-7)
Escucharemos
el comienzo de la Carta a los Romanos. Para el apóstol san Pablo Jesús es el
Salvador, el Mesías prometido que, por una parte, proviene del linaje de David
como persona humana, pero que, por la otra, es Hijo de Dios según lo demuestra
su gloriosa Resurrección.
Lectura
de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos
Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a
ser apóstol, escogido para anunciar el Evangelio de Dios. Este Evangelio,
prometido ya por sus profetas en las Escrituras santas, se refiere a su Hijo,
nacido, según la carne, de la estirpe de David; constituido, según el Espíritu
Santo, Hijo de Dios, con pleno poder por su resurrección de la muerte: Jesucristo,
nuestro Señor. Por él hemos recibido este don y esta misión: hacer que todos
los gentiles respondan a la fe, para gloria de su nombre. Entre ellos estáis
también vosotros, llamados por Cristo Jesús. A todos los de Roma, a quienes
Dios ama y ha llamado a formar parte de los santos, os deseo la gracia y la paz
de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Palabra de Dios
EVANGELIO (Mateo 1, 18-24)
Para Dios
nada es imposible. El Evangelio de Mateo nos presenta -en un hecho duro de la
vida de José- cuál es la naturaleza del Hijo que espera María. Y nos refiere a
la promesa del Enmanuel, el Dios-con- nosotros que, en José –su padre adoptivo-
se hace hijo de David.
Lectura
del santo Evangelio según san Mateo
El nacimiento de Jesucristo fue de esta
manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos,
resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo,
que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto.
Pero, apenas había tomado esta
resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José,
hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la
criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le
pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Todo esto sucedió para que se cumpliese
lo que habla dicho el Señor por el Profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará
a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa
"Dios-con-nosotros".»
Cuando José se despertó, hizo lo que le
había mandado el ángel del Señor y se llevó a casa a su mujer. Palabra del Señor
ORACIÓN DE LOS FIELES
1. Señor, que tu Iglesia sea testimonio
vivo de tu amor que se hizo Niño, para enseñarnos, guiarnos y darnos a Jesús. Roguemos al Señor.
2. Señor, que en esta Navidad renazca la
esperanza para la humanidad. Para que el Nacimiento del Redentor traiga paz y
esperanza a todos los hombres de buena voluntad. Roguemos al Señor.
3. Señor, bendice a todos los
gobernantes para que asuman que el mejor mandato es aquel que se hace desde el
amor a todos los ciudadanos. Roguemos al
Señor.
4. Señor, que los padres comprendan a
través de Jesús Niño la importancia de ser auténticos evangelizadores,
transmitiendo a sus hijos el don precioso de la fe. Roguemos al Señor.
5. Señor, necesitamos arrancar de
nuestros hogares la arrogancia que nos impide perdonar o pedir perdón y
presentarnos como humildes servidores de todos, especialmente de quien nos
causa más dolor. Roguemos al Señor.
6. Señor, haz que confiemos en Ti, para
que encontremos consuelo ante la pérdida de un ser querido, pues tenemos la
certeza de que ya descansa de sus fatigas. Roguemos
al Señor.
7. Por los organizadores de esta
Eucaristía, para que, actuando según la Voluntad de Dios, se gocen de tu
amistad y reciban tus abundantes bendiciones, constituyéndose en causa de
bendición para todas sus comunidades. Roguemos
al Señor.
OFERTORIO
LUCES
Queremos adorarte, dulce Jesús. Por eso
queremos vencer toda oscuridad y llenarnos de tu Luz.
FLORES
Que ellas sean reflejo de nuestros
corazones, colocados a los pies de nuestro Salvador.
ROSARIO
Sea nuestra oración señal de obediencia
a quien nos da la Salvación, Jesucristo.
REYES
MAGOS
El poderío y la dignidad humanas se
rinden ante quien es Rey de Reyes, Señor de Señores.
ALIMENTOS
Porque la bendición del alimento que sí
tenemos debe bendecir a quienes lo necesitan.
COLECTA
Porque, como Iglesia que somos, queremos
ayudarla en sus necesidades.
EL
ALIMENTO: CÁLIZ Y VINAJERAS
Sin Ti, Señor, nuestras vidas se
empobrecerían hasta la muerte. Tú eres nuestro sustento en el camino que nos
conduce hasta el Padre.
Por todo esto, ¡gracias, Señor!
ORACIÓN FINAL
Oh, Jesús Niño, que -siendo Rey- te hiciste
débil y necesitado, enseñándonos, así, a amarte, pues Tú eres nuestro Amor.
Recibe la adoración de todo nuestro ser. Te entregamos nuestra historia
personal para que, cobijada bajo tu cetro, obres con poder en nuestras vidas.
Que María, tu Madre, nos enseñe a esperarlo todo de Ti y a entregarnos a Ti sin
reservas. Amén.
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